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Traición y heroísmo

Fuentes: Rebelión

Palabras del autor, presidente de la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín», en el acto que tuvo lugar en el Ateneo de Madrid el 5 de marzo de 2019, con el título «80 Aniversario del Golpe del coronel Casado. Homenaje al coronel leal, Luis Barceló». El texto recoge fielmente su intervención, con el añadido -para edición-, del título de cabecera, y los subtítulos que sirven para introducir. Junto al autor, intervinieron también en el acto, Manuel Ruiz Robles, Mirta Núñez Díaz-Balart y Pedro A. García Bilbao.

Buenas tardes. Gracias por estar aquí.

Este acto de hoy, la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín», lo hace junto a la Sección de Ciencia y Cultura Militar, en la que estamos el propio Pedro García Bilbao como Presidente y servidor como Secretario Primero. Esa Sección, todo sea dicho, se creó -respetablemente-, en este Ateneo, el otoño del año pasado, y por personas -dicho sea también con respeto-, muy distintas a nosotros. Digamos, para entendernos, que «más conservadoras». Para entendernos…

(Este es un acto de Leales, y leales también, en este Ateneo, a la figura de D. Carlos París, fundador de la Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo en 2010)

Ocurrió, que en las elecciones para cubrir los puestos de la Sección, no ganaron -para sorpresa de muchos-, dichas respetables personas, sino quienes seguimos, y seguiremos, leales a la Convergencia para este Ateneo, la cual creamos junto a D. Carlos París en 2010.

No es la primera vez, en fin, que se nos quiso dar por liquidados, y resurgimos. Y es que, con perdón, algo sabemos del «paño» militar: Pedro tiene especialidades en Sociología de la Defensa; servidor, nueve años en la Armada española y su Arma aérea, y así un etcétera. «Algo sabemos», en fin.

Conste que no creamos nosotros la Sección, ni teníamos idea de candidatarnos a sus puestos. No. Pero se nos pidió, yo diría que vehementemente -Pedro seguro lo recuerda- y, muy probable, buscando que esas otras personas – sigamos llamándolas «más conservadoras»-, no rigieran la Sección. Así que aquí estamos en ella, por ahora.

Como curiosidad, referiré que las otras personas, quieren ahora -lo intentarán formalizar en la Junta General del Ateneo de mañana-, crear una Agrupación «también» de temas militares. También. En fin… sin comentarios. Pero creo que era importante explicar todo esto en el primer acto público de la Sección de Ciencia y Cultura Militar del Ateneo de Madrid.

Dicho ello, este es también -y mucho-, como ahora veremos, un acto de nuestra Agrupación ateneísta, y republicana, «Juan Negrín».

(Tal día como hoy y casi a esta misma hora de hace 80 años, se desencadenó el Golpe de Estado que dio la victoria al franquismo menos de un mes después, el 1 de abril de 1939. Se habla mucho del fin de la Guerra. Pero se conoce poco cómo sucedió: fue con una traición)

Tal día como hoy, exactamente hoy, a las siete de la tarde de hace justo 80 años, se desencadenó el Golpe de Estado que forzó la marcha al exilio del Gobierno legítimo de la II República española, encabezado por Negrín, y el Golpe de Estado que acabó derrumbando al Ejército Popular, y entregando a sus soldados -medio millón- y al territorio aún bajo su control (500.000 km2), a Franco.

Aunque la historiografía ha tratado seriamente aquellos hechos, conocidos como «El Golpe de Casado», por el coronel del Ejército Popular quien fue su máximo artífice (pero no estuvo solo, como veremos), sigue siendo un acontecimiento poco conocido para el público en general. No creo yo que sea casualidad.

La idea que se suele transmitir en los Medios generalistas, es que, tras de la retirada de Cataluña -de la cual sí se acostumbra a hablar prolíjamente-, la República, «ya vencida sin remisión» (eso suele decirse en esos mismos Medios), «se rindió», y los franquistas entraron en Madrid. Pero eso no es exacto, no es cierto: para que los franquistas entraran en Madrid; para que el resto del territorio español republicano fuese ocupado, se tuvo primero que dar un Golpe de Estado en toda regla contra el Gobierno de Unión Nacional -tal era su nombre oficialmente-, presidido por Negrín. Y luchar durante siete días en las calles de Madrid, con 2.000 muertos.

Sólo con esa gran traición, pudo Franco entrar en Madrid y hacerse con España.

Juan Negrín, el 14 de abril de 1942, en Londres (escogió dicha ciudad en ese momento para exiliarse, y no México, porque Londres estaba en esa época en primera línea de batalla; bajo las bombas nazis), en un discurso largo cuya lectura yo recomiendo vivísimamente; imprescindible, el Presidente narra todos los avatares de la contienda española, y en especial el Golpe capitulador de Casado. Una frase de la indoblegable voz pública de Negrín, entresaco yo ahora de cuanto entonces refirió:

«Es mentira que se hubiera perdido la guerra. Lo que se hizo, fue entregar acogotado al pueblo español, que aún sigue luchando»

Así dijo Negrín. Y en efecto, seguimos luchando. No nos rendiremos jamás, decimos hoy.

