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[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del nacionalismo, soberanismo y secesionismo excluyente

Una recomendación, seis comentarios y ocho apuntes (prestados) sobre el derecho de autodeterminación

Fuentes: Rebelión

Para Manuel Gerena, que hace más de 45 años vino a actuar desinteresadamente al barrio del Besòs de Barcelona y nos enseñó a muchos jóvenes a amar el flamenco. Para ser leído mientras escuchan: https://www.youtube.com/watch?v=Cs_cyOwICrg&list=PLsWDM4q99T23rWqkC6-COETKP24EzV2Dl    Así, año tras año, década tras década, los liberales continúan esgrimiendo datos ante la ciudadanía conservadora, sin ser capaces […]


Para Manuel Gerena, que hace más de 45 años vino a actuar desinteresadamente al barrio del Besòs de Barcelona y nos enseñó a muchos jóvenes a amar el flamenco.

Para ser leído mientras escuchan: https://www.youtube.com/watch?v=Cs_cyOwICrg&list=PLsWDM4q99T23rWqkC6-COETKP24EzV2Dl

 

 Así, año tras año, década tras década, los liberales continúan esgrimiendo datos ante la ciudadanía conservadora, sin ser capaces de hacerle cambiar de opinión. Esa conducta liberal es en sí una forma de negacionismo científico, de la ciencia cognitiva y la neurología. Es, simplemente, una conducta irracional desarrollada por muchos ciudadanos orgullosos de su racionalidad. Por este motivo, muchos liberales tienen en poca estima a los conservadores, a los que tachan de desinformación, estupidez, codicia, maldad o simple locura. Algunos quizás pequen de esos defectos, pero también muchos liberales. En general, no obstante los conservadores son personas normales que tienen, por la razón que sea, la visión oral del mundo conservadora integrada en sus cerebros, cuya identidad personal está notablemente condicionada por esa visión del mundo. No es que los datos no importen. Importan y mucho. Pero tienen que estar «enmarcados», es decir, expresados en términos orales apropiados para ser tomados en serio. Para ello es necesario comprender las visiones del mundo de las personas a las que nos estamos dirigiendo, ya seamos liberales o conservadores.

George Lakoff (2015)

 

Este vals es un tesoro. Para mí ha sido un patrón para llegar a ser, por lo que dice, por el camino de transformación y limpieza que regala la melodía y porque si te dejas llevar y confías, te olvidas de tu cuerpo, se para el tiempo y eres nada, eres todo, eres feliz. Eres inmortal.

Gracias Leonard Cohen.

Muchas gracias.

A thousand kisses deep…

Silvia Pérez Cruz (2016)

La reflexión de Lakoff es conocida pero vale la pena recordarla: los datos, los hechos, deben enmarcarse para ser comprendidos y tomados en serio. Para que nos alcancen de algún modo. No se obtienen resultados con otros procedimientos. La tarea, desde luego, no es fácil.

Las palabras de Silvia Pérez Cruz sirven para recordar de nuevo a Cohen y su vals lorquiano y para conjeturar que ella misma, con el tiempo, puede ser y será nuestro Cohen-Aute-Parra-Baez.

La recomendación, tan esencial en estos momentos como en otros (recordemos la muerte de la mujer de Reus): este mismo sábado 19 de noviembre, a las 17:30, en la plaza Urquinaona de Barcelona, diferentes movimientos sociales -la Marea blanca entre ellos, también sindicatos obreros- han convocado una manifestación reclamando unos presupuestos sociales. Cataluña, señalan los convocantes de manera algo imprecisa (no es Cataluña propiamente, sino las clases trabajad oras catalanas y no catalanas), sufre una situación de emergencia social que se expresa a través de cifras alarmantes de paro, precariedad laboral, pobreza, riesgo de exclusión social e incremento de las desigualdades .

Medidas alternativas que se apuntan en el texto de la convocatoria: recuperar los ingresos fiscales que se suprimieron a los más ricos -primer gobierno de CiU con el apoyo del PP- para hacer políticas sociales; implemento de la renta garantizada de ciudadanía; revertir los recortes-agresiones en salud, educación, protección social y vivienda; concretar políticas por una ocupación digna. La lista sigue.

¿Se apuntan? Seguro que sí. Esperemos que la ausencia de esteladas posibiliten una manifestación-marcha con contenido social y sin las pulsiones nacionalistas/identitarias de casi siempre.

