Recomiendo:
0

Cinco años de guerra en Iraq y Afganistán ponen a prueba el ejército voluntario en EEUU

El ejército estadounidense muestra síntomas de agotamiento

Fuentes: Reuters

Cinco años de guerra en Iraq y Afganistán han dejado signos de desgaste natural en las fuerzas armadas estadounidenses, poniendo de manifiesto preguntas sobre su capacidad para mantener los actuales niveles de operaciones y de enfrentamiento a posibles nuevas crisis [1]. La invasión de Afganistán liderada por EEUU, ordenada tras los atentados del 11 de […]

Cinco años de guerra en Iraq y Afganistán han dejado signos de desgaste natural en las fuerzas armadas estadounidenses, poniendo de manifiesto preguntas sobre su capacidad para mantener los actuales niveles de operaciones y de enfrentamiento a posibles nuevas crisis [1]. La invasión de Afganistán liderada por EEUU, ordenada tras los atentados del 11 de septiembre, comenzó el 7 de octubre de 2001, lo que empujó al combate a todos los voluntarios de las fuerzas armadas estadounidense que siguió incólume allí y, desde marzo de 2003, en Iraq.

Altos mandos militares, incluido el Jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Meter Schoomaker, han advertido de la falta de capacidad operativa de algunas unidades y de la falta de equipamiento, con tanques Abrams, vehículos de combate Bradley y otros equipos machacados por el uso excesivo en el campo de batalla. Muchos Soldados se enfrentan a un segundo y tercer gran periplo de combates y menos tiempo [en EEUU] entre cada despliegue. Al mismo tiempo, la tasa de bajas [de la tropa] estadounidense aumenta, con más de 2.730 soldados fallecidos en Iraq [2] y más de 280 en Afganistán.

Quiebra de la fuerza

«[…] Estamos en los primeros momentos de una especie de crisis que si no se controla tendrá como resultado la quiebra de [nuestras] fuerza», afirmó en la Universidad de Boston el coronel retirado del Ejército Andrew Bacevich, un experto militar. «[…] Hay que ser absolutamente ingenuo para pensar que vamos a ser capaces de seguir cargando tanta presión sobre las fuerzas [armadas] mucho más tiempo», anadió.

Los últimos cinco años indican que por primera vez toda la fuerza voluntaria se ha puesto a prueba mediante una guerra prolongada. La conscripción [3] terminó en 1973. El Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se niega a volver a él. El analista de Defensa del Instituto Lexington, Loren Thomspon, afirma que la Marina es el único cuerpo que está en plena forma en unas fuerzas armadas de 1,42 millones de soldados en activo a tiempo total y 830.000 reservistas a tiempo parcial. «Las fuerzas sobre el terreno -el Ejército [de Tierra] y el Cuerpo de Marines- sufren reducción de plantilla y pasan por momentos difíciles. Los aviones de la Fuerzas Aérea se han vuelto casi prehistóricos, de tan viejos que son», afirma.

Por el contrario, Los oficiales del Pentágono defienden el buen estado del ejército. «[…] Somos un país en guerra», afirma el portavoz del Pentágono Bryan Whitman: «[…] Las fuerzas armadas de esta nación no sólo hacen su trabajo bien, sino que están llevando a cabo sus misiones a la perfección».

El ejército ha realizados esfuerzos titánicos por mantener el actual número de tropas, 141.000 en Iraq [4] y 21.000 en Afganistán. Por ejemplo, se ha tenido que posponer la salida prevista de 4.000 brigadas del combate de elite del ejército desde Iraq y acelerar el despliegue de una tercera [brigada] [5]. Con el Ejército [de Tierra] y el Cuerpo de Marines debilitados en extremo, el Pentágono ha convertido a miles de miembros de la Marina y de la Fuerza Aérea en tropas de tierra para hacer trabajos como conducir camiones y custodiar detenidos.

Otro problema candente

Una gran preocupación de los altos mandos estadounidenses es la confianza en la capacidad del ejército para responder a las hostilidades en otros puntos calientes internacionales, como son Irán o Corea del Norte.

Con la mayor parte del Ejército [de Tierra] y de los marines desplegados en Iraq y en Afganistán, la Marina y el Ejército del Aire deberían llevar el peso [de la batalla], es decir, los ataques aéreos y el bloqueo naval, más que una gran responsabilidad por parte de la fuerzas terrestres. Una amplia movilización de cientos de miles de miembros de la Guardia Nacional y de la Reserva también podría considerarse necesaria, pero tal medida se arriesga a la crítica desde las comunidades estadounidenses, de las cuales soldados a tiempo parcial podrían ser apartados de su vida civil. El Pentágono ya ha hecho gran uso de ellos: este mismo año pasado entrenaron al 40 por ciento del ejército iraquí.

El ejército ha obligado a 75.000 soldados, incluidos 11.000 en la actualidad, a continuar prestando servicio tras la finalización de su período voluntario, de acuerdo a la política «detener las pérdidas», diseñada para mantener completamente preparadas a las unidades creadas para ir a Iraq y Afganistán. A algunos soldados se les puede obligar a continuar en el ejército 18 meses más, una medida que algunos críticos en el Congreso denominan «Plan oculto».

El analista de defensa de la Institución Brookings, Michael O’Hanlon, señaló otros síntomas de agotamiento en las tropas, lo que incluye un aumento de la tasa de divorcios y suicidios y el abandono [del ejército] de oficiales de graduaciones medias. «[…] Creo que la moral está por los suelos y en peligro de que muy pronto las cosas empeoren», afirma O’Hanlon.

De momento, el ejército ha conseguido su objetivo de retención, convenciendo a las tropas actuales de volverse a alistar para prestar más servicios.

El reclutamiento ha sido más problemático. El ejército perdió su objetivo en el año fiscal 2005, pero el objetivo de desplegar 80.000 reclutados en 2006 se logró gracias a las medidas tomadas para convencer a nuevos voluntarios, lo que incluye incentivos económicos, más reclutadores, aumento del tope de edad para alistarse hasta los 42 años y la aceptación de más reclutas con antecedentes penales y con el nivel más bajo posible. El Ejército de la Guardia Nacional y el Ejército de la Reserva se quedaron ambos un poco por debajo de sus objetivos de reclutamiento para 2006 tras no haberlos logrado tampoco en 2005.

Notas de IraqSolidaridad:

1. Véase en IraqSolidaridad: Robert Burns: El Ejército de EEUU, al límite – Will Dunham: El Ejército estadounidense obliga a 50.000 soldados a prolongar su periodo de servicio Mark Benjamín: La guerra en Iraq consume al Ejército estadounidense Abid Mustafa: La resistencia iraquí fractura las relaciones de Bush con el Ejército estadounidense Ann Scott Tyson: Dos años después, la guerra de Iraq agota el poder militar de EEUU
2. Véase en IraqSolidaridad:
Carlos Varea: Cifra record de bajas estadounidenses en combate en Iraq. En la primera quincena de octubre EEUU ha perdido una medía de cuatro soldados al día y enlaces relacionados.
3. Reclutamiento para el servicio militar obligatorio en EEUU.
4. En la actualidad, casi 150.000 efectivos.
5. A fin de recuperar este verano el control sobre Bagdad, véase en IraqSolidaridad:
Carlos Varea: La violencia sectaria en Iraq y la nueva guerra en Oriente Medio. EEUU incrementa el número de tropas en Iraq y ‘reocupa’ Bagdad
English Texto original

* Will Dunham es analista de la agencia internacional de noticias ‘Reuters’.

CEOSI www.iraqsolidaridad.org 2006

IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.org), 24 de octubre, 2006
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde