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Denuncian financiamiento de Blackwater a grupos radicales antiinmigrantes en EEUU

Fuentes: Telesur

Una denuncia del diario La Tribuna Hispana asegura que el fundador de la empresa de seguridad Blackwater, Erick Prince, ha financiado grupos religiosos radicales antiinmigrantes y que su compañía, involucrada en la matanza de civiles en Irak, adiestra al personal de agencias policíacas estadounidenses fronterizas. La compañía de seguridad estadounidense Blackwater, involucrada en el escándalo […]

Una denuncia del diario La Tribuna Hispana asegura que el fundador de la empresa de seguridad Blackwater, Erick Prince, ha financiado grupos religiosos radicales antiinmigrantes y que su compañía, involucrada en la matanza de civiles en Irak, adiestra al personal de agencias policíacas estadounidenses fronterizas.

La compañía de seguridad estadounidense Blackwater, involucrada en el escándalo de la matanza de civiles a sangre fría en Irak, se ha aliado con grupos radicales antiimmigrantes de Estados Unidos para impulsar actividades contra los indocumentados extranjeros.

Así lo alertó este miércoles el diario La Tribuna Hispana, que aseguró que los mercenarios de Blackwater adiestran al personal de agencias policíacas estadounidenses y que sus funciones privatizadas se están vinculando con grupos de vigilantes antiinmigrantes por todo el país.

El objetivo, según el diario, es promover el odio contra extranjeros ilegales asentados en territorio estadounidenses.

Señaló que los mercenarios pagados por el gobierno federal planean actuar principalmente en departamentos sureños como Arizona, Nuevo Mexico, Texas, y California, entre otros.

El rotativo recuerda que en 2006 se sometió un proyecto de ley a consideración de la Cámara de Representantes para que el Gobierno contrate de 5 mil a 8 mil mercenarios para que patrullen la frontera con México, y para que contratistas privados como Blackwater USA se encarguen de adiestrar a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.

Entre los impulsores del proyecto están los representantes Tancredo, Eric Cantor (republicano, de Virginia) y Roy Blunt (republicano, de Misurí). El principal promotor de la ley, el republicano Mike Rogers (de Alabama), ya había invitado al Congreso al presidente de Blackwater, Gary Jackson, para que explicara cómo su empresa podía privatizar las funciones de la Patrulla Fronteriza.

Nexos con grupos religiosos radicales

Además, grupos cívicos han descubierto nexos de los directivos de Blackwater con agentes supremacistas blancos y con las bandas xenófobas relacionadas con Minutemen (hombres al minuto), controvertido grupo estadounidense, creado en abril de 2005, que vigilan la frontera para impedir el paso de inmigrantes a EEUU por la frontera mexicana y que realizan protestas políticas y a otras formas de activismo contra las expresiones cívicas de hispanos estadounidenses en las calles.

El fundador de Blackwater, el multibillonario de Michigan Erik Prince, ha financiado grupos radicales teocráticos antiinmigrantes, conformados especialmente por evangélicos y católicos ultraderechistas, como el de su pastor político-religioso Charles Colson, cuya Hermandad de Ministerios de Prisiones recibió hace seis años 500 mil dólares de manos de la Fundación Freiheit, propiedad de Prince, según comenta La Tribuna Hispana.

El director de operaciones y asesor general de Blackwater, Joseph Schmitz, es un ex inspector general del Pentágono a las órdenes del secretario de Defensa Donald Rumsfeld y agente destacado del movimiento teocrático clandestino.

Su padre, el finado congresista ultraderechista de California John G. Schmitz, convirtió, según el diario, a su asistente Warren Carroll al catolicismo y lo mandó a España a involucrarse con las redes franquistas. Esto llevó a Carroll y a la familia de William F. Buckley a fundar la universidad Christendom, un centro de agitación aintiimmigrante, patrocinado por los Schmitz y bajo el financiamiento de Erik Prince de Blackwater, asegura el rotativo.

El diario asegura que el objetivo de los grupos teocráticos antiinmigrantes es crear «una noche de los cristales rotos» (Kristalnacht) en el estado de Virginia (este), que evoca la Alemania de los 1930; la noche en que las fuerzas nazis de Adolfo Hitler rompieron las ventanas de los judíos.

Precisamente Virginia, es uno de los estados de EEUu donde más acciones contra los inmigrantes se han impulsado, como la del condado de Prince William, donde el pasado 17 de octubre la Junta de Supervisores aprobó de manera unánime crear una Unidad de Delitos Extranjeros de la policía del condado, así como una ley en la que se le niegan ciertos servicios públicos a los extranjeros indocumentados.

Y es que el movimiento de Charles Colson, pastor del fundador de Blackwater, tiene relación con la iglesia de la Hermandad Cristiana en Ashburn, una congregación que creció con su pastor James (Jay) Ahlemann, padre de Greg Ahlemann, candidato a alguacil del condado de Loudoun, en Virginia y quien ha hecho toda una campaña para sembrar el odio contra los inmigrantes.

El viejo Ahlemann es discípulo del administrador político-religioso James Dobson, cuyo Consejo de Investigación Familiar nació en parte gracias al financiamiento del padre de Erik Prince.

Mercenaios en la mira

Cabe recordar el escándalo por el que atraviesa la compañía de seguridad de prince, Blackwater, cuyos efectivos asesinaron a 17 civiles inocentes iraquíes el pasado 16 de septiembre «sin razón alguna», según concluyó un informe del gobierno de Irak.

El pasado 2 de octubre Prince insistió ante una comisión especial del Congreso de EEUU, que investiga con preocupación el caso , en la inocencia de su personal que, según sostuvo, actuó en «defensa propia» cuando un supuesto grupo de insurgentes atacó un convoy diplomático bajo su custodia.

Pero el informe del suceso, dado a conocer en un comunicado el pasado 8 de octubre por el portavoz del gobierno iraquí Ali al Dabbagh, la investigación determinó que los mercenarios estadounidense no fueron provocados o atacados antes de abrir fuego en una plaza de Bagdad contra los civiles, lo que desmiente versiones de la empresa de que sus funcionarios habían actuado en «defensa propia».

«No existe indicio alguno de que Blackwater haya sido blanco de tiros directos o indirectos. Ni siquiera una piedra fue arrojada contra el convoy» que estaba bajo la custodia de la empresa, señala el comunicado.

La compañía que dirige Erick Prince, que ahora parece estar relacionada con grupos radicales antiinmigrantes, está involucrada en unos 200 casos de tiroteos a sangre fría en Irak y ha recibido alrededor de mil millones de dólares en contratos del Departamento de Estado estadounidense, desde la invasión a Irak en 2003.