Los comentarios (sin entrar en un tema esencial: el cambio climático afecta ya al 80% de los procesos ecológicos: estrés en el ecosistema, mutaciones en los genes de las especies, cambios en la distribución geográfica, en el tamaño corporal y en formas y colores, tolerancia a las altas temperaturas, procesos relacionados con la estacionalidad, en el Ártico casi todas las especies pierden población etc:

1. Conocen seguramente lo sucedido. Una mujer de 81 años falleció en la madrugada del pasado lunes 14 de noviembre tras un incendio en su piso (el 2ºB del número 14 de la calle de Santa Anna de Reus, Baix Camp, Tarragona). La fallecida tenía la luz cortada desde hacía dos meses. Utilizaba velas para iluminarse. Una vela incendió el colchón de la habitación donde dormía. Se cayó al suelo al intentar escapar de las llamas. No lo consiguió. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que intentó reanimarla, no pudo salvarle la vida. Podemos imaginar su horrible muerte. Tan precaria era su situación y la de su nieta que recibían la ayuda solidaria de la empresa municipal Aigües de Reus. Está contrastado que la compañía eléctrica suministradora -Gas Natural, Gas Natural- se saltó un protocolo, el que exige comunicar a los Servicios Sociales del Ayuntamiento reusense, con carácter previo, cualquier corte de luz por falta de pago.

«La luz y el gas no son un negocio, son un derecho» es el lema de una pancarta; el de otra: «La pobreza mata, las corporaciones también».

Comentario de Dolors Camats, la ex coordinadora (marcadamente nacionalista) de ICV, en su cuenta personal de Twitter a raíz de lo sucedido: «Catalunya: aquell país on la mort d’una dona gran per ser pobre esdevé una batalla en l’eix nacional [Cataluña, el país en el que la muerte de una mujer mayor por ser pobre pasa a ser una batalla en el eje nacional«. Lluvia de insultos contra ella: «indecent», «fàstic [asco]» y «demagògia barata» http://politica.e-noticies.cat/la-%E2%80%98revolta-dels-somriures-106423.html. Así están en las cosas. En comentarios y páginas nacional-secesionistas se echó la culpa inicialmente al Tribunal Constitucional, a Madrid, al Estado español.

Los pobres mueren antes. Pensaremos esta tarde en ella… pero nadie le devolverá los años que pudo seguir viviendo. Se los han robado. Seguiremos en el tema.

2 . «No hay revolución democrática en el mundo tan potente como la nuestra. Somos la envidia de todo el mundo… Se acerca el momento de la verdad de la historia de nuestro pueblo» (Jordi Sánchez, ANC). «A los catalanes y a las catalanas, después de 300 años, se nos acabó la paciencia» (Neus Lloveras, Asociación de Municipios por la Independencia). «El Estado español no no nos dividirá, no lo han conseguido en 300 años; no conseguirán ahora dividir un pueblo y una nación. No tienen suficientes recursos para acallar el grito de todo un pueblo… Estamos orgullosos de todos nuestros representantes… El pueblo de Cataluña no falla nunca» (Jordi Cuixart, Òmnium Cultural). Marta Pascal, la coordinadora general del PDECAT, la ex CDC, en un twitter: «avui no només hi érem els independentistes a Maria Cristina. Hi érem els demòcrates #perlademocràcia» [No sólo estábamos los independentistas, estábamos los demócratas].»Nuestra revolución democrática se producirá sin violencia y sin venganza» (Salva Racero, cantante, el presentador del acto del 13N). La concentración secesionista del pasado domingo contó con la participación de representantes de fuerzas de la llamada «izquierda nacionalista»: Lluís Rabell, Marta Ribas, Joan Josep Nuet, Jaume Moya, Jaume Asens, Gerardo Pisarello, son los nombres de algunos de los asistentes. Algunos de ellos incluso afirman ser internacionalistas e incluso, en algunas fiestas de guardar, dicen ser también federalistas. Pues será eso, lo que ellos digan. Es su palabra, nada o poco que ver con sus acciones.

¿De verdad que alguien que no esté cegado, que no sea marcada y excluyentemente identitario puede pensar que ese movimiento -el llamado proceso- significa un avance social, más justicia, lucha contra la opresión, a favor de la fraternidad, la igualdad, dando la cara ante las crecientes desigualdades, una apuesta honesta por una «sociedad buena» que piense sobre todo por los sectores más desfavorecidos? ¿De verdad de la buena, la del Juan de Mairena machadiano?