¿Por qué se habla poco e inexacto del Golpe de Casado en los grandes Medios, e incluso en grandes organizaciones políticas? Yo creo, me atrevo a decirlo, que el motivo está, en que el espíritu de dicho Golpe, sigue vivo. La efeméride de hoy, por tanto, también nos remite al presente de la izquierda en general, y del republicanismo en particular. Sé que de todo esto hablarán las personas de la Mesa. Tenemos la suerte de contar con su presencia hoy aquí. Antes de pasarles la palabra, quiero referir algunas cuestiones, sin mucho tiempo para profundizar en ellas:

(Aunque parezca sorprendente, este de hoy es el primer acto de Homenaje específico y público, al coronel del Ejército Popular de la II República española, Luis Barceló Jover, quien estuvo muy cerca de derrotar al Golpe de Estado capitulador, y pagó por ello con su propia vida)

El acto de hoy es también, como su mismo título indica, un Homenaje al coronel Luis Barceló Jover, quien encabezó en Madrid la resistencia al Golpe casadista. De hecho, lo tuvo contra las cuerdas el 9 de marzo. Pero faltó la conexión -no había medios posibles para ella-, con el Gobierno, el cual se vio obligado a abandonar España el 6 de marzo, a punto de ser capturado por los golpistas.

El coronel Barceló, quien tenía acorralado a Casado en los sótanos del Ministerio de Hacienda, calle de Alcalá, no intentó el asalto final y se replegó a sus cuarteles. Allí fueron a los Golpistas para fusilarle, en el Cementerio del Este, el 15 de marzo, pagando su humanidad, con la abyección de los traidores.

Creo que, en puridad, el coronel Luis Barceló, puede y debe ser recordado como «el último defensor» del Madrid capital de la II República española.

Militar de carrera, masón, republicano y afiliado al Partido Comunista, fue uno de los principales organizadores de la UMRA (Unión Militar Republicana Antifascista), factor decisivo en la contención del Golpe del 18 de julio de 1936.

Barceló luchó destacadamente en la guerra de resistencia del pueblo español al fascismo, siendo herido en dos ocasiones, una de ellas, en el asedio del Alcázar de Toledo.

Hemos revisado, aunque sin tiempo para hacerlo de forma exhaustiva. Pero creemos poder afirmar, que este de hoy aquí, es el primer acto público de homenaje específico y anunciado, a su persona; al coronel Luis Barceló Jover. «El primero». No buscamos zaherir a nadie con ese olvido, pues lo enmarcamos dentro de la bruma general y la desmemoria interesada, que rodean al Golpe contra el Gobierno de Negrín, del 5 de marzo de 1939. Pero resulta claro para nosotros y nosotras, que debía reivindicarse la figura, trágica y heroica, de Luis Barceló. Y así los hacemos, aun con los limitados medios materiales de que disponemos.

Con el homenaje a este soldado leal, homenajeamos también a todas las personas quienes no traicionaron.

(El Golpe capitulador del 5 de marzo de 1939, es un ejemplo claro de cómo el anti-comunismo constituye toda una «ideología» en sí, y cómo los anti-comunistas, en última instancia, prefieren entenderse con los franquistas, a estar en un Frente Popular junto a comunistas)

Se ha escrito en demasiadas ocasiones, que en marzo de 1939, al Gobierno de Negrín sólo lo apoyaban los comunistas. Es cierto que en ese momento, el PCE era el único partido que apoyaba en bloque. Pero había también personas en el propio PSOE -González Peña, por ejemplo; como Negrín y otros más, expulsado en 1946-, en la CNT (su Secretario General, Horacio M. Prieto), e Izquierda Republicana (Osorio Tafall, por ejemplo), leales.

Es igualmente verdad, que dichas organizaciones -y el PNV, y Esquerra de Catalunya…- estaban ya por entonces, muy minadas por la traición entreguista. Pero la «línea de fractura», como bien ha explicado el profesor García Bilbao en más de una ocasión, nunca estuvo entre comunistas, y el resto. La línea de fractura, estuvo entre quienes querían capitular, y quienes querían resistir. Eso era, en puridad, lo que se llamó «negrinismo»: no rendir la República española. ¡No rendirla!

Hay un componente de especial abyección, de mayor miseria moral, en el Golpe del 5 de marzo de 1939, el cual -como ha demostrado la historiografía-, llevaba ya gestándose desde casi un año antes: la premisa del Golpe, pasaba por entregar a los comunistas, y en general, a todos los partidarios de la resistencia (los llamados, repito, «negrinistas»); entregarlos, digo, maniatados a Franco. Era la forma -creían en su ineptitud los golpistas-, de hacer méritos ante el asesino; de buscar su inexistente benevolencia.

Al furor anticomunista y antinegrinista, entraron, como sabemos, personajes tal Julián Besteiro y Cipriano Mera, fundamentales en el Golpe. Aquel furor no se ha extinguido y es, en mi opinión, otra enseñanza en clave de presente: se puede ser republicano, republicana, y no-comunista. Me lo habréis oído decir más de una vez, aunque yo lo sea (comunista).

