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Comunicado del Partido Comunista Egipcio

¿Y ahora qué?

Fuentes: Tahrir documents

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

¿Y ahora qué?

Después de los seis meses que fueron especificados por el Consejo Militar como plazo para transferir la autoridad, no ha habido ningún cambio real a favor de las masas. Más bien, las cosas se ponen peor día tras día desde el superficial referendo, cuyo objetivo era que el Consejo Militar se apoderara de la legitimidad de gobernar arrancándola de las manos de los revolucionarios y de la busca por la realización de las demandas de la revolución (cambio-libertad-justicia social).

Vemos la escena política como sigue: el cambio es un engaño, la libertad es maniatada por la ley de emergencia, la ley criminaliza las manifestaciones, la ley que gobierna los partidos políticos, las prácticas de la policía civil y militar, y el enjuiciamiento de civiles -sean revolucionarios de enero o miembros de las familias de mártires o de trabajadores en huelga- por tribunales militares. Se permite que matones hagan estragos en todo el país, mientras la justicia social se ha convertido en un sueño lejos de ser realizado después que el gobierno y el Consejo Militar han insistido obstinadamente en no aumentar el salario mínimo a 1.200 libras. Además, han retrasado el establecimiento de un salario máximo y siguen apoyando a los capitalistas a costa de los pobres. Aumentan precios ilimitadamente e insisten en vender gas barato a nuestros enemigos para que el pueblo renuncie a su revolución y ore por la compasión de los días de la humillación, los días del dictador depuesto.

Y ahí estamos, viendo que la policía militar después de la revolución no se diferencia de la policía civil de antes, que los generales del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas se rodean de aquellos que ellos mismos han llamado «hijos de Mubarak» y de la gente que decía «Perdone, señor presidente». Se ve como la policía civil golpea cruelmente a las familias de los mártires frente a la academia de policía durante el juicio del dictador depuesto y golpea a los al-Ahly Ultras cuando se lanzaban insultos contra Mubarak y al-‘Adili. Esto llevó a la muerte de una persona y a docenas de heridos, fuera del arresto de otros 16. Por cierto, el Ministerio del Interior, el Consejo Militar, los empresarios, y a veces la Hermandad Musulmana y los salafistas son como «una mano». El pueblo, dueño de la revolución, es sitiado por el hambre, los robos, la ley de emergencia y los tribunales militares.

Por cierto, el pueblo salió a manifestarse contra la pobreza, el hambre, el desempleo, la inflación, la inestabilidad, y el temor a lo desconocido. Salió a manifestarse esperando una vida segura y protegida, pero la Revolución del 25 de Enero no produjo un cambio de clases o social, ni libertad. Además, el régimen capitalista sigue presente, y también las políticas de un capitalismo explotador y monopolista. Por lo tanto, ¿dónde quedó la revolución cuya consigna era «pan-libertad-justicia social»? Es una consigna puramente socialista, aunque la Revolución del 25 de Enero está ahora, por desgracia, bajo el control del régimen y de la clase capitalista gobernante.

¡Oh!, gran pueblo de Egipto, el verdadero cambio no tendrá lugar si no es mediante la lucha de trabajadores, campesinos, y la totalidad de los leales proletarios. Son los dueños del interés común por un cambio social, político y cultural a favor de la mayoría de la gente y de todos los oprimidos en la sociedad. Por cierto, un verdadero cambio no tendrá lugar a través de un levantamiento que no incluya a todos, sino con una revolución popular que incluya a una dirigencia y un programa que expresen los intereses comunes de la mayoría de la gente.

Por cierto, la Revolución del 25 de enero es el comienzo de una verdadera revolución socialista que eliminará la pobreza, el desempleo, la codicia, los malos servicios, y la era en la cual la única alternativa que nos quedaba era rogar a los que robaban nuestro pan de todos los días, como si la atención sanitaria, los alimentos, la vestimenta, la vivienda, y la verdadera educación no fueran derechos básicos del pueblo. El pueblo es el que produce los bienes y sufre privación. ¡El pueblo es el que ofrendó sus mártires y no cosechó nada si no amargura!

 

¡Oh! gran pueblo de Egipto (obreros, campesinos, empleados, estudiantes, y proletarios), ¡Oh! vosotros, leales, no abandonéis vuestra revolución. Completad el trayecto para que podamos satisfacer todas nuestras demandas, y la más importante que es la justicia social en un Estado secular – no religioso o militar, un Estado de igualdad, justicia, libertad y conocimiento.

¡Viva la lucha del pueblo egipcio! ¡Viva nuestra noble lucha!

Partido Comunista Egipcio (El Cairo)

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Traducido del árabe al inglés por Brian Torro

Traducción revisada por Thomas Levi Thompson

Original en árabe y fuente: http://www.tahrirdocuments.org/2011/09/the-egyptian-communist-party-and-what-afterwards/