3. No es la primera vez como seguramente recuerdan pero Junts pel si, Ciudadanos y el PP han unidos sus votos, y sus manos e intereses, en el Parlament de Cataluña y han tumbado una moción que instaba al Gobierno de la Generalitat «a garantizar el libre ejercicio de prensa y la libertad de expresión, prohibiendo que los agentes del cuerpo de Mossos requisen cámaras de fotografía y de vídeo a los periodistas». Votaron a favor de la propuesta la CUP y CSQEP.

Se rechazó otra moción de la CUP que pedía al gobierno de la Generalitat la expulsión de ocho agentes condenados -y con sentencia firme- por el homicidio de Juan Andrés Benítez.

4. Culla i Clarà -«La burguesía», 11 de noviembre de 2016, El País de Cataluña- ha criticado el comentario de Alberto Garzón sobre Gabriel Rufián. ERC no es un aliado del empresariado -sostiene el historiador- porque la actual CDC, con quienes los errecistas gobiernan, no representa a la burguesía catalana ya que ésta, en opinión del historiador de la UAB, no está por la secesión de Cataluña.

Es obvio que las burguesías tienen capas, sectores y ramas y que no todos sus huevos -es estrategia sabida- los ponen siempre en la misma cesta pero basta pensar en el papel que han jugado algunos medios de «comunicación» catalanes y las posiciones de empresarios como Grífols -que por cierto ha domiciliado sus empresas en Irlanda para pagar menos impuestos- para matizar la afirmación de Culla i Clarà.

En todo caso, nadie mejor que el coordinador de IU para defenderse. Yo me detengo en un punto de la nota del profesor de la UAB. En éste: » El sarampión izquierdista (sic) de la salida del franquismo y el papel que comenzaba a jugar Jordi Pujol realimentaron la ya vieja ecuación nacionalismo=burguesía, expresada a menudo en términos «marxistas-lerrouxistas», como decía con sarcasmo Pep Termes. Después, es indudable que, en sus años dorados, la C iU de Pujol y Duran -siendo muchísimo más que una fuerza «burguesa»- defendió los intereses del empresariado catalán, sobre todo [¡ja, ja, ja!] ante el poder central, y gozó del apoyo de aquel. Si de todo aquello cabe deducir, como hizo Julio Anguita en 1994, que esa burguesía vagamente catalanista era «la peor burguesía de España», eso ya es opinable».

Sin entrar en detalles previos (el más que viejo y gastado «sarampión izquierdista» por ejemplo, o en la defensa ante el poder central ), me centro en las palabras finales. Anguita hubiera podido decir «una de las peores» porque, como es sabido, hay competencia, competencia muy seria. Sea como fuere, dijo lo que dijo y nuestro historiador admite que su afirmación -así lo afirma- es discutible. Es decir, puede afirmarse razonablemente, tal vez sea verdadera, tal vez lo sea parcialmente, quizá más falsa que verdadera… Discutible en todo caso. Sea así. Regresemos entonces a los años noventa cuando Anguita afirmó lo señalado.

Añadió dos cosas más: una defensa de la II República (y de la III) y -¡ay!- del derecho de autodeterminación. Pues bien, si recuerdan o preguntan a sus mayores o miran hemerotecas podrán ver lo que se dijo entonces del entonces coordinador general de IU: burro, idiota, imbécil, loco, alucinado, disparatado, fuera del mundo… Lo más suave. Ahora ya no, ahora su afirmación es discutible. Entonces era la proposición de un simio poco evolucionado. Ahora, para atacar a Garzón, con viene decir lo contrario. La historia cuenta… y enseña. Y, para algunos, todo vale.

