Recomiendo:
0

A 37 años del ataque policial contra la comunidad MOVE de Filadelfia

900 años por sobrevivir

Fuentes: Amig@s de Mumia

Los militantes conocidos como «los 9 de MOVE» recibieron una sentencia colectiva de 900 años

A los 37 años del encarcelamiento de «los 9 de MOVE», reproducimos el siguiente ensayo de Mumia Abu-Jamal escrito circa 1983 y publicado en su nuevo libro, Writing on the Wall (La escritura en la pared), Ed. Johanna Fernández, City Lights Books, 2015:

El 20 de mayo de 1977, marcó un punto de inflexión entre la continua confrontación entre MOVE y el sistema. Aquel día los integrantes de MOVE levantaron barricadas afuera de su comunidad y se pertrecharon para detener la invasión policial de su espacio. De ahí en adelante la enconada y prolongada batalla entre la Organización MOVE y las fuerzas armadas del sistema tuvo todas las características de una guerra. El entonces Alcalde Frank Rizzo envió más de mil policías al barrio de Powelton y cuando estos llegaron, la gente que vivía en esa área aprendió el verdadero significado del término «estado policiaco».

Rizzo bramó sus intenciones asesinas desde los titulares de la prensa racista. «¡Hagan que se rindan de hambre!», vociferó la primera plana del llamado «periódico popular,» el Philadelphia Daily News. «Les voy a poner un cerco tan estrecho que ni siquiera una mosca podrá entrar,» alardeó Rizzo, rimbombante como siempre.

Ni siquiera los viejos residentes tuvieron inmunidad. Rizzo invocó sus poderes policiales para levantar barricadas en las calles aledañas y revisar a la gente que entraba o salía del área. Cualquier persona que quisiera ingresar tenía que mostrar una credencial. Desalojaron a los inquilinos en los edificios aledaños y sus departamentos fueron ocupados por los policías. Donde antes había coloridos jardincitos en los descansos de las ventanas, ahora se veían las figuras policiales con cascos y chalecos antibalas parapetados tras hileras de sacos de arena color café oscuro. Considerado por algunos como el primer territorio liberado de América del Norte, el barrio Powelton Village se transformó en el primer escenario de guerra urbana prolongada en tiempos contemporáneos.

Se convirtió en un punto álgido de resistencia contra el sistema. Las pequeñas fuerzas de John África enfrentaron a la fuerza armada y el equipo militar de la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos.

Frank Rizzo se jactó ante un reportero nacional: «Estamos tan bien armados que podríamos invadir Cuba y ganar!».

Pero los soldados de John Africa no se echaron para atrás; y el 8 de agosto de 1978, la policía lanzó un operativo que hundió al sistema en la infamia.

Los disparos rompieron el silencio del amanecer, sumiendo a Filadelfia Oeste en un escenario impresionante, digno de un apocalipsis bíblico. Se produjo un punto de inflexión cuando MOVE se liberó de todo vestigio de relación con el sistema. Los bomberos apuntaron los poderosos cañones de agua a la ventana del sótano y soltaron toneladas de agua con suficiente presión como para romper los huesos. Los policías usaron bulldozers para partir las duras vallas de madera como estudiantes que rompen un boletín de malas calificaciones. Los policías dispararon granada tras granada de gases asfixiantes dentro de la casa, hasta cubrir toda el área con una neblina apestosa y ardiente. Lanzaron ráfagas de disparos de rifles semiautomáticos, y la batalla se intensificó.

Cuando el humo se disipó y el polvo se asentó, se vió el saldo del ataque: 11 bomberos y policías heridos y un policía muerto, que habían sido, aparentemente, víctimas de los otros policías confundidos y armados con metralletas.

Al salir de la casa, los integrantes de MOVE fueron confrontados por un batallón de policías fuera de sí. Los matones de la policía golpearon despiadadamente incluso a los que salieron con las manos en alto.

La golpiza de Delbert África, uno de los hombres, fue captada en video y reproducida por los medios en diversas partes del mundo, tal vez para brindarle un placer sádico a los que buscan emociones fuertes. En un último ataque de locura, la «casa construida por John África» fue completamente destruida antes del anochecer, tan ansioso estaba el gobierno de Filadelfia por borrar todo rastro de MOVE.

Por su parte, los partidarios de Rizzo le construyeron una verdadera mansión, con un lujo digno de un barón, hasta con destellantes perillas de oro. ¡Qué locura tan perversa!

