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El número de presos se ha multiplicado respecto a los años 70 y la criminalidad no ha variado

Un estudio demuestra que las cárceles en EEUU son «caras e inefectivas»

Fuentes: BBC

El sistema penitenciario de Estados Unidos es «caro e inefectivo», según un estudio publicado este lunes por el grupo de investigación Instituto Justicia Para Todos ( JFA, por sus siglas en inglés). «La gente cree que las sentencias largas tienen un impacto en la reducción del crimen, pero eso es mentira», le señaló a la […]

El sistema penitenciario de Estados Unidos es «caro e inefectivo», según un estudio publicado este lunes por el grupo de investigación Instituto Justicia Para Todos ( JFA, por sus siglas en inglés).

«La gente cree que las sentencias largas tienen un impacto en la reducción del crimen, pero eso es mentira», le señaló a la BBC el director de este centro, James Austin.

El estudio, titulado Liberando a los EE.UU., enfatiza que el índice de criminalidad comparado con el de 1973 no ha variado, a pesar de que la población en las cárceles es ocho veces mayor que en los años 70.

Austin asegura que hay muchos casos en que las sentencias son exageradamente largas y por lo tanto contraproducentes.

Un ejemplo es el de una mujer que fue condenada a dos años de prisión por tirar una taza de café a otro automóvil en Miami, durante un pleito de tráfico.

Fallos

«No sólo hablamos de sentencias ridículamente largas al considerar los delitos cometidos, pero también vemos que mucha gente pierde la libertad condicional debido a violaciones técnicas, o burocráticas», señaló Austin.

En la actualidad, más de 1,5 millones de personas viven en las cárceles estadounidenses, pero la cifra podría aumentar en los próximos cinco años, con un costo para los contribuyentes de más de US$27.000 millones para construir más prisiones y mantenerlas.

El Instituto FDA dice que una reforma es necesaria, no sólo en la manera en que se sentencia a los delincuentes en los EE.UU., pero también en el sistema de libertad condicional.

El director del centro, sin embargo, sabe que su lucha está casi perdida.

«Nuestras investigaciones indican que el sistema actual no funciona, pero estamos conscientes en que la opinión pública cree que hay que tener una mano dura ante el crimen y es difícil que las leyes cambien si no hay apoyo en la población», admitó Austin.

Y más fallos

La administración Bush apoya sentencias severas para disminuir la criminalidad y en el Congreso, donde tendría que comenzar la presión para las reformas, tampoco existe un debate abierto sobre el costo beneficio del actual sistema penitenciario.

El número de reclusos, además, no es el único problema que enfrenta el sistema de justicia.

En un articulo titulado «injusticia silenciosa», el Washington Post destacó este lunes en su primera el caso de varios acusados que se encuentran ahora en prisión debido a una prueba forense que fue descartada hace más de dos años por su ineficacia.

El diario pone el ejemplo del ex policía James Kulbicki acusado de asesinar a su novia en 1995 por el «análisis comparativo de plomo de bala», a pesar que no se encontró ninguna otra evidencia.

Esta técnica fue descalificada en el 2004 por la Academia Nacional de Ciencias porque el proceso no era confiable, ni era una prueba irrefutable de que el arma de Kulbicki fuera utilizada en el crimen.

Sin embargo, debido a la lentitud del proceso, tanto el ex policía como otros acusados siguen en prisión.