5. Los Mossos d’Esquadra detuvieron el lunes 14N, después de que se entregaran en la conselleria de Interior, a tres jóvenes que estaban en orden de busca y captura por la web de delación ciudadana. Están ya en libertad, acusados de desórdenes públicos. El martes estaban citados a declarar ante la juez instructora. La web de delación fue activada después de la huelga general del 29M de 2012. El departamento de Interior la puso en marcha durante el mandato de Felip Puig, nombrado (y después premiado) por Artur Mas, el hijo político del molt ex honorable. La finalidad: que la ciudadanía (convertida en delatores) identificara a supuestos implicados en los «muy graves disturbios» de la huelga general. Como el portal tenía problemas de seguridad, Interior retiró la web. No llegó a cerrarla definitivamente. Todos los datos obtenidos durante los días que estuvo activa se utilizaron para localizar a los sospechosos. Se anunció que en cualquier momento la podían volver a poner en marcha si lo creían necesario. Una gran obra de Felip Puig, uno de los peores consellers de Interior que se recuerdan, a la altura de Jorge Fernández. Hechos ambos de la misma pasta pero con pulsiones patrióticas opuestas.

6. Un juez de Barcelona ha condenado a la Tesorería de la Seguridad Social a indemnizar con 231.132 euros a una trabajadora que quedó incapacitada debido a una exposición prolongada a los productos químicos con que se fumigaban las oficinas donde trabajaba, un lugar sin ventilación natural. En su sentencia, el juzgado de lo social nº 1 estima la demanda presentada por la trabajadora. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le concedió en 2013 la incapacidad permanente absoluta. Representada por el Col.lectiu Ronda, la persona afectada trabajó desde 1991 como administrativa en las oficinas de la calle Garcilaso. Desde 1996 una empresa de desinfección realizó tratamientos con plaguicidas e insecticidas en estas oficinas cuando aún no había finalizado la jornada laboral. En 2002, Trabajo admitió que la trabajadora debía ser considerada «especialmente sensible». Pero hasta 2006 Tesorería no le cambió de puesto de trabajo, lo que no impidió que en 2007 se agravara el síndrome de hipersensibilidad química que sufría. Un juzgado de lo social declaró la incapacidad absoluta de la mujer, «debido a un trastorno adaptativo con síntomas ansioso-depresivos, fatiga crónica, fibromialgia e hipersensibilidad química múltiple». Ha quedado acreditado que la causa de las dolencias de la trabajadora fue «la realización de distintos tratamientos de desinfección con plaguicidas y productos tóxicos en el centro de trabajo de la actora, que carece de ventilación natural». ¿Cuántos otros casos que desconocemos? ¿Cuántas situaciones no denunciadas? ¿Cómo son posibles actuaciones así? ¿Quién libra ahora a la trabajadora de su invalidez permanente?

En cuanto al derecho de autodeterminación propiamente dicho (el punto es importante por las confusiones de la izquierda, las pasadas y las aún muy presentes), MC -Miguel Candel, nuestro helenista gramsciano, no el Manifiesto Comunista-, en el artículo citado estos días pasados [1] sostiene tesis del siguiente tenor:

1. «Los principios de derecho internacional más universalmente aceptados (por las Naciones Unidas, sin ir más lejos) lo restringen a situaciones de clara opresión colonial, es decir, situaciones en que una determinada población bien definida carezca de representación política libremente elegida y se vea, en cambio, gobernada por una administración sobre la que no ejerza control alguno». En el caso de Cataluña, «ni el más paranoico separatista «enragé» pueda invocar ese supuesto sin retorcer el argumento hasta el absurdo le debería resultar claro a cualquiera (aunque la claridad no parece ser atributo de todas las mentes)».

2. A parte de la inexistencia de una situación colonial -«diga lo que diga el muy «mediático» ex ministro griego Yanis Varoufakis, cuyo nivel de información sobre el tema no parece superar el que tenía sobre las posibilidades de lograr un acuerdo con la troika comunitaria en su etapa de ministro»-, lo cierto es que, aun estando la población de Cataluña bien definida ad extra o desde el punto de vista administrativo «su definición ad intra, o desde el punto de vista sociocultural, deja bastante que desear, como revelan las encuestas que hablan de diversas conciencias identitarias (quienes se sienten exclusivamente catalanes, quienes se sienten exclusivamente españoles y quienes se sienten, en diversos grados, ambas cosas)». O quienes, por supuesto, no se sienten especialmente ni cat ni es.

3. Por eso, señala nuestro helenista, «algunos venimos diciendo que, en el caso catalán, el supuesto derecho a decidir equivale al derecho a dividir. Algo que se ha visto últimamente agravado por la pretensión de ciertos sectores ultracatalanistas de acabar con el bilingüismo realmente existente en el territorio, culpabilizando del mismo, amén de a la consabida conjura españolista (que la hubo ciertamente durante el franquismo, aunque sin culpa de la gran mayoría de los españoles), a las sucesivas oleadas de inmigrantes que no han sido plenamente ‘asimilados». Es una referencia a las tesis del manifiesto Koyné.