Se celebró un proceso, que en realidad fue una parodia, para juzgar a los policías acusados de golpear a Delbert. El juez del Tribunal de Demandas Comunes, Stanley Kubacki, recubrió con carne pálida y rancia el esqueleto de un moribundo «sistema de justicia» al desestimar al jurado formado en su totalidad por blancos. Luego él, personalmente, exoneró a los tres policías, quienes habían reconocido sus acciones de golpear, aporrear y patear a un hombre negro desarmado, además de haberlo atacado con la culata de un rifle y un casco.

Una mujer negra, mentirosa y traicionera, cometió una infamia al jurar que el hombre negro estaba armado a pesar de que los videos de la policía lo mostraron desnudo de cintura para arriba, ¡sin ningún arma! Esa mujer, una reportera para Canal 6, tuvo que irse de Filadelfia para buscar empleo en otro lugar. […]

Mientras tanto, nueve hombres y mujeres de MOVE recibieron sentencias por homicidio, con un mínimo de 30 años y un máximo de 100 años de cárcel cada uno -en ausencia de un arma asesina, pruebas corroborativas, o testigos oculares en su contra.* Fueron condenados simplemente por ser integrantes de MOVE, la familia de John África.

Al pronunciar la sentencia, el juez Edwin Malmed asumió su lugar en el panteón de políticos lamentables que se  hacen pasar por jueces. Con profunda arrogancia, Malmed proclamó su perversa venganza desde una estación de radio en Filadelfia. Dijo a los radioescuchas que el «no tenía la menor idea» de quien mató al policía. «Eran una familia, por eso los condené como una familia», dijo.

«Hijo de la chingada criminal!», gritó un hombre de MOVE. «Tu corazón te va a atacar por este ataque tuyo contra MOVE!» Un año después, Malmed fue hospitalizado al sufrir el primero de una serie de paros cardiacos masivos. Unos meses después, fue diagnosticado con cáncer, un nuevo flagelo que castigó a su cuerpo anciano. Por otro lado, sus presuntas víctimas, las y los integrantes de MOVE, crecieron en fortaleza, lealtad, compromiso y números.

Esto es solo un boceto de la familia de John África, la Organización MOVE. Es parcial, por supuesto, porque condensa casi 10 años de vida en unas pocas palabras reunidas en unas pocas horas. Solo ofrece un atisbo de esa notable personalidad, llena de fuerza, que organizó y motivó a un grupo que en esa década memorable; tuvo un impacto enorme y desproporcionado, si consideramos cuantos eran.

En un periodo de tiempo relativamente corto, John Africa logró fundar una vigorosa familia de revolucionarios, muy unida, que tuvo que enfrentar a las fuerzas armadas de una de las ciudades más grandes de Estados Unidos. Supo involucrar al gobierno en una batalla de ingenio y ganarle. Abrió la puerta a una manera de vivir vigorosa y resistente que ha recompensado a sus partidarios con una salud radiante, una lealtad familiar feroz y un espíritu libre e independiente en este sistema en deterioro. Y aún más increíble, ¡todavía se mantiene fuerte!

Dijo John Africa: «Cuando te comprometes a hacer lo correcto, el poder de la honradez nunca te va a traicionar. La Organización MOVE nunca cederá a este sistema enfermizo, sea cual sea el tamaño de sus amenazas o la frecuencia con que se hagan, porque nuestro movimiento contra el sistema está funcionando, y la gente lo sabe. La estrategia de MOVE  funciona, cuando la gente sabe y dice la verdad, es imposible que no funcione. Entonces, a pesar de lo que algunas personas digan, ganaremos. Tenemos que ganar. Hemos ganado».

La victoria es nuestra. ¡Al diablo con este sistema! ¡Viva John Africa!

Traducción al español: Amig@s de Mumia de México- Edición: Rebelión.

*El 8 de agosto de 1978, Janine, Janet, Debbie, Delbert, Eddie, Mike y Chuck Africa, del grupo de presos políticos conocidos como «los 9 de MOVE» habrán pasado 37 años en las prisiones del estado de Pensilvania. Merle Africa murió en manos del Estado el 13 de marzo de 1998, y Phil Africa el 10 de enero de 2015. Al cumplir sus sentencias mínimas de 30 años en el 2008, todos deberían haber salido con libertad condicional, pero los ex policías y personal de «ley y orden» del Consejo de Libertad de Pensilvania han bloqueado su libertad. La intención del Estado es que todxs mueran en prisión. Nuestra intención es que salgan cuanto antes.

MOVE te invita a firmar la siguiente petición iniciada por Cruz Negra Anarquista, Denver, para exigir que el Departamento de Justicia de Estados Unidos inicie una investigación sobre el caso y apoye la libertad de los 9 de MOVE. https://www.causes.com/campaigns/92454-free-the-move-9

Fuente: https://amigosdemumiamx.wordpress.com/2015/08/07/900-anos-por-sobrevivir/