Recomiendo:
0

Un experto en derechos humanos dice que un severo interrogatorio a un niño palestino de 13 años «puede equivaler a tortura»

Fuentes: Mondoweiss

Traducido de inglés para Rebelión por J. M.

https://www.youtube.com/watch?v=R4DPtHlEYSA (Trozo de video que muestra el interrogatorio de Amhad Manasra, filtrado por Ma’an. Fuente: Twitter)

Este controvertido vídeo se filtró a los medios de comunicación palestinos el 8 de noviembre revelando un agresivo interrogatorio de la seguridad israelí a un niño de 13 años, Ahmad Manasra, acusado el 30 de octubre por el Tribunal de Distrito de Jerusalén de Israel por intentar asesinar a dos israelíes cerca del asentamiento de Pisgat Zeev, en Jerusalén Oriental.

El vídeo de 10 minutos muestra a un interrogador israelí abusando verbalmente y gritando maldiciones al chico visiblemente angustiado, cuestionando duramente sus motivos y al que terminó acusando de asesinato. Al parecer, el vídeo muestra a continuación al joven adolescente confesando el crimen bajo una considerable presión.

Desde el momento en que el trozo de video se hizo viral se ha producido una fuerte indignación pública, con grupos defensores de los derechos que condenan lo que parece ser una violación de los derechos reconocidos para el tratamiento de los menores en custodia.

Brad Parker, abogado y funcionario internacional de Promoción en Defensa de los Niños de Palestina, habló con Mondoweiss sobre las implicaciones legales del video. «Las circunstancias descritas en el video presentan una situación que puede equivaler a tortura», explicó. «Al determinar si ciertos actos constituyen tortura, la edad del niño debe tenerse en cuenta. Se ve a los interrogadores israelíes utilizando abuso verbal, intimidación y amenazando con infligir sufrimiento mental aparentemente con el propósito de obtener una confesión».

Parker dijo que el vídeo ofrece evidencia de una violación de las normas internacionales utilizadas para con menores según lo dictado por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que Israel firmó en 1991. De acuerdo con Parker, «[la Convención] prohíbe la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o penas o tratos degradantes. Esta prohibición es absoluta. Sin embargo los malos tratos y la tortura de niños palestinos detenidos por los militares y la policía israelí son generalizados y sistemáticos».

Junto a estos derechos fundamentales que parecen haber sido descuidados, el derecho internacional establece que un niño no puede ser interrogado sin la presencia de sus padres o tutor. Tareq Barghouth, uno de los abogados de Manasra, afirma que al muchacho no se le ha permitido el contacto con su familia desde el ataque y que ha sido objeto de abuso psicológico por parte de las fuerzas de seguridad. «Amenazaron con que lo matarían, con demoler su casa y encarcelarlo», dijo Barghouth. «Le escupieron. Uno de los funcionarios, abrió su Skype con su novia y ella también comenzó a insultarlo a través de Skype».

Otro aspecto polémico del tratamiento de Manasra desde su detención fue la decisión del Gobierno israelí de publicar su fotografía. La ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos denunció la medida como inherentemente política. «El hecho de que se trata de una foto de un menor en custodia que fue fotografiado sin la autorización de sus padres es una violación de las leyes del derecho de privacidad y del derecho de los jóvenes… Aún más inquietante es que, según se informa, las instrucciones [de publicar la foto] vinieron directamente de la oficina del ministro de Salud [Yaakov Litzman] y que la imagen misma fue distribuida por la Oficina del Primer Ministro».

«¿Qué me está pasando?»

En el video del interrogatorio un oficial se sienta detrás de un escritorio gritando al muchacho en árabe, «¿Por qué le apuñalas? ¿Por qué le apuñalas? »

El angustiado Manasra suplica y se golpea repetidamente la cabeza con las manos diciendo que no puede recordar y suplica al interrogador que le crea diciendo: «No recuerdo nada. Por el amor de Dios, ¡créeme! Me desperté al día siguiente, a las cuatro. Tenía un golpe en la cabeza, ¡No me acuerdo! ¿Qué me está pasando?»

Entre el aluvión de gritos y maldiciones se oye decir a Manasra «tal vez me estoy volviendo loco» y pide al oficial que «le lleve al médico para una revisación» al mismo tiempo que grita y se golpea la cara con las manos.

El oficial le grita continuamente «¡mentiroso!», le dice que «se calle», le acusa de matar a «dos judíos» y de apoyar «al enemigo en tiempo de guerra». El niño está claramente confundido por la declaración y le pregunta «¿Qué guerra? ¿Qué tengo que ver con una guerra?»