4. En cualquier caso, además de lo indicado, «la historia de la mayoría de los procesos de recomposición de Estados con arreglo a presuntas identidades nacionales muestra un perfil inquietante, en el que abundan las aristas violentas». Por ejemplo: si las «guerras balcánicas» marcaron la pauta a comienzos del siglo XX, «los procesos que siguieron a la ruptura de la federación yugoeslava primero y de la Unión Soviética después no son muy aleccionadores que digamos». La historia cuenta, la de otros y la propia también.

5. Por otra parte, l a obsesión por la unidad étnico-cultural puede ir en dos sentidos: disgregador o integrador a la fuerza. «Como ejemplo de lo segundo, no hay más que recordar el pangermanismo que reivindicaba territorios «desde el río Mosa (Bélgica) hasta el río Niemen (Bielorrusia), desde el río Adigio (en el Tirol italiano) hasta el estrecho de Belt (Dinamarca)» (como reza la primera estrofa, hoy prohibida, del himno nacional alemán); Hitler, por supuesto, se tomó muy en serio esa «grandiosa visión» de una Mitteleuropa germánica y aún la superó». En plan mucho más modesto y de manera pacífica, nadie confunde la A con la Z, «sin el recurso a las Panzerdivisionen , y con planteamientos sociales de izquierdas, también aquí hay quien defiende pequeñas visiones grandiosas con respecto a los llamados » països catalans» (se trata de paralelismos meramente formales y extrínsecos: espero que nadie arguya que se está comparando en lo sustancial la CUP con el NSDAP…)». Nadie está comparando lo que no puede ser comparado .

6. Por eso, remarca MC, «porque está visto que abrir el melón de las fronteras estatales es como abrir la caja de Pandora», la Unión Africana «tiene como uno de sus principios fundamentales respetar las fronteras heredadas del período colonial, pese a lo arbitrario de muchas o la mayoría de ellas, ya que dividen etnias todavía claramente identificables (no como en Europa, donde los perfiles étnicos están totalmente difuminados)». Recuerda el traductor de Aristóteles «las masacres perpetradas no hace mucho por ciertos grupos étnicos africanos contra otros (hutus, tutsis, etc.) para darse cuenta de a dónde puede llevar la mencionada aspiración a la ‘homogeneidad nacional».

7. En definitiva, la pretensión de poseer el derecho de decidir unilateralmente la relación de Cataluña con el resto de España («una relación, por definición, excluye la unilateralidad») no puede sostenerse «al no poder fundamentarse en una hipotética situación de sojuzgamiento colonial ni nada que se le parezca, pese a los histriónicos rasgamientos de vestiduras por supuestos expolios fiscales, que casi nadie se atreve ya a esgrimir -aunque seguramente puede haber margen para aumentar la equidad en este punto-, o por las declaraciones extemporáneas (o así consideradas por parte interesada) de tal o cual ministro, o por decisiones del gobierno central tan tremendamente lesivas para la «cohesión social» de Cataluña como ¡aumentar el número de horas de lengua castellana en primaria de dos a tres semanales!»

8. En una democracia, incluso en una tan imperfecta como la que tenemos admite MC finalmente, «las diferencias sólo pueden resolverse mediante la discusión y la búsqueda de acuerdos, al menos parciales, mientras la correlación de fuerzas en los órganos legislativos, incluso apoyada por manifestaciones pacíficas (huelgas incluidas), no permita otra cosa». Quien considere que ésa es una vía muerta -«más de una vez, a lo largo de la historia, lo ha sido»- siempre podrá «optar por la vía insurreccional». Faltará, añade el traductor de Gramsci, «sólo que un número suficiente de personas considere que la reivindicación lo vale».

Insisto de nuevo: un resumen que pretende estimular la lectura de un texto que merece ser leído, analizado y discutido con calma, sosiego y justa perspectiva. No para liarla por liarla, que es el pan nuestro de cada día, fiestas incluidas, en .Cat 2.0 (Por cierto, ¿recuerdan lo que pasó el 12O? Vamos a ver si pasa lo mismo el día 8 de diciembre (no hablo del 6). Motivos hay para ello).

Nota:

1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216933

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.