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Marruecos también tortura a españoles

Fuentes: Sahara Thawra/Diagonal

Poco a poco se van conociendo casos concretos de tortura, violaciones de DDHH, vejaciones, usurpamiento y destrozo de viviendas, detenciones indiscriminadas, graves agresiones, etc. por parte de las Fuerzas de «Seguridad» marroquíes y de colonos, contra la población saharaui. Marruecos ha intentado evitar esto, manteniendo un absoluto bloqueo de toda la ciudad de El Aaiún […]

Poco a poco se van conociendo casos concretos de tortura, violaciones de DDHH, vejaciones, usurpamiento y destrozo de viviendas, detenciones indiscriminadas, graves agresiones, etc. por parte de las Fuerzas de «Seguridad» marroquíes y de colonos, contra la población saharaui.

Marruecos ha intentado evitar esto, manteniendo un absoluto bloqueo de toda la ciudad de El Aaiún y aportando falsas y sesgadas informaciones sobre lo que lleva sucediendo en esta ciudad, desde el desmantelamiento del Campamento de la Dignidad, el día 8 de noviembre.

Ayer mismo publicábamos un video en el que se evidenciaba el uso de armas, por parte de las fuerzas marroquíes, en Gdeim Izik. Hace menos de una semana aparecía otro video en el que se veía a militares disparar en las calles de la ciudad de El Aaiún, contra los manifestantes saharauis. Aún así, el Presidente de nuestro gobierno, J. L. Rodríguez Zapatero, hipócrita y traidor, sigue intentando hacernos creer las informaciones vertidas por Marruecos, instando a su gobierno a difundirlas y aceptarlas, a pesar de que «esos datos puedan ser dolorosos y difíciles de asumir por parte de un colectivo tradicionalmente muy sensibilizado con la causa saharaui y cercano al Frente Polisario».

Lo que nadie puede entender es qué es lo que debe España a la Dictadura marroquí para estar posicionándonos con tal sometimiento y pleitesía, siendo tan evidente la falsedad de estas informaciones y la verdadera masacre que está soportando el pueblo saharaui. ¿Qué le hace falta a nuestro Gobierno para pensar en los DDHH, en las vidas de las personas, y no en su bolsillo o en la buena vecindad, con un país torturador y asesino?

En estos momentos, queremos dar a conocer el devastador caso de la familia Gachbar, un ejemplo más que demuestra la crueldad marroquí y desenmascara las mentiras de este gobierno.

Se llama Ahmed Baillal Gachbar y es un saharaui con nacionalidad española. Tiene 38 años y vive en Lanzarote, donde ostenta una frutería. Él es español, igual que su hermano y su padre. Se encontraba en el Campamento de la Dignidad el día del desmantelamiento. Al día siguiente decenas de colonos y militares irrumpieron en su casa, en el barrio de Colomina Nueva, igual que lo estaban haciendo en muchas otras, y la reventaron. «Eran unos 400, entre colonos marroquíes y policías. Venían con cuchillos, palos y piedras. Cerramos todas las puertas, pero las rompieron».

Tras destrozarlo todo, llevarse sus ordenadores y sus papeles, detuvieron a su hermano Brahim Baillal Gachbar. Él pudo escapar por la azotea, pero horas más tarde, cuando regresó a su casa, allí le estaban esperando. «Era la una de la madrugada y estaban allí esperándome. Me taparon los ojos con vendas y me llevaron a comisaría».

En comisaría, nunca se le olvidará lo que tuvo que sufrir: «Me pegaron con porras, zapatos y cinturones durante horas que se me hicieron interminables. Luego me interrogaron y me encerraron en un cuarto lleno de gente. Allí todo el mundo gritaba de dolor».

Tras tres días, le liberaron, y sin poder moverse, debido a las torturas, consiguió que le metieran en un taxi hasta la puerta de su casa. Tras esto, no ha recibido atención médica, ya que se la han negado repetidamente, debido a que sus agresiones han sido sufridas en comisaría.

Ahora sólo quiere volver a Canarias, curarse y cerciorarse de que la lesión que sufre y le impide andar, no será permanente, ya que pretende regresar a El Aaiún para cuidar de sus padres.

Su hermano Brahim también fue salvajemente golpeado y su cabeza está herida por los golpes que le propinaron, los colonos marroquíes, con un peso de balanza de un kg. «Mi hermano tiene la cabeza llena de puntos porque le pegaron con una pesa de un kilo, yo estoy impedido… Soy un ciudadano normal y corriente, tengo mi empresa de frutas en Lanzarote, no soy activista ni político, simplemente iba al campamento a ratos para apoyar la causa. Y no soy el único al que le han hecho esto, hay más españoles torturados, sólo respetan a los suyos y a los franceses», denuncia Gachbar Baillal Ahmed.

Destrozaron su casa, todas sus pertenencias, su coche y su moto, golpearon sus cuerpos y sus almas, intentaron callar su Derecho y cortar su Libertad. Tan sólo consiguieron derramar su sangre y dejarle, a uno malherido, y al otro postrado en una cama o en una silla de ruedas. No han conseguido, ni conseguirán, acabar con su esperanza, ni apagar su aliento.

El pueblo saharaui sigue luchando por su vida y su dignidad, sigue manteniéndose firme ante todas las agresiones y violaciones que está sufriendo. Manteniéndose seguro frente al abandono de la Comunidad Internacional, con la cabeza alta frente a la brutal masacre que está cometiendo Marruecos contra ellos.

Tanta sangre se ha derramado que Marruecos no va a poder limpiarla toda, por mucho que enseñe las morgues sin cadáveres o difunda videos de supuestos paramilitares saharauis. Por mucho que nuestro gobierno intente hacernos creer estas mentiras de su amigo marroquí, la verdad seguirá viendo la luz, tal y como lo está haciendo ya. Solo esperamos que no sea demasiado tarde, y aún estemos a tiempo para salvar a este pueblo valiente, que sufre solo por defender su Derecho.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Marruecos-tambien-tortura-a.html