Traducido para Rebelión por Daniel Escribano
He ahí qué es un Estado que dicen que quiere ser laico. Cerca de una semana después de dar noticia del proyecto, la Fiscalía ha pedido una multa de 3600 euros contra Xabier Silveira por «blasfemar», por ofender «intencionadamente» los dogmas, ritos y creencias de los católicos.
En estos tiempos en que la administración de Justicia de España tiene por resolver miles y miles de casos, también la Fiscalía de Guipúzcoa quiere meter los diez mandamientos en el ordenamiento jurídico y, queriéndolo o no, el ministerio público ha dejado patente también a la hora de interponer la denuncia que anda retrasado, porque lo que imputa a Xabier Silveira se escribió en diciembre de 2006, en el diario Gara. Concretamente, imputan al bertsolari haberse cagado nueve veces en la Virgen.
No está claro qué dice el ministerio de la Iglesia. Tampoco necesita aclararlo, pues el Estado ya se encarga de redactar fatwas. Pero blasfemar es deporte nacional en muchos países y los deportistas son maestros en esto; por tanto, ¿qué debe entenderse si la Fiscalía española sólo repara en este caso? Al menos lo ha puesto en el objetivo.
Y, cómo son las cosas, lo que el fiscal imputa a Silveira por poner por escrito sus deseos escatológicos también se lo imputaron, entre otros, al hijo del personaje que cita el bertsolari, al que condenaron y crucificaron por ello.
Con Silveira no han llegado a tanto. Pero es patente que le quieren cerrar la boca. Ya veremos si los guardianes de la libertad de expresión occidental con Reporteros sin Fronteras al frente se movilizan con tanto fervor como en el asunto de las viñetas de Mahoma.
Berria, 13 de mayo de 2008
http://www.berria.info/testua_ikusi.php?saila=iritzia&data=2008-05-13&orria=005&kont=004