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Entrevista con David Andersson

Por una sociedad dinámica, cambiante y pacífica

Fuentes: ProMosaik eV./Pressenza

David Andersson nació en Francia y ha vivido en la ciudad de Nueva York durante los últimos veinte años. Actualmente es el Director de NYC, órgano del Partido Humanista (HP) y miembro de Making Worlds: una Coalición para los Bienes Comunes y un esfuerzo de colaboración de Occupy Wall Street para explorar la utilidad de […]

David Andersson nació en Francia y ha vivido en la ciudad de Nueva York durante los últimos veinte años. Actualmente es el Director de NYC, órgano del Partido Humanista (HP) y miembro de Making Worlds: una Coalición para los Bienes Comunes y un esfuerzo de colaboración de Occupy Wall Street para explorar la utilidad de los bienes comunitarios en la creación de un mundo mejor. David es también el coordinador de la Coalición de Nueva York para ampliar los derechos del voto (I vote NYC) y ha contribuido con numerosas opiniones y artículos en Pressenza, Agencia Internacional de Prensa. Antes de la formación del PH en 2009, David fue el Director de Campañas especiales en el Centro de las Culturas por más de 10 años y cofundó el Centro de la Diversidad de Queens en Jackson Heights. El trabajo de David siempre se ha inspirado en las enseñanzas de Silo y su propuesta de la no-violencia activa. Lo hemos entrevistado para hablar de la no-violencia y el cambio social en nuestros tiempos difíciles, caracterizados por las guerras ideológicas, el cinismo, la opresión, la discriminación, el racismo y la migración desesperada. Le damos las gracias por su tiempo.

Milena Rampoldi: ¿Cuáles son los principales objetivos de su trabajo como activista?

David Andersson: Mi experiencia activista comenzó en 1982 con el Movimiento Humanista y el Partido Humanista, que se basa en la idea de la transformación personal y social simultánea. Mi atención se centró en la política, la democracia, la promoción de la no-violencia y en organizar a las personas en la dirección del proyecto de «Humanizar la Tierra». En Nueva York, antes de que el concepto de diversidad estuviera de moda, publicamos un periódico multilingüe y luego una revista llamada DiverCity, que resaltaba la increíble diversidad cultural de la ciudad y la discriminación que sufren las comunidades de inmigrantes aquí. Ahora me ofrezco como voluntario en el equipo de Pressenza (una agencia internacional de prensa) y trato de cubrir importantes o significativas historias que suceden en la ciudad de Nueva York, ya que esta ciudad es un lugar muy importante para la comunidad internacional. También me conecté con el proceso de paz en Colombia; Yo creo que este momento ofrece una oportunidad para definir un nuevo tipo de sociedad, basada en actitudes y valores humanistas, en contraste con el nihilismo y las negociaciones cubiertas por los medios.

MR: ¿Cuál es la mejor estrategia para mejorar la dignidad racial en los EE.UU.?

DA: Como hombre blanco de Francia que ha vivido en Nueva York por sólo 20 años, no estoy en posición de proponer una estrategia para mejorar la dignidad de los afroamericanos en los EE.UU. Sin embargo, quisiera decir que el tema de la raza en los EE.UU. es otro ejemplo de la forma en que el Sistema funciona o no funciona. En este punto se trata de un problema de competencia entre los diferentes grupos por conseguir el poder o mantenerse en él. Los blancos (una minoría) en general, quieren mantenerse en el poder (a cualquier precio) frente a otras comunidades. Poco a poco los afroamericanos van ganando espacio y los latinos están desarrollando un fuerte bloque político también. Mi trabajo se centra más en el cambio de la mentalidad competitiva que nos divide y en el problema del uso de la violencia para sostener una sociedad deshumanizada.

MR: ¿Cómo podemos trabajar efectivamente por una sociedad pacífica y dinámica que se caracterice por la diversidad y la dignidad? ¿Cuál es su experiencia?

DA: Creo que hemos tenido muchos ejemplos de lugares alrededor del mundo con una experiencia histórica de sociedades pacíficas, dinámicas, caracterizadas por la diversidad y la dignidad. El mayor reto de este momento es la «eficacia» en cuestión. El modelo capitalista occidental supone el uso de la violencia y la guerra para destruir cualquier experiencia humanizadora y no hay a la vista ninguna otra alternativa capaz de reemplazar eficazmente a este sistema decadente. Pero no es el fin de la historia, por lo que estoy convencido de que va a aparecer otro modelo u otros modelos.

