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Acerca de cómo Bush entronizó a un nuevo Ku Klux Klan en el Poder Judicial

Una organización conservadora decide las designaciones judiciales

Fuentes: Proyecto Censurado/Parelelo 21

En 2001 George W. Bush eliminó el rol que durante muchos años desempeñó la Asociación de la Barra Americana (ABA) en la evaluación de los futuros jueces federales. Los nombramientos sugeridos por la ABA guardaron siempre un equilibrio entre extremistas de derecha y magistrados progresistas. En su lugar, Bush viene utilizando a la Sociedad Federalista […]

En 2001 George W. Bush eliminó el rol que durante muchos años desempeñó la Asociación de la Barra Americana (ABA) en la evaluación de los futuros jueces federales. Los nombramientos sugeridos por la ABA guardaron siempre un equilibrio entre extremistas de derecha y magistrados progresistas. En su lugar, Bush viene utilizando a la Sociedad Federalista para los Estudios de la Ley y el Orden Público, una organización de carácter nacional que tiene «la misión» de construir una agenda conservadora para desplazar a todo el sistema legal del país hacia la extrema derecha.

La Sociedad Federalista arrancó en 1982, impulsada por un pequeño grupo de estudiantes conservadores radicales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago, entre otros Steven Calabresi, David McIntosh y Lee Liberman. El Fiscal General de Ronald Reagan –Edwin Meese– fue un temprano patrocinador de esta sociedad que hoy incluye a más de 40.000 abogados, jueces y profesores de derecho. Entre los miembros más prominentes se encuentran el ex ministro de Justicia John Ashcroft, el Procurador General Theodore Olson, los ministros de la Corte Suprema de Justicia Clarence Thomas y Antonin Scalia, el presidente del Comité Judicial del Senado Orrin Hatch y el juez federal de apelación Frank Easterbrook. Bajo los gobiernos de ambos Bush, los nombramientos judiciales han sido coordinados por la Oficina del Consejero Legal del Presidente, con personal dominado por federalistas.

Jamin B. Raskin escribió que las preocupaciones tradicionales de los jueces conservadores consistían en que sus fallos «protegieran a las minorías políticas de derecha de la sumisión a una mayoría aplastante». Raskin dijo que la preocupación ahora es lo contrario. Estos jueces constituyen una minoría política que mina las «derechos democráticos de la gente».

Con la ayuda de la Sociedad Federalista, Bush adquirió la capacidad de volcar a los tribunales de justicia a la ideología de ultra derecha. Los federalistas se proponen controlar todas las cortes federales de circuito, que satisfagan las demandas de la derecha radical en temas de raza, religión, clases sociales, dinero, moralidad, aborto y energía. Actualmente, los jueces anti-aborto controlan siete de las 12 cortes federales de circuito de EE.UU.

Aproximadamente el 40% de los jueces federales designados por Bush son miembros de la Sociedad Federalista y disfrutan del cargo toda la vida. Las cortes federales de circuito son el caldo de cultivo para las candidaturas a la Corte Suprema y algunos de estos jueces alcanzarán los más altos nombramientos judiciales. En una tentativa por amarrar la continuidad de la agenda conservadora, Bush está designando a jueces más jóvenes. El «supremo» Scalia, que tenía 50 años cuando fue designado en el alto tribunal, ya ha servido 17 años. No hubo una sola vacante en la Corte Suprema en los últimos 11 años.

La Sociedad Federalista, que dirige este movimiento judicial conservador, ha sido muy agresiva en combatir a los jueces que no le convienen. El ex senador Bob Dole escarneció al juez H. Lee Sarokin, del tercer circuito, arrinconándolo en «el pasillo judicial de la vergüenza» junto con algunos de sus colegas. Esta hostilidad forzó la dimisión de Sarokin. «Veo que el trabajo y la reputación de toda mi vida son desacreditadas a diario y me encuentro incapaz a mí mismo de ignorarlo», dijo.

Una de las teorías legales que hoy impulsan los federalistas podría declarar inconstitucionales a muchas regulaciones federales. Las publicaciones de la Sociedad Federalista, sus sesiones estratégicas y sus paneles de discusión cuestionan los casos que otorgan supremacía a los derechos individuales sobre el derecho de propiedad, a los organismos que regulan los negocios y adversan a los jueces que intentan ampliar leyes de derechos civiles y protecciones federales de igualdad de género. La Sociedad Federalista patrocina «prácticas de grupo» para elaborar sus políticas. Organizan grupos por áreas, por ejemplo, libertad religiosa, seguridad nacional, ciberespacio, leyes corporativas y leyes ambientales.

Actualización de Martin Garbus: Una de las más importantes iniciativas del país es el control de la judicatura, uno de los tres poderes del Estado. Mientras los presidentes y los legisladores pueden ser elegidos cada pocos años, las posiciones judiciales son vitalicias y algunos magistrados de cortes federales obtienen nombramientos a partir de los 40 a 50 años. Nuestras cortes se ocupan de casi todos los aspectos de nuestra vida; las condiciones de trabajo y los salarios, la educación, los derechos civiles, las «acciones afirmativas» (iniciativas contra la discriminación), el crimen y el castigo, aborto y medio ambiente, entre muchos otros.

Desde la publicación de mi artículo, Bush intentó forzar a través del grupo más conservador a los candidatos judiciales sometidos a la decisión del Presidente. Ocasionalmente tuvo éxito, pero otras designaciones le fueron rechazadas o se atascaron. Bush tomó represalias aprobando nombramientos mientras el Congreso se hallaba en receso. Desde el 18 de mayo de 2004, designó nominaciones desastrosas. Bush se comprometió a no hacer más nombramientos mediante este truco desde que los demócratas decidieron dejarle 25 «designaciones libres».

Por supuesto, en el futuro habrá libros y artículos acerca de este tema. Mi libro «Courting Disaster» (Desastre en las Cortes) es uno de ellos. Examina los tribunales desde 1980 hasta el presente. Los mejores sitios web son los mantenidos por «People for the American Way»: <http://www.pfaw.org/>, «Alliance for Justice»: <http://www.allianceforjustice.org/> , y «American Civil Liberties Union»: <http://www.aclu.org/>. El único objetivo de la «Alliance for Justice» (Alianza por la Justicia) es su intento por parar nombramientos judiciales en extremo conservadores.

El artículo y el libro provocaron mucha atención. Uno de los resultados fue una serie de cuatro discusiones con Ken Starr, el ex Fiscal Independiente (Nota: el acusador en el «impeachment» del caso Clinton-Lewinsky) y otros eventos. También hice algo en televisión, radio y pronuncié otros discursos públicos sobre los nombramientos judiciales.

Fuentes del Project Censored:

The American Prospect, Vol. 14, Edición 3, 1 de marzo 2003
Título: «Una oma de posesión hostil: cómo la Sociedad Federalista toma el control de las cortes federales».
Autor: Martin Garbus
Título: «Tribunales versus Ciudadanos»
Autor: Jamin Raskin

Evaluadores de la Facultad: Barbara Bloom, Ph.D., Tony White, Ph.D.
Estudiante investigador: Liz Medley

Este es el séptimo tema más censurado, ocultado por la gran prensa de Estados Unidos, sacado a la luz pública por el Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State.

Proyecto Censurado, Universidad Sonoma State, California
Traducción de Ernesto Carmona
Especial de Paralelo 21 www.radio.udg.mx