El May Day, que se celebrará el 1 de mayo, aparece en el horizonte como un día de consolidación y expansión del movimiento Occupy Wall Street. Uno de los organizadores de Occupy Wall Street (OWS) que estuvo presente desde las reuniones de planificación anteriores al comienzo de la ocupación del 17 de septiembre, tiene un […]
El May Day, que se celebrará el 1 de mayo, aparece en el horizonte como un día de consolidación y expansión del movimiento Occupy Wall Street.
Uno de los organizadores de Occupy Wall Street (OWS) que estuvo presente desde las reuniones de planificación anteriores al comienzo de la ocupación del 17 de septiembre, tiene un anuncio sorprendente en su timeline de Facebook. La imagen procede de la serie «Life After People» del Canal Historia, y se trata de la interpretación artística de un paisaje urbano una vez que el ser humano haya desaparecido del mismo. El silencio y los árboles rodean los edificios mientras éstos se desmoronan. Decir que esta imagen está relacionada con los planes que el movimiento tiene para el 1º de Mayo, en los que la persona que la colgó está implicada, haría removerse en sus asientos tanto a los paranoicos presentadores radiofónicos de la derecha como a los primitivistas más anarquistas. Y no les faltaría razón. Desde que la idea de preparar el May Day comenzara a adquirir fuerza entre los participantes más devotos de Occupy Wall Street el pasado enero, ésta ha venido acompañada de una corriente que vislumbra una idea de ciudad radicalmente diferente.
Lo visionario, sin embargo, no ha estado separado de lo mundano. A lo largo del proceso de planificación del May Day de Nueva York, que ha contado con una media dos reuniones semanales, los anarquistas que persiguen la destrucción del Estado y el capital han dado muestras de su paciencia a la hora de organizar una manifestación histórica codo con codo con los sindicatos, los grupos de defensa de los derechos de las personas migrantes y las organizaciones comunitarias. A pesar del carácter inestable de dicha coalición, ésta ha evitado reivindicar lo imposible: una huelga general. En su lugar, la coalición habla del «día del 99%», utilizando el eslogan «Legalización, unión, organización». Sin embargo, cada vez que surgía una oportunidad para ello, los participantes de OWS se han hecho eco del llamamiento a la huelga general para el May Day que surgió de la asamblea general de Occupy Los Ángeles en diciembre. Durante la rueda de prensa celebrada el 4 de abril en la que se anunciaban los planes de la coalición, el representante de OWS evitó pronunciar esas palabras en todo momento, pero tras el discurso se quitó la ropa que llevaba para mostrar una camiseta interior en la que se podía leer «huelga general» en letras rojas.
Entretanto, una especie de grupo de artistas disidentes llamado Strike Everywhere, compuesto por «anarquistas, anticapitalistas y autónomos», ha establecido como su objetivo principal la huelga general, utilizando, tanto en la calle como en la red, imágenes bellas y obscenas a modo de semillas para la revuelta.
Dichos llamamientos a la huelga general suscitan preguntas interesantes sobre cómo puede ser una huelga en una sociedad con los índices más bajos de afiliación sindical. El empleo es a menudo intermitente, inadecuado y antidemocrático, aunque no parece que la gente piense que pueda ser de otro modo. Además, a diferencia de las huelgas tradicionales respaldadas por sindicatos, OWS no ofrece ninguna defensa a la larga para aquellos huelguistas que sufran represalias de sus jefes. Entonces, ¿de qué tipo de huelga estamos hablando? ¿Qué nuevas formas de organización laboral pueden existir más allá de los sindicatos cuyas manos están atadas por contratos y leyes represivas? Puede que las próximas huelgas, ya sean el 1º de Mayo o cualquier otro día, no vuelvan a parecerse a ninguna otra huelga anterior. Strike Everywhere, por ejemplo, ha estado convocando asambleas para «trabajadores de servicios y en precario» con la intención de crear nuevas redes de solidaridad, y lo mismo se está haciendo a través de internet. Para aquellos que no pueden faltar al trabajo o al colegio, OWS está llamando a un boicot de consumo: huelga de trabajo doméstico, de compras, de bancos. Y por supuesto…»¡tomar las calles!»
Actividad frenética
Cuando los integrantes de OWS que están preparando el May Day no están planificando, pegando carteles, creando vídeos virales, negociando o tuiteando, están estudiando historia (la masacre de Haymarket, Rosa Luxemburgo, etc.) mediante viejas películas, talleres de aprendizaje colectivo, fanzines o el periódico del movimiento, Tidal. Todo ello al mismo tiempo que se calienta el ambiente en las calles.
Cada viernes se convocan las marchas de «Entrenamiento de la Primavera» para celebrar el cierre de la bolsa de valores, y en cada una de ellas los participantes ponen a prueba una nueva táctica creativa, como la «civil», en la que se confunden con el resto de los viandantes para evitar los bloqueos de la policía, o la de la «fusión», en la que desarman a la policía simulando una muerte colectiva o fundiéndose en un abrazo colectivo. El «Entrenamiento de la Primavera» culmina con el «gong del pueblo», que sustituye a la campana de la Bolsa de Nueva York mediante las voces de los manifestantes, que se distribuyen formando círculos concéntricos al grito de «¡Ding!».
Nadie sabe, sin embargo, qué pasará tras el gran día. Entre los organizadores existe un silencio sospechoso en torno a este asunto. Convocan a una huelga general el 1º de Mayo, pero ¿el 2 de mayo se vuelve al trabajo? Hablan de construir un poder para el 99%, pero ¿para qué? Algunos de ellos, por lo menos, han comentado algo sobre los días internacionales de acción convocados en Europa para el 12 y el 15 de mayo. El 12 coincide con el aniversario de la Gran manifestación que se celebró el año pasado en Wall Street. Pero, por encima de todo esto, existe la sensación de que si el May Day es un éxito y no supone una decepción aplastante, lo que sigue surgirá de manera orgánica a partir de ese momento, en una ciudad que de alguna manera no será como la que es ahora y que, desde este lado del 1º de Mayo, no somos capaces de imaginar.
24 HORAS DE MOVILIZACIONES
El plan para el 1 de mayo, si es que se puede hablar de un solo plan, comienza a las ocho de la mañana en el parque Bryant, en Midtown. De ahí, los integrantes de OWS y el resto de las organizaciones implicadas se dividirán en piquetes y otro tipo de grupos que se dirigirán a una o varias de las multinacionales con oficinas en la zona. Entretanto, en el parque se organizará un mercado de «ayuda mutua» con comida, talleres, atención médica, clases de aprendizaje colectivo, programas de radio, masajes, reparación de bicicletas, establecimientos gratuitos, etc. A lo largo de la tarde el escenario de acción se trasladará (probablemente por medio de una marcha festiva) hacia la Union Square, donde se manifestarán los sindicatos y los grupos por los derechos de los migrantes. De ahí, a última hora de la tarde, tendrá lugar una manifestación pacífica y legalizada. Parece haber un consenso generalizado en torno a que la mayor parte de los arrestos por parte de la policía se llevarán a cabo al final de dicha manifestación.
Nathan Schneider / Waging Nonviolence (Nueva York)
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Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Occupy-Wall-Street-y-el-deseo-de.html