El 68,5% de los procesos judiciales por accidentes laborales de la provincia de Barcelona acaban en condena para la empresa, según los datos de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. De las 35 sentencias dictadas en el 2005, 24 fueron condenatorias y en 20 se constató el delito de riesgo para los […]
El 68,5% de los procesos judiciales por accidentes laborales de la provincia de Barcelona acaban en condena para la empresa, según los datos de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. De las 35 sentencias dictadas en el 2005, 24 fueron condenatorias y en 20 se constató el delito de riesgo para los trabajadores. A pesar de estas cifras, la fiscalía se queja de que la instrucción de los procesos judiciales abiertos por siniestralidad laboral es lenta.
Los retrasos en la tramitación de los procesos judiciales por accidentes laborales son más acuciantes en los juzgados de la provincia de Barcelona y no tanto en la capital catalana. Uno de los motivos de la lentitud es la gran movilidad de jueces que se produce en ciertas localidades. «Cuando llega un juez tramita lo más urgente y flagrante y, después, se pone al día de los asuntos pendientes», aseguran las fuentes judiciales consultadas. «Pero, además, cuando se inculpa al responsable de una empresa, viene la batalla de los recursos de la defensa», añade.
MATERIAL INCULPATORIO
La lentitud no es el único problema al que se enfrentan estos procesos. En bastantes ocasiones, se abre el juicio oral «sin haber reunido un material inculpatorio suficiente y sin haber efectuado correctamente las imputaciones, lo que es indicativo de cierta desorientación en la investigación judicial, fundamentalmente en orden a la determinación de los posibles responsables penales de los hechos», según la fiscalía.
«En general, las empresas están tomando conciencia de que deben cumplir las normas de seguridad, gracias a la presión de la Administración», explica Juan Ignacio Marín, subdirector general de Seguretat i Salut Laboral de la Generalitat. En su opinión, la solución no está en endurecer las penas, sino en agilizar el resarcimiento de la víctima a través de la jurisdicción social. «Se deberían actualizar los baremos de las indemnizaciones. Las laborales son inferiores a las de los accidentes de tráfico», puntualiza.
MENOS SINIESTROS
Las cifras de los accidentes laborales leves, graves y mortales registrados en Catalunya durante el 2005 fueron las más bajas de los últimos seis años. El año pasado se produjeron 152.672, 4.947 menos que en el 2004 (3,1%). Los siniestros mortales bajaron el 31,5%. Esto ha provocado que el número de delitos contra la seguridad en el trabajo haya bajado del orden del 27%.