En años recientes en Estados Unidos se ha agudizado el debate sobre la inmigración, especialmente la cuestión de la inmigración ilegal, específicamente la inmigración ilegal proveniente de la América Latina. Pienso que para entender las razones que sostienen el debate sobre este importante asunto hay que saber sobre la población latinoamericana y de origen […]
En años recientes en Estados Unidos se ha agudizado el debate sobre la inmigración, especialmente la cuestión de la inmigración ilegal, específicamente la inmigración ilegal proveniente de la América Latina. Pienso que para entender las razones que sostienen el debate sobre este importante asunto hay que saber sobre la población latinoamericana y de origen latinoamericano en este país, que es a mi entender la raíz de la controversia.
Según las cifras del año 2008, las más recientes hechas públicas por el Buró del Censo de EE.UU., la población hispana en este país era de 46.9 millones de personas, el 15% del total de la población (un poco más de 300 millones de personas entonces), cifra que la hace la primera minoría racial o étnica del país. Más de 1 de cada 2 personas sumadas a la población de EE.UU. entre julio de 2007 a julio de 2008 fue de origen hispano.
Debo señalar que el Buró del Censo considera ser «hispano» a la persona de origen o cultura «española» [«people of Spanish culture or origin»]. Aunque esta definición se presta a muchas confusiones, esencialmente, por esta definición el Buró del Censo considera ser «hispano» a todo aquel que sea nacido en un país latinoamericano o cuyo origen familiar sea uno de esos paises, excepto Brasil. A los brasileños y a sus descendientes en este país, el Censo no los considera ser «hispano». Por lo tanto no son parte de estos estimados.
El Censo del año 2008 estimó la población brasileña en EE.UU. ser 351, 914 personas, aunque otros estimados la consideraban ser ese año 1.1 millón de personas. Muchas veces los estudios y las cifras oficiales sobre quiénes somos y cuántos somos los latinoamericanos y nuestros descendientes en EE.UU. difieren sustancialmente de la realidad. Para citar sólo un ejemplo, el Pew Hispanic Center, una respetada institución que estudia la población latinoamericana en los Estados Unidos, estima que en la Florida, en el año 2000, la población centroamericana se estimaba ser mayor en un 55% que la estimada por el Censo.
Las cifras oficiales del Buró del Censo proyectan que para el año 2050 la población hispana en EE.UU. será de 132.8 millones de personas, el 30% del total de la población del país entonces. También este buró estima que 9.7 millones de hispanos votaron en las últimas elecciones presidenciales en el 2008; 2 millones más de los que votaron en las elecciones presidenciales del 2004. Aunque en esas elecciones del 2008 sólo votó el 50% de los hispanos que tienen el derecho al voto.
Igualmente este organismo estima que en el año 2002 los negocios cuyos dueños eran hispanos generaron ventas por 222 mil millones de dólares. 44.6% de los dueños de estos negocios eran mexicanos o de descendencia mexicana.
Según los estudios del Pew Hispanic Center, basados en el Buró del Censo, en el año 2008, dos tercios del total de la población hispana en EE.UU. era mexicana o de descendencia mexicana, y éstos eran 30,746,000 personas. Los siguientes 9 lugares en orden descendiente los ocupan, los puertorriqueños (4.1 millones); los cubanos (1.6 millones); los salvadoreños (1.5 millones); los dominicanos (1.3 millones); los guatemaltecos (986 mil); los colombianos (882 mil); los hondureños (608 mil); los ecuatorianos (591 mil); y los peruanos (519 mil).
De acuerdo a la ley, de estos grupos nacionales sólo los puertorriqueños y los cubanos — sólo por ser puertorriqueños o cubanos– tienen legalidad migratoria en este país. De los demás grupos nacionales citados hay individuos -la gran mayoría– que están en el país documentados y los hay quienes están indocumentados.
Aquellos que estudian estos asuntos enfatizan que la población de inmigrantes indocumentados está subestimada. En buena medida, ya que es muy difícil que individuos que estén en el país indocumentados respondan a cualquier estudio censal, especialmente dado el estado de la represión que en contra de ellos ha existido durante los últimos años.
Por relativas que estas cifras puedan ser, en el 2008 la población indocumentada en este país era estimada en ser 11 millones de personas. De éstos, el Pew Hispanic Center, estima que en el 2005 el 57% de los inmigrantes indocumentados era mexicanos, y otro 24% provenían de los demás países latinoamericanos. Entonces, se estima que en 2005 el 81% de los inmigrantes indocumentados eran latinoamericanos.
En próximos artículos continuaré tratando sobre estos asuntos que son de vital importancia para nuestras comunidades.
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