Si pudiera hacer una recomendación a la gente, diría que no tiene que repetir lo que vio en la TV, leyó en un periódico o escuchó en la radio, sin pensarlo críticamente. Te voy a dar un ejemplo de algo que está sucediendo en este momento en la República Dominicana: el gobierno está tratando de cambiar la Constitución para deportar a ciudadanos dominicanos de ascendencia haitiana y la prensa habla de ello como si fuera un tema de inmigración. Las personas que el gobierno quiere deportar, nacieron en República Dominicana, no hablan francés o creole, y saben muy poco sobre Haití. Pero este es el tipo de manipulación que los medios de comunicación ejercen diariamente, usando la terminología equivocada para dar eficacia a un titular sensacionalista. Los medios de comunicación siguen hablando de crisis económica, cuando a nivel mundial no hay menos dinero que hace diez años. Hay más dinero en el mundo, pero la distribución está concentrada en un porcentaje cada vez menor de personas y de esto no dicen nada.

MR: ¿Cuáles son los principales temas de su trabajo?

DA: En una línea, yo diría que es la difusión de la filosofía de Silo, que se basa en la actitud moral de ser coherente con uno mismo, la alineación de lo que uno siente, con lo que piensa, y con lo hace en un sentido unitivo. Aquí es donde la no-violencia y la acción social comienzan. Estoy muy consustanciado con la idea de dar una dirección a mi vida que pueda mantener a largo plazo. No estoy en busca del bienestar corto. Quiero demostrar que se puede ir «contra el sistema» y tener una vida increíble, visitar países, conocer gente notable y tener un estímulo diario para hacer más cosas. Recuerdo una situación en Nueva York a un par de meses de llegar, cuando aun no hablaba muy bien el inglés. Yo estaba organizando un grupo de voluntarios en el Centro de las Culturas con el que montamos un Club de Conversación en Inglés, en la biblioteca local, para ayudar a los recién llegados a mejorar o aprender Inglés. En algunas ocasiones los profesores no aparecían y yo tenía que llevar la conversación. Créeme, eso impulsó mi proceso de aprendizaje del inglés. Creo que aprendí más de las personas que asistían al club.

MR: ¿Qué pasa con la extensión de la ciudadanía? ¿Por qué es un objetivo que debemos perseguir?

DA: Durante varios años tuve la oportunidad de coordinar la Coalición de Nueva York para ampliar los derechos de voto (ivotenyc.org). El objetivo de la coalición es aprobar una legislación en Nueva York que conceda el derecho de voto a los residentes legales en las elecciones municipales. Se estima que el 25% de la población de la ciudad no son ciudadanos; en algunos barrios el número crece hasta más del 50%. Este es el nuevo modelo en las ciudades internacionales, tenemos que reconocerlo y avanzar hacia la inclusión de las personas, no hacia la exclusión. El problema en estas grandes ciudades es que las comunidades más grandes y más pobres tienen muy poca representación política y poder, lo que impide el desarrollo de los derechos humanos y la distribución justa de la riqueza económica. Para mí, si la gente es lo suficientemente inteligente como para abrir una cuenta bancaria, debería tener derecho a votar. Las personas deben tener expresión política antes de ser incluidas en el sistema económico.

MR: ¿En Pro Mosaik e.V. la justicia social es el primer paso para garantizar una paz sostenible? ¿Qué piensa usted al respecto?

DA: Por supuesto que estoy de acuerdo con esa posición, aunque para mí los temas principales en el mundo de hoy son la violencia y la democracia. Todo es cuestión de dinero y todo el mundo gira en torno al dinero, al libre comercio, a los mercados abiertos, a los bancos, a las corporaciones internacionales, la privatización, etc. Lo que ocurrió en Grecia, por ejemplo, fue principalmente para que el sector privado se hiciera con el control de los recursos públicos. Lo ocurrido en Grecia después de las elecciones y el referéndum, fue un indicador de la muerte de la democracia representativa formal. A la Comunidad Europea política no le importa lo que la gente reclama y vota. Ellos hacen lo que es conveniente para las instituciones económicas internacionales. La situación en Grecia es hoy un ejemplo histórico muy significativo de estos procesos. El concepto de democracia representativa (formal) nació allí y allí ha muerto. Este es un hermoso ciclo de la vida.

Fuente: http://www.pressenza.com/es/2015/09/por-una-sociedad-dinamica-cambiante-y-pacifica/
Ver la versión original ilustrada de esta entrevista en: http://www.promosaik.blogspot.de/2015/09/for-dynamic-peaceful-changing-society.html#sthash.qgpGTiwC.dpuf