Un informe presentado ayer al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se reune en Ginebra, reveló violaciones y abusos cometidos por Estados Unidos con el pretexto de luchar contra el terrorismo. El documento, cuyo autor es Martin Scheinin, planteó que las autoridades de inmigración norteamericanas han adoptado una serie de políticas y prácticas […]
El documento, cuyo autor es Martin Scheinin, planteó que las autoridades de inmigración norteamericanas han adoptado una serie de políticas y prácticas dirigidas contra determinados grupos sobre la base de su país de origen o nacionalidad.
Esto sucede cuando se trata de personas procedentes de naciones que son objeto de una vigilancia especial debido solamente a su religión.
Ejemplificó lo dicho con detenciones de más de ocho mil hombres sometidos a interrogatorios apenas por ser árabes o musulmanes y agregó su preocupación por la elaboración de perfiles de terroristas elaborados a partir de su raza y creencias religiosas.
Ello viola, de acuerdo con el informe, artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los cuales prohiben la discriminación por los motivos anteriormente señalados.
Otro tanto pudo observar en Alemania donde la policía, después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, buscó e interrogó a unas 32 mil personas identificadas como supuestos terroristas, pero no pudo siquiera hacer una acusación formal contra cualquiera de ellos.
En el Reino Unido, agregó, en 2003 y 2004 se detuvo a ocho mil 120 transeúntes con apenas cinco arrestos, pero siempre usando el recurso habitual y desproporcionado de la apariencia étnica.
Scheinin añadió que una disposición concretamente dirigida contra este tipo de disposiciones basadas en las características raciales de las personas figura en el Programa de Acción aprobado en la Conferencia Mundial contra el Racismo, efectuada en el año 2000.
A esos efectos, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial reclamó a los Estados que velen porque las medidas adoptadas para luchar contra el terrorismo no discriminen por motivos de raza, color, ascendencia y origen nacional o étnico, concluyó.