Recomiendo:
0

Un héroe de nuestros tiempos

Fuentes: Progreso Semanal

Todos necesitamos un héroe. Durante mi vida he tenido muchos. Desde figuras deportivas -Eddie Joost, paracorto de los Atléticos de Filadelfia, cuando yo estaba creciendo -, hasta políticos -JFK y Eugene McCarthy-, pasando por periodistas como Edward R. Murrow y Molly Ivins. Hoy tengo un nuevo héroe: el sabio de Omaha. No lo conozco personalmente, […]

Todos necesitamos un héroe. Durante mi vida he tenido muchos. Desde figuras deportivas -Eddie Joost, paracorto de los Atléticos de Filadelfia, cuando yo estaba creciendo -, hasta políticos -JFK y Eugene McCarthy-, pasando por periodistas como Edward R. Murrow y Molly Ivins.

Hoy tengo un nuevo héroe: el sabio de Omaha. No lo conozco personalmente, no tengo, ni puedo darme el lujo de tener, una sola acción de su compañía, Berkshire Hathaway ($112,000 el 12 de octubre). Pero creo que Warren Buffett es el héroe perfecto de hoy, porque nos recuerda que ser norteamericano no es ser avaricioso. Y él está dispuesto a arriesgar su dinero para probarlo.

Ciertamente Buffett es un raro personaje. Es un billonario que dice que no hay nada de malo en pedir a los norteamericanos más ricos que paguen más impuestos. Su argumento es que, como han sido tan exitosos, los que estén en la punta de la pirámide deben agradecer poder pagar más impuestos a un país que les ha dado tantas oportunidades ilimitadas. Al menos deben sentirse felices de pagar la misma tasa de impuestos que la persona que les corta el cabello, siega su césped o conduce su auto.

En resumen, Buffett es un hombre rico que está dispuesto a pagar un parte justa de los impuestos. Y por esa razón se ha ganado la enemistad de los líderes republicanos actuales, que tratan de demonizarlo. Lo han acusado de mentir. Lo condenaron por no pagar voluntariamente impuestos más altos. Y le exigen que publique su declaración de impuestos.

Como no se amilana fácilmente, Buffet aceptó el reto. En una carta al reprresentante republicano por Kansas Tim Huelskamp, el inversionista billonario reforzó su caso al revelar tanto la abrumadora cantidad de dinero que ganó el año pasado y la cantidad relativamente pequeña que pagó en impuestos.

El 2010 fue un buen año para Buffet. Sus ingresos brutos ajustados fueron de $62 855 038. Después de hacer donaciones a organizaciones de caridad y otras deducciones, sus ingresos netos fueron de $39 814 784. Pagó solamente $15 300 en impuestos de nómina, la misma cantidad que cualquier asalariado que gane $107 000. Encima de esto, pagó $6 923 494 en impuestos federales sobre los ingresos. Eso es mucho dinero, no hay duda, pero solo significa una tasa general de impuestos de 17,4 por ciento.

Comparen eso con lo que pagan otros norteamericanos. Según el Centro de Política Tributaria, la tasa promedio para el 80 a 90 por ciento de los contribuyentes, los que ganan entre $103 000 y $163 000 al año, es de 18,2 por ciento. Los que ganan más de $211 000 pagan 19,8 por ciento, y los que ganan entre $211 000 hasta $533 000, pagan como promedio 20,4 por ciento.

Buffet demostró que tiene razón. Él es el segundo hombre más rico de EE.UU. Y sin embargo, según las reglas, paga una tasa de impuestos más baja que 95 por ciento de los norteamericanos contribuyentes. Eso no es justo, dice él. «Mis amigos y yo hemos sido mimados demasiado por un Congreso favorable a los billonarios», escribió en agosto en un artículo en la página editorial/de opinión de The New York Times. «Es hora de que nuestro gobierno adopte una actitud seria acerca del sacrificio compartido». Y el pueblo norteamericano está de acuerdo. Según la más reciente encuesta de Noticias CBS, 64 por ciento de todos los norteamericanos -incluyendo 83 por ciento de demócratas y 40 por ciento de republicanos – están de acuerdo en que se debe aumentar los impuestos a los millonarios a fin de disminuir el déficit.

Los únicos que están de acuerdo con la injusticia del actual sistema tributario son los actuales líderes republicanos, los cuales siguen aferrados al mito de que reducir los impuestos a los ricos es la manera de crear nuevos empleos -cuando de hecho, toda la evidencia demuestra precisamente lo contrario. En 1993, Bill Clinton aumentó la tasa máxima del impuesto sobre los ingresos a 36 por ciento. El resultado fue 22 millones de nuevos puestos de trabajo y un superávit presupuestario. En 2001 y 2003, George W. Bush redujo los impuestos a los norteamericanos más ricos. El resultado fue una pérdida de 8 millones de empleos en el sector privado y déficits abrumadores. El presidente Obama prorrogó por dos años las reducciones de impuestos de Bush, pero aún hay 14 millones de norteamericanos desempleados en la actualidad.

Warren Buffett no es el primero en servir de campeón a la justicia tributaria. En 1985, el presidente Reagan dijo: «Vamos a eliminar las lagunas tributarias improductivas que han permitido a los verdaderamente ricos dejar de pagar su proporción justa. En teoría, algunas de esas lagunas eran comprensibles, pero en la práctica a veces hicieron posible que algunos millonarios no pagaran nada, mientras que un conductor de autobús pagaba 10 por ciento de su salario. Y eso es una locura».

Si los republicanos no creen lo que dice Warren Buffet acerca de los impuestos, quizás debieran comenzar a escuchar a Ronald Reagan.

Fuente: http://progreso-semanal.com/4/index.php?option=com_content&view=article&id=3932:un-heroe-de-nuestros-tiempos&catid=3:en-los-estados-unidos&Itemid=4