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Un ejemplo de lucha de éxito en Cementos Lemona

Fuentes: Gara

Siete meses de lucha, cinco de ellos en huelga indefinida y acampados frente a la empresa, han tenido premio: la readmisión de los despedidos y la garantía de las condiciones laborales. CCOO y UGT se rindieron en Madrid y firmaron todo lo que la direción del grupo multinacional FCC les puso sobre la mesa. Dejaron […]

Siete meses de lucha, cinco de ellos en huelga indefinida y acampados frente a la empresa, han tenido premio: la readmisión de los despedidos y la garantía de las condiciones laborales. CCOO y UGT se rindieron en Madrid y firmaron todo lo que la direción del grupo multinacional FCC les puso sobre la mesa. Dejaron el futuro de Lemoa a merced de empresarios irresponsables. Sin embargo, los trabajadores de Cementos Lemona, con ELA y LAB a la cabeza, se mantuvieron en pie, en la lucha.

Sin duda, hay muchos que han mantenido esa llama. La llama de la esperanza y del ser de la clase trabajadora. Esa que te permite ver el camino, las pisadas de otros que vinieron por delante nuestro y que derramaron sangre, sudor y lágrimas. Por ellos, pero también por nosotros y nuestros hijos, la lucha debe seguir. Seguirá, a buen seguro.

Hablo mucho con Periko Solabarria y él, a sus 83 años, sigue con esa máxima de la lucha, de ocupar la calle, porque es la expresión del pueblo.

En Euskal Herria hay, la verdad, demasiado conflictos laborales abiertos. Menciono solo algunos, pero hay más, donde los empresarios se van y abandonan a su suerte a los trabajadores, como es el caso de Virtisú en Zalla con el agravante de que la Diputación de Bizkaia es parte del accionariado; los del Grupo San Eloy de Abadiño y Elorrio, otro tanto, aunque en este caso es el Gobierno de Gasteiz el accionista. Corrugados de Azpeitia y otras más. La realidad es que llega el Primero de Mayo una fecha histórica que debe hacernos mirar hacia atrás, por quienes nos trajeron hasta aquí, pero sobre todo hay que mirar hacia ese futuro, pero ¡libres!

Los empresarios se quejan de todo, pero los números les dejan con el culo al aire. En el sexenio de la abundancia, del beneficio fácil y de la reducción de impuestos a los que más tienen, es decir del 2002 al 2006 las empresas cotizadas en bolsa acumularon unos beneficios netos de 186.878,7 millones de euros. En cambio, en el sexenio de la crisis económica, desde el 2007 (cuando comenzó) hasta el 2012 los beneficios netos logrados por los empresarios han alcanzado los 192,331,31 millones. Un 3% más que en la época de la abundancia. ¡Basta ya!

Fuente: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130429/400235/es/Un-ejemplo-lucha-exito-Cementos-Lemona