(No hace falta ser comunista para ser republicano. Ni mucho menos. Pero, en mi opinión, es imprescindible no ser anti-comunista)

¿Dónde está escrito que ser republicano, republicana, obligue a ser comunista? Eso es una majadería. Pero cuanto tampoco se puede ser, es republicano y anti-comunista. Porque el anticomunismo, es toda una «ideología» en sí, y profundamente reaccionaria. Profundamente.

El anti-comunismo sirvió de «pegamento» a los golpistas del 5 de marzo de 1939, en connivencia con Franco. Es otra herencia del «casadismo», y yo me temo que sigue habiendo mucho (casadismo) también en ámbitos de izquierda, y también en este Ateneo.

A Negrín -está documentado-, le pedían ya desde 1938, los futuros golpistas, que prescindiera de los comunistas. Que los sacrificara. Hombre de honor, socialista de verdad y republicano insobornable, siempre se negó en redondo.

A nosotros y nosotras, la Agrupación «Negrín» del Ateneo de Madrid, no nos gusta emplear la palabra «traición» vanamente; a las primeras de cambio. Precisamente, nosotros y nosotras, que sabemos… Que permanecemos aquí, leales a la Convergencia específica para este Ateneo, formada junto a Carlos París. Ni la lisonja, ni la dádiva, ni el amedrantamiento, han logrado que quebremos nuestra lealtad, ni lo lograrán.

(La esencia última de una traición, es el ventajismo personal, el pensar: «dejo a mis compañeros y compañeras que luchan, en la estacada, y yo obtengo un salvoconducto»)

No nos gusta usar la palabra traición… Traición (otra suma enseñanza del Golpe de Casado) es cuando «vendes» y sacrificas sin su consentimiento, a quienes han estado luchando junto a ti y por la misma noble causa (se suponía). Cuando les abandonas para obtener ventaja, o supuesta ventaja, personal. Los casadistas, creían que les iban a dar puestos en el Ejército de Franco, y en su remedo de sindicalismo.

Lo que de veras divide a la izquierda; lo que de verdad divide, no es la pasión, la firmeza o la convicción, que de todo ello tenía en cantidades generosas Negrín. No, no: cuanto divide, es la traición. Que no consiste en cambiar de idea, de pensamientos. Todos tenemos derecho a tal, por supuesto que sí. «Traición», repito, y hablo en genérico, es vender a los compañeros y a las compañeras quienes confiaron en ti; a quienes debes tu puesto. Venderles por irte a ti mejor, o así crees. A eso le llamo yo traición, y por eso no uso yo la palabra con facilidad. Cuando la use, como hago con respecto al Golpe de Casado, será por eso.

(Lo que le decía Lope de Aguirre a un Rey de España y lo que le digo yo, educadamente, a un Presidente de España)

Termino:

Recuerdo que hace tiempo, leí la carta que Lope de Aguirre -sí; el de los marañones-, le envió, desafiante, a Felipe II. Empezaba tuteándole: «Mira, mira, Rey de España», decía. Yo quiero ahora parafrasear a Lope de Aguirre, para que no falte una pizca de ironía en mis palabras, que han sido graves:

Mira, mira, Presidente de España (todavía): que no te reprocho y hasta te agradezco, que hayas ido a las tumbas de Azaña y de Machado, aunque les hayas puesto la bandera de sus verdugos. Pero entiendo que no tienes otra aún. Yo sí, y te la ofrezco, si gustas. (señalando la bandera roja, amarilla y morada, que preside la Mesa. N.d.A)

Pero yo no te reprocho eso, mas que luego hayas afirmado, que la Constitución del 78 es como la República (y esto, sin negar yo a quienes lucharon por aumentar las libertades entonces. Pero no estamos en la República). No, no y no, Presidente de España. No zahieras. Lee la carta abierta que te ha escrito, y ha publicado, Lidia Falcón. Feminista histórica, republicana, viuda de nuestro Presidente Carlos París. Lee por favor esa carta. En ella se te explica por qué no.

Y escucha, escucha, Presidente de España, lo que te decía tu compañero de partido, aunque no fueses a visitar su tumba en París (que te lo disculpo). Pero decía, ya estando en el exilio -lo cual le da más valor-, tu antecesor en la Presidencia del Gobierno de España; Negrín, decía:

«Ningún español, patriota, conocedor de nuestra historia, puede ser monárquico sin ninguna aberración mental fundamental (…) No podemos por ningún concepto admitir, ni siquiera como transición, la Monarquía en España (…) No; la Monarquía, nunca jamás»

Así decía Negrín. Y sirvan esas palabras de nuestro Presidente -hablo ya del todo en serio y con gran respeto-; sirvan, no sólo para Pedro Sánchez, mas para quien, esté donde esté, crea que en España tenemos algo como la República. No tenemos. Y por ello, pese a quien le pese, seguiremos en nuestro activismo, hasta lograrla.

Gracias, compañeras y compañeros. ¡VIVA LUIS BARCELÓ! ¡VIVA JUAN NEGRÍN! ¡VIVA LA REPÚBLICA ESPAÑOLA!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.