Cómplices del terrorista internacional Luis Posada Carriles intentaron asesinar con un coche bomba a un testigo clave del proceso judicial contra el criminal, según reveló ayer la prensa de Miami. La bomba fue hallada en su automovil por el propio Gilberto Abascal, fuente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que confirmó la entrada ilegal de […]
Cómplices del terrorista internacional Luis Posada Carriles intentaron asesinar con un coche bomba a un testigo clave del proceso judicial contra el criminal, según reveló ayer la prensa de Miami.
La bomba fue hallada en su automovil por el propio Gilberto Abascal, fuente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que confirmó la entrada ilegal de Posada Carriles a Estados Unidos procedente de México, a bordo de la embarcación Santrina en marzo de 2005.
Los complices del delincuente colocaron la carga explosiva el domingo último en la camioneta de la víctim, con la intención de hacerla estallar en la localidad floridana de Hialeah, según informa la edición en español del diario The Miami Herald.
Abascal denunció el hecho ante la policía del condado de Miami-Dade, a cuya jefatura precisó que era testigo del FBI.
La División de Explosivos detonó el artefacto y la Fuerza Especial Antiterrorismo del FBI dijo que iniciaría una investigación sobre el incidente, pero se negó a dar detalles a la prensa, invocando su política de confidencialidad.
En agosto de 2006, Abascal salió ileso de otro ataque realizado por desconocidos, quienes balearon su camioneta en una carretera cercana a Hialeah Gardens.
El jueves último, un jurado federal del Distrito occidental de Texas acusó Posada Carriles de siete cargos: uno por fraude en el proceso de naturalización y otros seis por dar información falsa a oficiales de inmigración.
En ninguno de los legajos figuró la palabra terrorismo, pese al arsenal de evidencias que Washington atesora en sus archivos sobre la hoja de servicios del delincuente, que incluye la voladura de una aeronave cubana en 1976, con 73 personas a bordo.
La procuraduría admite que el criminal dijo varias falsedades acerca de su ingreso a territorio estadounidense, específicamente sobre las rutas de transporte, los métodos utilizados y los cómplices de la operación.
Posada alegó que llegó desde Honduras, por Belice, a Estados Unidos por un lugar de México llamado Matamoros, con ayuda de un coyote, sin embargo fue comprobado que «entró en el barco Santrina, con cuatro individuos», procedente de Islas Mujeres.
El terrorista deberá presentarse la semana próxima ante un magistrado federal, quien hipotéticamente podría condenarlo hasta 35 años de cárcel: 10 por el delito de fraude, y cinco por cada información falsa dada a las autoridades. El veredicto está por ver.
La Justicia venezolana lo reclama por su responsabilidad en la voladura en pleno vuelo de la aeronave cubana.
El expediente de Posada Carriles también incluye hechos como la planificación de una serie de atentados con bombas en 1997 contra instalaciones turísticas de La Habana, en una de las cuales murió el joven italiano Fabio di Celmo.
La víspera, el secretario estadounidense de Justicia, Alberto Gonzáles, descartó la extradición a Venezuela.
Desde que fuera arrestado en mayo de 2005, el criminal permaneció en un centro de detención de inmigrantes en El Paso, Texas. Este miércoles fue trasladado a una prisión del condado de Otero, en Nuevo México.