Miles de neoyorquinos salieron el día sábado a la calle en una concentración y marcha espontáneas a través del puente de Brooklyn para pedir el fin de los bombardeos sobre Gaza y la ocupación de Palestina. Al grito de «De Palestina a México/los muros fronterizos tienen que desaparecer» y «Netanyahu no puedes esconderte/te acusamos de genocidio», más de 7.000 manifestantes marcharon desde el Museo de Brooklyn hasta el Puente de Brooklyn y Manhattan.
A pesar de la naturaleza pacífica de la protesta y a pesar del hecho de que muchas personas judías están participando en la marcha y han estado hablando en apoyo a Palestina, el New York Post y otros medios de comunicación han utilizado esta manifestación en particular, para desacreditar al movimiento pro-palestino como antisemita y para agitar la animosidad racial y las divisiones, sugiriendo deshonestamente que las protestas de hoy serían una amenaza para la gran población judía que vive en Crown Heights, que está cerca de donde comenzó la marcha. De hecho, el Departamento de Policía de Nueva York dijo que estaba enviando una gran cantidad, de 1.500 a 1.800 agentes de policía para responder a la protesta, y los informes sugieren que la presencia policial fue enorme. Pero, como se destacó el viernes por la noche, en la multitudinaria concentración de Voces Judías por la Paz en la estación Grand Central, el antisionismo no es antisemitismo, y las críticas al Estado de Israel no son una amenaza para los judíos. Al contrario, la lucha por la liberación palestina y el fin de la ocupación es algo que apoyan todas las personas de conciencia, independientemente de su fe; y el destino de judíos y árabes en Israel y los territorios ocupados está entrelazado y ninguno puede ser libre sin el otro.
La concentración, tuvo lugar un día después de que Israel lanzara uno de los ataques más mortíferos contra civiles palestinos, desatando la indignación en todo el mundo, un ataque que siguió casi inmediatamente al fracaso de la votación en Naciones Unidas de una resolución que pedía una «tregua humanitaria inmediata y sostenida», que posteriormente fue vetada por Estados Unidos.
De hecho, los bombardeos han sido tan intensos que han destruido las líneas de comunicación internacionales y gran parte de Gaza se encuentra ahora sin electricidad e incomunicada con el resto del mundo. Esto ha hecho prácticamente imposible ofrecer atención médica a los gazatíes heridos, ha dificultado la coordinación de los rescates y ha hecho imposible calcular el alcance total de la invasión o cuántos palestinos han muerto en los recientes bombardeos. Sin embargo, sí sabemos que desde el 7 de octubre, cuando Hamás lanzó una incursión en territorio israelí, más de 7.000 civiles palestinos de Gaza han muerto por las bombas israelíes. A su vez, cientos de palestinos han muerto o han resultado heridos en combates en Cisjordania o en sus inmediaciones, ya que la guerra de Israel amenaza con extender el conflicto aún más a los territorios vecinos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se ha referido a los palestinos como «animales humanos» y afirma que las Fuerzas de Defensa israelíes han «matado a miles de terroristas», ha declarado que los bombardeos y la invasión terrestre de anoche marcan el comienzo de la segunda fase de lo que podría ser una guerra muy larga, que sólo traerá más muerte y destrucción a los civiles palestinos.
La protesta de hoy, una de las mayores protestas propalestinas en Nueva York desde que comenzó el conflicto más reciente, se produce en medio de una creciente ola mundial de apoyo a Palestina y de llamamientos para poner fin a los bombardeos israelíes contra los palestinos de Gaza. En Londres, más de 100.000 manifestantes han marchado hoy para exigir a Israel que «detenga la guerra contra Gaza», mientras que diez mil personas se han manifestado en Roma y cerca de diez mil en Berlín, a pesar de que el gobierno alemán ha prohibido las protestas a favor de Palestina.
En la noche del viernes, en Nueva York, al menos mil manifestantes organizados por Jewish Voices for Peace (Voces Judías por la Paz) cerraron la central de trenes Grand Central Station en hora pico para exigir un alto el fuego inmediato. Varios cientos de manifestantes que llevaban camisetas en las que se leía «No en nuestro nombre» y «Los judíos dicen alto el fuego ya» fueron finalmente detenidos. Estas protestas y la creciente indignación por los crímenes de Israel son un claro indicio de que, a pesar de la represión masiva y las amenazas de represalias, está creciendo la resistencia a la ocupación y a la guerra sin fin de Israel contra Palestina. Mientras que la mayoría de los encuestados en Estados Unidos dijeron que apoyaban a Israel, el 66 por ciento estuvo de acuerdo en que Estados Unidos debería pedir «un alto el fuego y la desescalada de la violencia en Gaza». Al mismo tiempo, el apoyo a Israel entre los jóvenes, en particular, (Generación Z y Millennials) ha caído a menos de la mitad y el 51 por ciento de los menores de 35 años dijeron que no apoyan el envío de armas y equipo militar a Israel.
La manifestación del sábado y las protestas del viernes en Grand Central Station demuestran inequívocamente que existe un movimiento multiétnico y multirreligioso cada vez más dedicado y organizado contra el sionismo y a favor de la liberación de Palestina. La construcción de este movimiento en Estados Unidos y en todo el mundo imperialista, en particular, es una de las herramientas más poderosas que tenemos para poner fin a la ocupación y a las décadas de opresión, guerra y conflicto que han creado tanto sufrimiento y se han cobrado la vida de tantas personas. Las demandas de poner fin a los bombardeos de Gaza y la defensa de un alto el fuego son significativas y progresistas, como lo son las acciones de los trabajadores portuarios en Italia, que han respondido al llamamiento de los sindicatos palestinos para detener el envío de armas a Israel, y que están demostrando cómo podemos llevar estas luchas a nuestros lugares de trabajo, así como a las calles. Estudiantes, trabajadores, judíos y musulmanes, y muchos otros grupos oprimidos están mostrando el camino a seguir al unirse en todo el mundo para defender a Palestina. Este increíble apoyo internacional es una parte importante de la lucha más amplia por la liberación de Palestina y la creación de un Estado único, laico y socialista en el que judíos, árabes y todas las minorías puedan vivir en paz con los mismos derechos democráticos.
Este artículo fue originalmente publicado en Left Voice , parte de la Red Internacional de La Izquierda Diario.
Traducción: Gloria Grinberg