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Estudio: El Muro de la Separación impacta negativamente en los residentes de Jerusalén y en su estatus como capital

Fuentes: Haaretz

Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis

El Muro de separación, que aísla a decenas de miles de palestinos y sus barrios de Jerusalén, no sólo está teniendo un impacto negativo en las vidas de residentes de Jerusalén Orienta, sino que también está perjudicando a los habitantes judíos de la ciudad y la posición de esta como capital de la nación, según un reciente estudio dirigido por el Instituto de Jerusalén para los Estudios de Israel.

Según el informe, » Jerusalén ha cambiado de ser una ciudad central de gran extensión, que proporcionaba servicios a más de un millón de personas del área circundante, a un pueblo periférico. … Es una área metropolitana limitada que sirve sólo al 20 por ciento de los residentes que anteriormente tuvo, la mayoría de ellos judíos.»

Éste equipo que preparó el estudio incluye al Dr. Yisrael Kimche, anterior jefe de política municipal de proyectos de división y los urbanistas, Maya Hoshen y Amnon Ramon, especialistas en ciudades cristianas e iglesias. El estudio advierte que los cambios del uso de bienes inmobiliarios provocados por el Muro traerán consigo un impacto en «el futuro de Jerusalén como capital de Israel.»

Según el informe, si bien el Muro puede estar contribuyendo a la seguridad, en conjunto «tiene un efecto negativo en vida de la ciudad y de su área circundante» y a la larga puede incrementar la hostilidad y el terrorismo.

Aun cuando el Muro previene la infiltración de atacantes suicidas, la frustración y la ira por parte de la población palestina de Jerusalén que se ve perjudicada por el Muro «puede aumentar la hostilidad y minar la frágil relación entre las comunidades judías y árabes de la ciudad.»

Los elaboradores del informe dicen, «Más allá de las miras a corto plazo, es probable que el Muro incremente «la participación de residentes de Jerusalén Oriental en actividades de terror.»

Además del territorio separado fuera de la ciudad, el Muro anexiona tierras adyacentes a barrios judíos que no eran previamente parte de Jerusalén. Los territorios anexionados se destinan a la expansión de los barrios judíos, y en algunos casos para unirlos a los asentamientos cercanos. En el norte, la pared agrega centenares de dunums a Jerusalén al este de Neveh Yaakov, hacia el asentamiento de Adam.

Por otro lado, la pared ha separado grandes barrios palestinos de la ciudad. Éstos incluyen Kfar Akab y Samimis en el norte, Shuafat y Ras Hamis en el este y parte de Volja en el sur.

Según los investigadores y el personal dirigente de la defensa, aproximadamente 90.000 árabes de Jerusalén Oriental que tienen tarjetas de identidad israelíes, residentes mayoritariamente permanentes, vivían fuera de los límites municipales de la ciudad antes de que la pared se construyera. Esto indicaría que se exageraron las estimaciones del número de árabes de Jerusalén Oriental que se dieron durante años. Ahora, las decenas de miles de residentes de Jerusalén Oriental que tienen tarjetas de identidad israelíes están trasladándose de nuevo a la ciudad, para evitar perder varios beneficios que su estado de residencia les proporciona.

Por consiguiente, el precio de la vivienda en Jerusalén Oriental se ha disparado, y en algunos los árabes están comprando apartamentos en los barrios norteños de Pisgat Zeev y Neveh Yaakov que están cercanos a los barrios árabes de Beit Hanina y Shuafat. Los apartamentos en estos barrios judíos son más baratos que en los barrios árabes, donde los precios están por las nubes a causa de la afluencia de palestinos que tienen tarjetas de identidad israelíes en la ciudad.

» Este aumento en la tendencia, podría dañar el futuro israelí de Jerusalén como capital del estado judío,» concluye el estudio. Enumera las graves consecuencias que son probables como resultado del movimiento a gran escala en Jerusalén. El estudio predice un significativo incremento en la densidad de población y en la construcción ilegal en Jerusalén Oriental. Es posible que ciudades campamento o de albergues temporales se erijan para ejercer presión que afecte a las autoridades, dice el informe.

El estudio predice que la ya existente escasez de la vivienda empeorará y llevará a un incremento de delitos. Eso también podría perjudicar a los residentes judíos, que económicamente están en mejor situación, sobre todo los que viven cerca de los barrios árabes. Los precios inmobiliarios podría originar choques en estas áreas y las relaciones entre las comunidades podrían verse dañadas.

El estudio también predice un aumento del consumo de drogas que sería exacerbado por el aumento del número de familias pobres que padecen una escasez grave de vivienda. Un aumento de la pobreza, el crimen y el consumo de drogas pondrían las cosas todavía más difíciles al Ayuntamiento, al Instituto de Seguro Nacional y a varios departamentos de bienestar.

A largo plazo, el rápido crecimiento de la población palestina en la ciudad creará presión en reservas de terreno limitadas. Una parte considerable de la tierra de propiedad palestina se localiza en la cuenca de la Ciudad Vieja y en otras áreas sensibles visual e históricamente, según el informe.

«Ya, la ciudad no puede controlar la construcción ilegal, y cuando la presión aumente, no habrá ninguna manera práctica o moral de evitar tal construcción,» concluye el informe.

6 de octubre de 2005