Alí Fayyad es profesor de sociología política en la Universidad Libanesa y director del Centro Consultivo de Estudios y Documentación de Beirut, organizador en enero del Foro Internacional de Beirut para la Resistencia, además de experto en cuestiones islamistas. Invitado por GITE-IPES, ofreció una conferencia para explicar los avances políticos en el mundo árabe y […]
Alí Fayyad es profesor de sociología política en la Universidad Libanesa y director del Centro Consultivo de Estudios y Documentación de Beirut, organizador en enero del Foro Internacional de Beirut para la Resistencia, además de experto en cuestiones islamistas. Invitado por GITE-IPES, ofreció una conferencia para explicar los avances políticos en el mundo árabe y la solidaridad con los pueblos palestino y libanés.
¿Tienen algo en común la guerra de Líbano de verano de 2006 y la ofensiva israelí de fin de año contra Gaza? ¿Qué buscaba Israel? ¿Acabar con la resistencia que lideran Hizbula y Hamas en ambos territorios?
El objetivo de Israel en los dos casos era acabar con todo lo que tenga que ver con la resistencia, tanto en Líbano como en Gaza. Israel quiere eliminar la resistencia. Incumple todas las leyes y resoluciones internacionales y, en el caso palestino, no plantea ninguna solución para evitar reconocer sus derechos al pueblo palestino. En Líbano, no quiere dejar las zonas que todavía tiene ocupadas, las Granjas de Sheeba y otras localidades fronterizas del sur del país.
En 1991, todos los países árabes negociaron con Israel la devolución de los territorios ocupados en esos países, pero mantuvieron su ocupación en algunas zonas a pesar de las resoluciones internacionales que obligan a Israel a devolver los territorios que ocupó en 1967. Pero Israel no lo cumple. ¿Cuál es la solución para esos pueblos? Cuando no hay una solución justa en base a la ley, que Israel incumple, la única salida es la resistencia contra la ocupación.
¿Atacar a la población civil y destruir todas las infraestructuras es la forma de acabar con la resistencia?
Israel no pudo llegar hasta los combatientes y eliminarlos, por eso mató a civiles, a inocentes, para obligar a los resistentes a rendirse y detener su ofensiva. Ése era su objetivo. Cuando no puede atacar a los combatientes por la libertad ataca a los civiles y las infraestructuras, para que todo es esfuerzo posterior se centre en la reconstrucción.
¿Cuál es la situación en Líbano tres años después de la guerra?
La resistencia salió victoriosa, si no Israel no se habría retirado. El pueblo libanés y muchos pueblos árabes y del resto del mundo apoyaron a la resistencia. La resistencia libanesa se convirtió en líder y referente de la lucha por la libertad en todos los países árabes islámicos y también en otros, como en América Latina. En 1967, Israel derrotó a todos los ejércitos árabes, pero no ha podido vencer a la resistencia en Líbano y Palestina. Israel ha salido derrotada. Desde 2006, la resistencia libanesa ha tenido cada vez más peso en la política y en el Gobierno. Cualquier gobierno tiene que contar con ella y escucharle.
¿Cómo se explica la victoria de Hizbula frente a la poderosa maquinaria militar sionista? ¿Qué supuso para Hizbula?
Hizbula lucha por su libertad, por su tierra, mientras que Israel es el agente ocupante y no lucha por su territorio. Son los libaneses los que tienen el derecho sobre la tierra, los que viven en ella… La resistencia en Líbano tiene una buena organización y funcionamiento y todo el pueblo la apoya y pone sus manos a su servicio. También tiene lazos con otros partidos, tanto libaneses como extranjeros. La resistencia libanesa cumple la legislación internacional y sólo lucha por sus derechos, mientras que Israel no las respeta.
Israel no pudo cumplir sus objetivos. Quería eliminar a la resistencia y no sólo no lo hizo sino que ocurrió lo contrario, que Hizbula salió fortalecida.
¿Cuáles son sus relaciones respecto a Irán y Siria?
Hizbula es aliado de Siria e Irán, pero no sigue sus directrices, porque es un partido libanés independiente. Su objetivo es luchar por la recuperación de las tierras ocupadas, respeta todas las leyes libanesas, tiene representación parlamentaria y forma parte del Gobierno.
El Centro que usted dirige organizó en enero el Foro Internacional de Beirut para la Resistencia. ¿Cómo se sitúa Hizbula en el movimiento antiimperialista?
Hizbula apoya a todo movimiento que luche por sus derechos como pueblo y defienda a los pobres. Las diferencias ideológicas no deben ser obstáculo para la unidad de la sociedad.
Tras seis meses de bloqueo, Michel Suleiman fue designado presidente en mayo de 2008. ¿Sigue habiendo tensión entre confesiones religiosas?
En Líbano hay una división de poderes muy grande, pero es política y no religiosa. Hay dos grandes alianzas políticas que constituyeron el Gobierno de unidad nacional. El opositor Grupo del 8 de marzo tiene once ministros y el gubernamental Grupo 14 de marzo cuenta con dieciséis, mientras que los cuatro restantes corresponden al partido del presidente.
El 7 de junio habrá elecciones parlamentarias, en las que parece que la oposición va a conseguir la mayoría y tendrá que constituir el próximo gobierno. En caso de ganar, volverá a ofrecer al resto un Ejecutivo en coalición, porque es necesario para la estabilidad social y la unidad nacional. Y porque responde a la especificidad libanesa, ya que cada uno de estos grupos corresponde a una confesión religiosa.
¿Cómo se explica que en una situación de crisis política, deterioro de la economía e inseguridad, Hizbula esté creciendo?
Hizbula tiene una doble dimensión. Por un lado, la de la resistencia, ámbito en el que ha logrado liberar la mayor parte de la tierra ocupada, y la lucha por la soberanía de Líbano y por la integridad territorial. Por otro, es un partido político que defiende un sistema democrático y no confesional, que tiene su programa de reforma socioeconómica, que plantea una lucha contra la corrupción y quiere recuperar la institucionalidad perdida con los últimos gobiernos. Es un partido que defiende a las clases más desfavorecidas, sea cual sea su religión, porque son parte del pueblo libanés. Es cierto que es un partido con una base religiosa, pero con respecto a la política, su objetivo son todos los libaneses.
¿Cuál es la situación en Gaza tras la ofensiva sionista?
Apoyamos a Hamas y a todas las facciones palestinas para que resuelvan sus conflictos internos en busca de un objetivo común, y para que constituyan un gobierno de unidad nacional, porque sin ella los palestinos no van a conseguir liberar sus territorios y recuperar sus derechos.