No se entiende bien, o sí, según se mire, que en tiempos de crisis y cuando al menos el ejemplo debiera de ser la principal pauta de un Gobierno que se dice socialista, obrero y de izquierda, sorprende que la lógica esperada no funcione adecuadamente como cabría esperar. Sucedió que el Sr. Consejero de Industria […]
No se entiende bien, o sí, según se mire, que en tiempos de crisis y cuando al menos el ejemplo debiera de ser la principal pauta de un Gobierno que se dice socialista, obrero y de izquierda, sorprende que la lógica esperada no funcione adecuadamente como cabría esperar.
Sucedió que el Sr. Consejero de Industria y Empleo, don Graciano Torre, el pasado Sábado Santo día 23, a las doce y cuarto del mediodía se dirigía en un Audi, conducido por una persona con traje azul y corbata, desde Tapia de Casariego a Mántaras por la carretera comarcal que une ambas localidades. En Mántaras, el Sr. Consejero tiene su residencia de descanso y de verano.
Como explicación sólo hay dos opciones, pero ninguna de ellas parece buena sino, por el contrario, denunciable y reprobable en cualquier caso.
Todos los indicios apuntan a que el Audi en cuestión sea el habitual coche oficial y que el señor de traje azul y con corbata, un sábado en mitad de tanta fiesta, sea el chófer oficial. Coche y chófer públicos al servicio privado pero pagados con el dinero de los recortes y de la escasez.
La segunda opción no es menos denunciable. ¿Es posible que con el sueldo de un Consejero, sin olvidar que es socialista y obrero, se pueda tener un auto de cierto nivel y con chófer uniformado para realizar desplazamientos de sólo unos kilómetros en plenas vacaciones? Intuyo que, cuando en las pequeñas cosas no hay reparos, por qué ha de haberlos en otras no tan pequeñas.
Seguramente estoy equivocado y todo esto es lo correcto y hasta es lo legal. Pero, si todo ello fuera así, entonces la cosa es mucho más grave aún. Es decir, barra libre para los cargos públicos, a la luz del día y con descaro. Cada vez se entiende mejor que la crisis, además de tener responsables, también tiene beneficiarios que, para más señas, son los responsables inmediatos.
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