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Entrevista en Buenos Aires a Jihad Ahmad Diyab, expreso de Guantánamo

«Todo el mundo sabe que somos inocentes»

Fuentes: Resumen Latinoamericano

Jihad Ahmad Diyab, expreso de Guantánamo dialogó con Barricada TV, Radio Madre, Resumen Latinoamericano y Radio Gráfica FM 89.3.Es uno de los seis liberados en diciembre último. Está en Buenos Aires. Afirma que busca ayudar para que más prisioneros sean liberados de la cárcel estadounidense en territorio cubano. -¿Cómo era tu vida antes de ser […]

Jihad Ahmad Diyab, expreso de Guantánamo dialogó con Barricada TV, Radio Madre, Resumen Latinoamericano y Radio Gráfica FM 89.3.

Es uno de los seis liberados en diciembre último. Está en Buenos Aires. Afirma que busca ayudar para que más prisioneros sean liberados de la cárcel estadounidense en territorio cubano.

-¿Cómo era tu vida antes de ser capturado por EEUU?

-Una vida de cualquier tipo con su familia, con sus hijos. Que se buscaba la vida según su convicción su visión del mundo hasta que nos han traído a Guantánamo.

-¿Con qué argumento te llevaron a Guantánamo?

Es simplemente político, Estados Unidos cuando entró en guerra con Afganistán tuvo que abrir un campo de concentración que es Guantánamo. Ahí fuimos trasladados de Paquistán pero también de otros países que entregaban a sus propios ciudadanos.

Todo el mundo sabe y eso salió en declaraciones en Estados Unidos, de los propios servicios estadounidenses, que somos inocentes, que somos víctimas de la política agresiva estadounidense. Otras declaraciones dicen que los que tienen acusaciones son menos de cinco personas y la mayoría somos inocentes.

Si se fijan en las carpetas de los presos en Guantánamo, se van a dar cuenta que muchos son docentes, otros son empleados de asociaciones caritativas…

-¿Fuiste torturado?

-Necesito muchas horas para desarrollar este tema pero de forma general, fuimos torturados desde el primer momento hasta el último momento que salimos de Guantánamo. Ustedes saben que el campo fue dirigido por psicólogos, que ellos tenían experimentos para destruir nuestros órganos y como dijo Bush «si ellos tienen la misericordia de su dios, no va a tener la nuestra». En realidad nosotros aguantamos. Ellos pensaban que en seis meses íbamos a volvernos locos y nosotros aguantamos años y años, gracias a dios y gracias a nuestra paciencia.

-¿Viste algún preso morir?

-Murieron más o menos nueve personas. Yo vi muchas cosas pero también escuché muchas cosas. Ya en 2005 antes que se muera nadie yo tenía una correspondencia con otro preso a través de la autoridad estadounidense que ellos leían todo y decía que seguramente iban a asesinar a algunos compañeros porque esto entra en el juego político interno estadounidense.

Después en 2006 asesinaron a tres personas en condiciones muy oscuras que dijeron los estadounidenses que se suicidaron. Pero todo demostraba que no hubo suicidio.

-¿En qué situación están los presos que quedaron en Guantánamo?

-Los presos en Guantánamo sufren mucho. No los dejan dormir. Las fuerzas especiales hablando de que quieren proteger su salud entran a sus habitaciones de día como de noche. Sufren de forma que algunos llegaron a pesar 30 kilos. Sin la misericordia de dios seguramente hubieran muerto. Ellos luchan con las huelgas de hambre. Y por eso tengo pedidos a los gobiernos acá si pueden recibir más gente, más presos de Guantánamo para salvarlos, al menos de forma humanitaria.

Cuando yo escucho que hay gente que hace huelga de hambre por 90 días y ya sufren imagínense que hay gente desde 2005, que les dan de comer a la fuerza.

La situación es cada vez peor. Escuchamos a Obama decir que hay que tratar bien a los presos de Guantánamo que hay que tratarlos con humanidad pero cada vez que él sale diciendo eso en la tele, nosotros vemos que eso tiene una repercusión muy negativa.

-¿En Guantánamo tenías contacto con lo que pasaba en el mundo?

