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Inmigración: un tema espinoso para los republicanos en EE.UU.

Fuentes:

(PL) El voto de los latinos en las elecciones presidenciales en Estados Unidos es un asunto espinoso para los republicanos, reacios a aceptar reformas para regularizar la situación de al menos 11 millones de inmigrantes sin papeles. La actual campaña de elecciones primarias que anteceden las presidenciales del 8 de noviembre, muestra la gran diferencia […]

(PL) El voto de los latinos en las elecciones presidenciales en Estados Unidos es un asunto espinoso para los republicanos, reacios a aceptar reformas para regularizar la situación de al menos 11 millones de inmigrantes sin papeles.

La actual campaña de elecciones primarias que anteceden las presidenciales del 8 de noviembre, muestra la gran diferencia existente sobre el tema entre los precandidatos en ambos partidos.

Aunque una coalición nacional de las 40 organizaciones hispanas dio a los precandidatos presidenciales hasta el 25 de marzo para responder un cuestionario sobre sus prioridades en las políticas públicas que más afectan a los 58 millones de latinos que residen en la nación, no hace falta esperar por eso para saber hacia dónde marcha cada partido.

Los demócratas tienen en esta minoría un bastión importante de votantes que de seguro sufragarán por ellos, más cuando el mensaje de los principales candidatos republicanos, el magnate neoyorquino Donald Trump y el senador Ted Cruz (Texas) es antiinmigrante y sus ideas apuntan a hacer más represivo el actual sistema.

El escenario es bien complicado tras la muerte del juez conservador de la Corte Suprema, Antonin Scalia, y los republicanos se oponen a que sea nombrado su relevo en momentos en que ese foro debe pronunciarse en junio sobre la legalidad de los alivios migratorios que el presidente Barack Obama dictó mediante una orden ejecutiva.

DAPA (Acción Diferida para Padres de Estadounidenses) y la extensión de DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) no pueden entrar en vigor debido a una demanda en su contra del estado de Texas y otros 25 estados, gobernados por republicanos.

Muchos creen que sin Scalia existen posibilidades reales de que los jueces se inclinen por permitir que DAPA y la extensión de DACA entren en vigor, no obstante algunos expertos coinciden en que no se puede predecir qué harán los ocho jueces respecto a un caso que afectaría la vida de miles de indocumentados.

Esa situación oscurece aun más el panorama aunque evidencia las ya conocidas posiciones de los miembros del partido rojo contra los que buscan establecerse en el país y aspirar a una residencia legal.

Por ejemplo, en una elección que se anticipa muy cerrada, el voto de los latinos es sumamente importante en estados como Texas, California, Nuevo México y Florida, entre otros, que pueden dar a los candidatos en noviembre un número importante de delegados al colegio electoral que seleccionará al presidente del país.

Como van las cosas, y luego que la primaria republicana es dominada por propuestas para la deportación masiva de inmigrantes no autorizados y la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, los del Grand Old Party aparentemente descartan el voto latino.

Mientras los aspirantes demócratas Hillary Clinton y el senador Bernie Sanders saben que el voto hispano, que tradicionalmente los favorece, puede marcar la diferencia en las elecciones presidenciales de noviembre alientan a esa comunidad a acudir masivamente a las urnas.

En esa linea, ambos se pronuncian a favor de una reforma a las leyes de inmigración y, por ejemplo, Clinton, dice que irá más allá de las propuestas de Obama.

Difícilmente un candidato republicano pueda ganar en noviembre si no tiene el apoyo de esta comunidad, la cual, según la National Association of Latino Elected and Appointed Officials ( NALEO) reúne a 27 millones de personas con derecho al voto y se pronostica que al menos 13 millones lo harán efectivo.

Sin embargo, ni Trump ni Cruz, los que pesan más en la búsqueda del endoso partidista en julio, parecen dispuestos a buscar ese respaldo y por el contrario se pronuncian por deportar a todos los inmigrantes sin papeles, anular los alivios temporales que dispuso Obama y completar el muro a lo largo de toda la frontera con México.

El otro en la carrera de los rojos, el gobernador de Ohio, John Kasich, tiene una posición más moderada cuando plantea que completará el muro en la frontera con México pero, ampliará un programa de trabajadores invitados y permitirá la legalización de aquellos sin antecedentes penales.

La diferencia entre republicanos y demócratas sobre inmigración es abismal y hay que ver cómo pesa que muchos estadounidenses consideran ahora la seguridad nacional como un problema muy importante, y en ello también juegan las consideraciones sobre inmigración.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4738951&Itemid=1