El National Security Archive (Archivo), acaba de mencionar la existencia de un nivel sin precedente de cooperación e involucramiento del gigantesco Departamento de Defensa de Estados Unidos (DdD) y su Comando Norte (CN), con fuerzas militares mexicanas lo que, como indica David Brooks, se ha profundizado a la vez que se ha documentado un incremento […]
El National Security Archive (Archivo), acaba de mencionar la existencia de un nivel sin precedente de cooperación e involucramiento del gigantesco Departamento de Defensa de Estados Unidos (DdD) y su Comando Norte (CN), con fuerzas militares mexicanas lo que, como indica David Brooks, se ha profundizado a la vez que se ha documentado un incremento en abusos de derechos humanos (La Jornada -LJ- 3/5/15). Con sede en Washington DC, el Archivo ofrece al público información desclasificada de gran relevancia en este caso porque, dada la abismal asimetría existente entre las partes a nivel presupuestal, tecnológico y de despliegue global, por mencionar algunos rubros, ¿cuáles son los efectos de tal relación, por ejemplo, en las líneas de mando, en la definición de funciones como la Defensa Nacional y en el eventual involucramiento de México en toda una coreografía mortal que ahora despliegan nuestros socios del TLCAN -con acompañamiento de Londres-, desde Alberta, Canadá, hasta Ucrania y el mar del Sur de China, a pocos kilómetros de Moscú y Pekín?
Hasta el 23 de mayo, en el Centro de Maniobras y Adiestramiento Wainwright, en Alberta, el Ejército y la Fuerza Aérea de Canadá, junto a tropa de 22 unidades del Ejército, Reservas y Guardia Nacional de Estados Unidos y soldados británicos de Scots Guards realizaron, Maple Resolve 2015, la culminación de una serie de complejas maniobras a gran escala, para escenarios convencionales y no-convencionales (es decir, nucleares, de contrainsurgencia o de anti-terrorismo rural o urbano), en suelo doméstico o internacional.
Durante el verano Estados Unidos proseguirá con maniobras en el golfo de Alaska, de fuerte impacto ambiental y estratégico (los cohetes nucleares se lanzan encima del Polo Norte). Con Estados Unidos batiendo tambores cerca de Rusia y China y bombardeando en Medio Oriente, es vital para el pueblo mexicano el control nacional en asuntos de guerra y paz. La participación militar del país en operaciones en el exterior abre puertas muy riesgosas. EPN dice que hay que superar ese tabú, ¿como la mayoría prianista superó el tabú de que petróleo, electricidad, minerales, litorales, fronteras, ríos y forestas son patrimonio nacional? ¿O es que poco importa aumentar la gran tragedia humana que vivimos, arriesgando la vida de miles de jóvenes mexicanos a los que no se ofrece ni educación ni empleo, pero sí ser carne de cañón para aventuras imperialistas?
Al revisar la política de guerra de Estados Unidos en Ucrania, de alto riesgo para la paz mundial y dado el sometimiento neoliberal que por 30 años emana de Los Pinos, téngase presente que el belicismo de Estados Unidos y Canadá es asunto mucho más grave para México y su juventud, derivado de cualquier entrega del proceso de toma de decisiones en materia militar y de seguridad. Brooks informa que «documentos oficiales del CN desclasificados que se pueden consultar junto a otros del Archivo confirman que el Departamento de Estado suspendió la asistencia… al batallón 102 del Ejército, después de los hechos en Tlatlaya en el estado de México (Ibid). En medio de esa carnicería, ¿es que la Casa Blanca, por conducto del CN a cargo de los programas del DdD en México se relaciona directamente con cada región y batallón, otorgando o negando asistencia? ¿El Pentágono trata directamente con los batallones, pasando por encima del mando nacional?
De ser así se estaría generando una intervención grave a la integridad del Estado nacional: a más de que se da entrada a las grandes corporaciones del petróleo, gas, los minerales etcétera, el CN opera desde una potencia mundial que, como con el Plan Colombia, ya interviene de manera profunda en materia de Ministerio Público mediante de la Iniciativa Mérida. Hace poco el economista Mike Whitney en Dividiendo a Irak, (ICH 9/5/15) llamó la atención sobre el uso de la asistencia militar para inducir la partición de facto de Irak por medio de la Ley de Defensa Nacional de 2016, aprobada por 60 a 2 en la Cámara de Representantes, que autoriza 429 millones de dólares en armas y otra asistencia a ser enviados directamente por el DdD a tres recipientes por separado: Kurdistán, Chistán y Sunistán. Tal es el Plan Biden-Gelb de 2006 (Joe Biden, hoy vicepresidente de Obama, entonces presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos y Leslie Gelb, presidente emérito del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) poderoso cabildo de Estados Unidos que publica Foreign Affairs en español desde el ITAM). Los autores del plan, ambos del CFR, dicen que no promueven la partición, sino la federalización de Irak. Lo cierto es que, al establecer vínculos directos entre el Pentágono y tropa suni, chiíta y kurda, se socava en su base al estado nación iraquí.
Al partir a países se les deja, como dice Chomsky, en un estado de permanente dependencia colonial (Ibid, ICH) facilitando acceso a recursos y mercados de enorme valor y bajos costos de producción, por tanto, en la mira imperial.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/06/11/opinion/028a1eco