-No, estábamos aislados en la cárcel personal. Yo pasé doce años y cuatro meses en Guantánamo y sólo muy poco tiempo mezclándome con otros presos. A nuestra familia pudimos contactarla recién en 2008.

-¿Cómo estás ahora de salud?

-En Guantánamo todos los presos tienen problemas físicos y de salud. Es el problema de los fiscales, ellos deciden si los médicos tienen o no autorización para curarnos. Yo empecé huelgas de hambre desde el 2005 y conocimos muchas huelgas de hambre de las más duras que hay. Yo empecé a tener problemas de salud desde 2004 y yo escribía en los platos de comida, devolvía la comida, porque entendía que esa comida no convenía a mi salud.

-¿Qué te dio fuerza y esperanza para sobrevivir?

-Yo cuando escuché a Bush diciendo que «si ellos tenían la misericordia de su dios no van a tener la nuestra»… ahí yo tuve fe en dios y también teniendo fe que los inocentes son maestros de ellos mismos. Eso me ayudó a aguantar.

También lo que nos dio fe es que ahí se insultaba mucho a nuestra religión, hubo muchas provocaciones. Escribieron insultos al Corán, que es el libro sagrado para nosotros como las demás religiones también son sagradas para nosotros. Y eso nos dio fuerza de que dios nos va a proteger porque nuestra causa es justa.

-¿Por qué crees que los han liberado?

-Para mí el gobierno ya admitió que somos inocentes, que merecemos salir, que no hicimos nada. Pero también porque yo con mis compañeros luchamos mucho para esta liberación. Hay mucha gente que sufrió que dio mucho para nuestra liberación.

-¿Cómo sigue tu vida ahora?

-Bueno, lo que yo pido es el mínimo de derecho humano. Vivir con mi familia, con mis hijos. Como yo vivía antes que los estadounidenses vengan para hacer huérfanos a mis hijos y viuda a mi esposa estando yo vivo. Mi mujer sufrió mucho, fue detenida muchas veces en su país por mi causa y ahora espero poder encontrarme con ellos lo más pronto posible.

-¿Qué te trajo a Argentina luego de haber sido trasladado a Uruguay?

-Yo antes de salir de Guantánamo estaba en un lugar donde tenía la comida forzada. Es un tubo que pasaba por la nariz para forzarme a comer. Ahí hablé con un compañero de Yemén que me dijo «cuando salgas no nos olvides». Y bueno, yo me emocioné mucho, nunca voy a olvidar los compañeros que están allá y por eso es que vine para acá para luchar. Por ejemplo el gobierno argentino puede recibir presos de Guantánamo acá de forma humanitaria

-¿Por qué los presos liberados no fueron devueltos a sus países de origen?

-En Siria la situación no está estable, nadie vuelve a Siria ahora. En Túnez, el gobierno estadounidense rechazó que Túnez reciba al tunecino y Palestina ustedes saben no hay posibilidad.

-¿Por qué elegiste hacer esta entrevista con el uniforme de Guantánamo?

-Esta ropa es parte de mí. Antes de salir me dijeron que me cambie y me vista con un traje marrón. Yo me lo puse encima de éste porque es simbólico y muy importante para mí. Los estadounidenses usaban este uniforme para aterrorizar al mundo entero. Y gracias a dios se dio vuelta eso.

Por eso me gustaría decirle al pueblo estadounidense que les presentaron a los presos de Guantánamo como combatientes enemigos y nosotros fuimos detenidos en nuestras casas. Hay gente que trabajaba en asociaciones caritativas o humanitarias. El verdadero enemigo del propio estadounidense es la propia política del gobierno estadounidense.

-¿Queres dejar un mensaje final?

-Quiero decir que cuando Alá inventó el mundo, lo inventó sobre la justicia. Cuando se pierde la justicia, viene la injusticia y la opresión. Eso destruye a la sociedad políticamente, económicamente y socialmente.

Según nuestra religión dios estipula que debemos ser justos hasta con nuestros enemigos. Eso es la religión del Islam, tolerancia, paz y justicia. No es como dice Bush y Obama que es una religión de terrorismo, de injusticia y opresión.

Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/?p=8661