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Miembros de EHK realizan en Bilbao un acto en apoyo a Iñaki de Juana

Amarrado al duro banco

Fuentes: Rebelión/Gara

Miembros del colectivo comunista Euskal Herriko Komunistak (EHK), realizaron el sábado en Bilbao un plante frente al Palacio de Justicia, y junto a Sabin Etxea (sede del PNV), en apoyo solidario al preso de ETA Iñaki de Juana Chaos, en huelga de hambre desde el pasado 7 de noviembre. El colectivo colocó una tienda de […]

Miembros del colectivo comunista Euskal Herriko Komunistak (EHK), realizaron el sábado en Bilbao un plante frente al Palacio de Justicia, y junto a Sabin Etxea (sede del PNV), en apoyo solidario al preso de ETA Iñaki de Juana Chaos, en huelga de hambre desde el pasado 7 de noviembre. El colectivo colocó una tienda de campaña y una mesa informativa, así como diversas pancartas reivindicativas, con los lemas «Prozesuaren alde. Autodeterminazioa» (En favor del proceso. Autodeterminación) e «Iñaki de Juana, askatu» (Libertad para Iñaki de Juana). El plante duró hasta las 22:00 horas pero la pretensión es que se repita en las próximas semanas. Según manifestaron representantes del colectivo, preparan una nueva movilización que pretenden que se extienda 48 horas en el mismo sitio, con una jornada nocturna incluida.

Amarrado al duro banco

Álvaro Reizabal

Al cabo de más de 30 años de ejercicio de la abogacía en Euskal Herria, uno piensa haberlo visto todo o casi todo. Cuerpos machacados, rostros tumefactos, destrucción psíquica, que oficialmente son fruto de las autolesiones que los etarras se provocan por orden de su organización para desprestigiar a las fuerzas de seguridad del Estado. Tampoco es la primera vez que me ha tocado ver gente tras muchos días en huelga de hambre. He visto imágenes impresionantes de seres famélicos a través de los repugnantes cristales de los locutorios, o en vivo y en directo cuando me tocó desgastar patio y hasta en el espejo de mi celda. Es duro reconocerlo, pero con los años y habiendo visto y vivido tanto dolor, a veces propio, pero sobre todo ajeno, el corazón se endurece. A veces me asusta pensar si será la edad o que nos pasa como a los corresponsales de guerra, que después de muchos años en el oficio pueden estar viviendo el bombardeo de seres indefensos en el Líbano, casi como quien va a la oficina. Quizá la comparación sea exagerada y por tanto odiosa, aunque algo de esto pasa. Pero hay situaciones que te remueven las entrañas y te hacen sentirte vivo con toda intensidad, cuanto más cerca de la muerte te encuentras. Paradojas de la vida.

En el siglo XVI Luis de Góngora contaba la terrible existencia de un forzado de Dragut amarrado al duro banco de una galera turquesca, que llevaba viviendo diez años sin libertad. Siglos después Gabriel Celaya narraba que «cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades». Esta semana he visto a un forzado vasco privado de libertad desde hace no 10, sino 20 años. Amarrado al duro banco de una cama de hospital, en una celda cerrada a cal y canto y en su vidriosa mirada pude ver de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte. Por eso debo decir las verdades, bárbaras, terribles, amorosas crueldades. Y verdad es que no hay derecho a condenar a más de doce años de cárcel por un delito de opinión, basando la condena en la persona del autor y en el medio de comunicación en que se publica. Y crueldad, aunque no amorosa, por supuesto, que la condena se utilice como trofeo de caza en el incomprensible concurso de méritos entablado por el PSOE con el PP para demostrar quién ha detenido a más vascos, quién ha pedido condenas mayores y en definitiva quién da más ostias a ETA. ¿Se construye así un proceso de paz? Hemos pedido al Tribunal Supremo la libertad provisional de De Juana antes de que ocurra algo irreversible e indeseable desde todo punto de vista. El Gobierno dice que sabrá dar pasos firmes cuando haya que darlos. Sería bueno que el primero sea que la Fiscalía apoye esa petición de libertad.

* Alvaro Reizabal es abogado.