El presidente George W. Bush firmó el jueves una ley que autoriza la construcción de unos 1.125 kilómetros de barreras en la frontera con México. La llamada «ley del muro» fue duramente criticada por el gobierno mexicano y busca garantizar el control estadounidense en la frontera y frenar la inmigración ilegal. «Tenemos la responsabilidad de […]
El presidente George W. Bush firmó el jueves una ley que autoriza la construcción de unos 1.125 kilómetros de barreras en la frontera con México.
La llamada «ley del muro» fue duramente criticada por el gobierno mexicano y busca garantizar el control estadounidense en la frontera y frenar la inmigración ilegal.
«Tenemos la responsabilidad de cumplir nuestras leyes, tenemos la responsabilidad de asegurar nuestras fronteras,» dijo Bush en una ceremonia en la Casa Blanca.
La mayoría de los 12 millones de inmigrantes ilegales que viven en Estados Unidos proviene de México.
El gobierno mexicano, un aliado de Washington que esperaba un acuerdo para tratar de la situación de los inmigrantes, expresó una «profunda preocupación» por el anuncio.
«(El muro) constituye una medida unilateral contraria al espíritu de entendimiento que debe caracterizar la atención de los países vecinos y afecta la cooperación,» dijo el jueves Rubén Aguilar, portavoz de la presidencia mexicana a periodistas.
Bush defendía una reforma amplia, pero no logró convencer a legisladores de su partido y el Congreso votó sólo medidas de seguridad antes de las elecciones legislativas de noviembre.
Muchos republicanos se manifestaron en contra a una reforma amplia, argumentando que legalizar a los inmigrantes significaba dar amnistía a personas que violaron la ley.
Bush, que defiende la creación de un programa de trabajo temporal para legalizar a los indocumentados dijo que ello no era una amnistía.
«Yo me opongo a la amnistía. Hay un terreno racional intermediario entre dar un pasaje automático a la ciudadanía y un programa de deportaciones en masa. Yo espero trabajar con el Congreso para encontrar ese terreno intermediario,» dijo.
La ley, que autoriza la construcción de las vallas en parte de los estados de California, Nuevo México, Arizona y Texas, incluye otras medidas de seguridad, como la instalación de iluminación y barreras vehiculares.
Pero la norma no tiene un presupuesto específico asignado, ya que parte del dinero, unos 1.200 millones de dólares, vendrá del presupuesto aprobado para el Departamento de Seguridad Nacional hace algunas semanas para el año fiscal que empezó en octubre.
Muchos críticos dicen que ese dinero no es suficiente para la construcción de las vallas, que tienen un costo estimado en más de 2.000 millones de dólares, y argumentan que la cerca es una maniobra electoral que no detendrá la inmigración.
«Solamente cumplir la ley y (construir) vallas no va a funcionar. Los que apoyan el abordaje anti inmigrante y el enfoque sólo en seguridad pueden pensar que eso es hacer buena política. Los americanos no se dejarán engañar por tácticas de año electoral,» dijo el senador demócrata Edward Kennedy.
Alrededor de 1,2 millones de personas fueron detenidas intentando cruzar la frontera sur el pasado año fiscal.
En respuesta, Bush dijo que más que duplicó gastos en seguridad en la frontera desde el 2001, llegando a 10.400 millones de dólares este año, y que el número de agentes fronterizos crecerá en 3.000 y llegará a 12.000 en el 2008.
Bush se reunirá con el presidente electo de México, Felipe Calderón, el 9 de noviembre en Washington. Calderón criticó la ley diciendo que complica la relación bilateral.
(Con reporte adicional de Steve Holland en Washington y Tomás Sarmiento en México)