Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Richard Hayne es presidente de Urban Outfitters [tiendas de ropa]. Por temor de caer al lado equivocado de la Guerra contra el Terror. Hayne sacó de las estanterías de su compañía de ropa a la moda, el pañuelo de cabeza palestino conocido como keffiyeh. Utilizado tradicionalmente en Oriente Próximo como protección contra el sol y la arena, los keffiyehs aparecen con mayor frecuencia en USA como muestra de solidaridad con esas naciones árabes – particularmente palestinos e iraquíes – que viven bajo la ocupación militar.
Un coro de productores de blogs islamofóbicos – uno de los cuales comparó el keffiyeh con una svástica – descubrió que la dirección de correo electrónico de Hayne es [email protected]. Su campaña de correo contra el keffiyeh mostró el poder de enviar miles de correos electrónicos al jefe de una compañía. Hayne cedió a mediados de enero. La historia de los keffiyehs excluidos de la venta apareció en diversas noticias y como me confirmó el 28 de enero el empleado local de Urban Outfitters, «puede que [los keffiyehs] todavía estén en el edificio, pero nos ordenaron que no los vendiéramos.»
El 20 de enero, en Guilford College (una pequeña escuela liberal en Greensboro, Carolina del Norte) tres estudiantes palestinos fueron llamados «negros arenosos» y «terroristas» mientras eran golpeados – con manoplas y a puntapiés – por más de una docena de miembros del equipo de fútbol americano de la escuela. Ahora no puedo decir si el equipo de fútbol de Guilford College se inspiró en su intento de linchar a sus compañeros de estudios directamente en la campaña contra los keffiyehs, pero el hecho muestra que la ecuación de todo lo que sea árabe con el terrorismo de los medios dominantes, de los políticos, y de los ejecutivos corporativos tiene horribles consecuencias para los árabes.
Como dijera con exactitud Brian Levin del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo: «Lo que tenemos aquí es un clima en el que la islamofobia no es sólo considerada como una tendencia generalizada, es considerada patriótica por algunos, lo que hace que este tipo de ataques sea aún más indigno.» Por cierto, un sondeo Gallup realizado el verano pasado muestra que un 39% de los USamericanos admite que tienen prejuicios contra los musulmanes y creen que deberían portar una tarjeta de identidad especial.
En circunstancias en las que todo el Congreso culpa a los iraquíes y a los palestinos por la violencia en sus respectivos países ocupados, la Red de los Campus contra la Guerra (CAN, por sus siglas en inglés) afirma la centralidad del antirracismo en el movimiento contra la guerra. ¿Es consecuencia el sentimiento anti-USamericano de la disparatada barbarie árabe (como la llama Bush: «¡Odian nuestras libertades!»)? ¿O tiene buenos motivos la gente en Oriente Próximo para resentir la historia de USA de apoyo a los dictadores, de desplazar poblaciones, y traicionar a sus aliados?
¿Es el precio del petróleo iraquí sólo un beneficio adicional de las intenciones «antiterroristas,» por otro lado altruistas, de USA en Oriente Próximo? ¿O es la «Guerra contra el Terror» una pantalla de humo ideológica para justificar lo que es, por otro lado, un propósito indigno: el poder y el control sobre la región más rica en petróleo del mundo?
Creemos que se trata de esto último, y nos solidarizamos con los que viven bajo la ocupación militar; sea realizada directamente por USA, como en el caso de los iraquíes, o financiada y sustentada por USA, pero realizada por Israel, en el caso de los palestinos. Por eso CAN está distribuyendo keffiyehs y otro material contra la guerra en la Universidad de Wisconsin mientras vende pasajes en autobús para la «Marcha hacia el Pentágono» del 17 de marzo. Más información [en inglés] en www.RevoltingStudents.com/CAN
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Chris Dols es estudiante de ingeniería civil en la Universidad de Wisconsin, miembro de Campus Antiwar Network y editor de RevoltingStudents.com. Para contactos escriba a: [email protected]
http://www.counterpunch.org/dols02232007.html