El interrogador procede a gritar violentamente a Manasra, que finalmente dice, «todo lo que dices es cierto, según el video es cierto. Pero no me acuerdo… Sólo creí lo que sucedió cuando vi las imágenes».

A pesar de admitir el crimen, Parker dijo a Mondoweiss que el contexto de la coerción niega la validez de la confesión. «El derecho internacional exige que cualquier declaración hecha como resultado de tortura o malos tratos debe ser excluida como prueba en cualquier procedimiento», explicó. «Ninguna confesión o declaraciones incriminatorias hechas por Ahmad como resultado de tortura pueden utilizarse como pruebas contra él».

Antes de la publicación de las imágenes del interrogatorio el caso llegó a los titulares cuando el presidente palestino Mahmoud Abbas declaró erróneamente que el ejército israelí había ejecutado a Ahmad Manasra después del ataque. Durante el incidente, que ocurrió el 12 de octubre, dos israelíes de 13 y 21 años resultaron gravemente heridos y a otro de15 años primo de Manasra, Hassan, le mataron a tiros las fuerzas israelíes. Un coche empujó al suelo a Mansara cuando trataba de huir de la escena.

Una película inquietante tomada por un transeúnte de las consecuencias inmediatas del ataque también fue viral, mostrando el pequeño cuerpo de Mansara tendido en la acera en un charco de sangre, mientras los espectadores aullaban «¡Muere, hijo de puta, muere!»

Según la fuente local de noticias Maan, el tribunal rechazó las súplicas de la familia para poner a Manasra bajo arresto domiciliario. Estará detenido en un centro cerrado en Galilea hasta su procesamiento, con su próxima cita en la Corte fijada para el 6 de diciembre.

Según la legislación israelí actual Manasra no puede cumplir pena de prisión hasta que cumpla 14 años en enero, después de lo cual podría enfrentarse a años de cárcel. Sin embargo este caso particular ha llevado al ministerio de Justicia de Israel a redactar un proyecto de ley hace unos días con la propuesta que niños de sólo 12 años puedan ser condenados a penas de prisión si son declarados culpables de homicidio, asesinato o intento de asesinato. El proyecto de ley se aplica a los residentes palestinos de Jerusalén a pesar de que no son ciudadanos del Estado de Israel.

Lamentablemente no parece que el caso de Manasra sea el último de este tipo que involucra a menores palestinos. Ali Ihab Hassab Ali, de 12 años, recibió tres disparos después de apuñalar a un guardia israelí en Jerusalén ayer y se encuentra detenido bajo custodia de la policía israelí en el hospital Hadassah.

Los niños detenidos por el ejército israelí

 Ahmad Manasra llevado por las autoridades israelíes en un centro de detención (Fuente: Twitter)

El arresto y la detención de niños palestinos sin un juicio en los tribunales militares israelíes es un método común utilizado por las fuerzas israelíes en un intento de disuadir la participación en la resistencia o la violencia. De acuerdo con la asociación de derechos humanos Addameer aproximadamente 700 niños palestinos menores de 18 años son detenidos e interrogados por el ejército israelí cada año. De hecho, los militares israelíes allanaron una casa en Hebrón el mes pasado tratando de detener a un niño palestino acusado de lanzar piedras y descubrieron que tenía 3 años de edad.

En un informe publicado en julio de 2015, Human Rights Watch señaló que «el ejército israelí ha utilizado una fuerza innecesaria para arrestar o detener a los niños palestinos desde la temprana edad de 11 años», incluyendo asfixiarlos lanzándoles granadas de aturdimiento, golpeándolos mientras se encuentran bajo custodia e interrogarlos sin la presencia de los padres o abogados.

Hablando del abuso sistemático que hace Israel de los niños, Parker dijo que «los malos tratos y la tortura de niños palestinos en detención militar israelí está muy extendida, con alrededor del 75 % de los niños detenidos de Cisjordania que sufren algún tipo de violencia física durante la detención, los traslados o los interrogatorios. A pesar de los reiterados llamamientos para poner fin a los malos tratos y la tortura de niños palestinos en cárceles israelíes, Israel ha fallado persistentemente en implementar cambios prácticos para poner fin a la violencia contra los niños detenidos».

Hasta la fecha 77 palestinos han muerto desde el comienzo del mes pasado, 13 de los cuales son niños asesinados por las fuerzas israelíes, que están siendo acusados por organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional de asesinatos «ilegales» que se asemejan a «ejecuciones extrajudiciales». El aumento del uso de métodos extremos utilizados por los militares israelíes en reacción a la ola actual de violencia plantea graves preocupaciones sobre el trato a los menores palestinos, en virtud de un aparato judicial notorio por el maltrato sistemático de los niños.

Fuente: http://mondoweiss.net/2015/11/interrogation-palestinian-torture