La legendaria Scherezada cambió por tercera ocasión sus atractivas historias de «Las mil y una noche» por un disco compacto quemado con 1.000 y un artículos, ensayos de fondos o libros, que pretenden contribuir desde su pequeño espacio a un mayor acceso a la bibliografía especializada en Cuba. La iniciativa del Centro Teórico Cultural Criterios […]
La legendaria Scherezada cambió por tercera ocasión sus atractivas historias de «Las mil y una noche» por un disco compacto quemado con 1.000 y un artículos, ensayos de fondos o libros, que pretenden contribuir desde su pequeño espacio a un mayor acceso a la bibliografía especializada en Cuba.
La iniciativa del Centro Teórico Cultural Criterios intenta ofrecer «la mayor cantidad de información internacional que, por razones económicas o político-culturales, no se publican, no circulan, no están en las librerías o bibliotecas» cubanas, explicó a IPS su director Desiderio Navarro y organizador de «Los mil y un textos en una noche».
Tras varias meses de preparación y envíos masivos por correo electrónico de los listados por temas, Criterios entregó de forma gratuita textos sobre literatura, artes plásticas, cine, teatro, música, danza, televisión, arquitectura y urbanismo, antropología, raza y religión, estética, semiótica, culturología, deporte, el Caribe y la traducción.
Entre las atracciones de esta edición se encontraron además estudios de género, lésbicos y gay, así como materiales teóricos sobre los aspectos culturales de las tecnologías de la comunicación y la información, Internet y los blogs, entre muchas otras esferas investigativas.
Sumando las ediciones de 2007 y 2009, Criterios ha ofrecido libremente hasta el momento 3003 textos de muy difícil acceso en Cuba, en idiomas como español, francés e inglés.
Entre los autores aparecen el sociólogo francés Pierre Bourdieu o Homi K. Bhabha, uno de los nombres más representativos de Postcolonialismo.
En palabras de su principal impulsor, se trata de verdaderas «inyecciones masivas» de pensamiento cultural internacional contemporáneo.
«Yo no aspiro a llenar las lagunas existentes: es utópico. Sólo persigo que la gente tenga un poco la idea de cuánto no sabe», aclaró Navarro, también crítico de arte. La mayoría de los trabajos incluidos en la iniciativa llegan a este editor directamente de sus autores, y el valor de cada uno oscila entre los seis y 28 dólares, explicó.
CUATRO DÉCADAS SOCIALIZANDO EL SABER
«Los mil y un textos en una noche» se anunció desde el mes de septiembre pasado como una de las acciones previas a la celebración en 2012 del 40 aniversario de Criterios. Lo que apareció como una sección en la revista La Gaceta de Cuba se convirtió con los años en lo que para algunos en una iniciativa única en América Latina.
Traductor de 15 idiomas, Navarro logró en este tiempo, marcado con las altas y bajas de la crisis económica y la falta de financiamiento, la publicación de más de 350 importantes ensayos críticos sobre estética y teoría de la literatura, las artes y la cultura, de más de 200 autores de una treintena de países, incluido el antiguo bloque socialista.
En 2007, a raíz de un debate por correo electrónico sobre la política cultural cubana de los años 60 y 70 en el país, Criterios coordinó un ciclo de conferencias sobre el impacto en diferentes sectores culturales y del pensamiento de lo que se llamó «el quinquenio gris», pero cuyos efectos llegan hasta nuestros días. «La historia no puede repetirse», fue el mensaje soterrado del análisis histórico de las condiciones que llevaron a la censura de obras de arte, el ostracismo de no pocos artistas y a la separación de no pocas personas de los sectores de la educación y la cultura por su orientación sexual o creencias religiosas.
Para Navarro, «el pensamiento cultural es un valor frente a los que creen que es mejor que la gente no piense para que no se confunda, que sepan menos para que no se vayan a equivocar, que sepan una sola cosa para que no tengan la posibilidad de error, y que es mejor dárselo incluso masticado, predigerido, elegido».
RECEPTIVIDAD JUVENIL
Con la única condición de llevar un disco compacto virgen para entregar a cambio del soporte quemado previamente, una masa de personas, en su mayoría jóvenes, se benefició este año de la idea que, según Navarro, se asemeja a los servicios de una biblioteca: «gratuita, para uso investigativo, no comercial y no reproducible».
«En estos tres años, el público ha sido fundamentalmente joven y universitario», comentó el autor de libros como «La causa de las cosas» (2007) y lamentó la poca afluencia de personas de generaciones más maduras, tendencia que podría mostrar falta de interés por la actualización informativa y teórica.
«Esta es una vía importante porque tenemos textos actuales en algunos cursos, solo una que otra vez. Esta práctica no es cotidiana por la escasez de recursos» en el país, dijo a IPS Rosa Pérez, responsable del diseño de políticas culturales en la Dirección Provincial de Cultura de la capital cubana.
En tanto, Marco Antonio Díaz, estudiante de Dramaturgia del Instituto Superior de Arte, consideró muy efectiva la iniciativa de Criterios de compartir textos en formato digital. «Es una forma viral de contagiar información y dispersar la cultura y el conocimiento entre los jóvenes sobre todo», opinó.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, sólo 1,4 millones de los 11,2 millones de habitantes de esta isla tenían teléfonos en sus casas en 2008, apenas 630.000 tenían computadora y sólo 13 por ciento estaba conectado a Internet. Se estima que unas 240.000 personas acceden a la red mundial de computadoras.
El gobierno cubano sostiene prioriza el acceso a Internet desde los centros de trabajo o estudio por las limitaciones técnicas y de conectividad que presenta como resultado de las sanciones económicas de Estados Unidos contra el país. Por el mismo motivo, la población no puede realizar compras en línea. «Hoy día la gente dice: todo está en Internet. La buena noticia es que hay Internet. La mala es que casi todo lo bueno en Internet hay que pagarlo y, por lo regular, muy caro», comentó Navarro.