Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar
Esta noche en la NBC empieza un nuevo reality televisivo de temática militar titulado «Las estrellas se ganan los galones». El programa «combina con entusiasmo la guerra y la fama,» tal como lo describía una revisión del Washington Post hoy. Muestra a 8 famosos (por utilizar la definición más floja del término); tales como al marido de Sarah Todd Palin, el antiguo Superman Dean Cain, y el que fuera miembro de una banda de música de chicos Nick Lachey; haciendo pareja con «veteranos militares y de fuerzas del orden, incluyendo a Green Beret, un oficial del Equipo de operaciones especiales (SWAT por sus siglas en inglés), dos sargentos de la Marina, un miembro retirado de la Fuerza Delta y dos de las fuerzas especiales de la marina» a los que la NBC denomina «Operativos de tipos duros (Badass en inglés).» Todos ellos están bajo el mando del General Wesley Clark, que de hecho una vez pensó que sería presidente, que presenta este reality junto con la que formó parte de Bailando con las estrellas, Samantha Harris (si uno se someten a ver los dos previos del programa más abajo, uno se pregunta cuándo tuvo que pagar NBC para comprar toda la dignidad del General Clark: probablemente más de lo que pagó el grupo Terror para convertirse en su leal cómplice).
Dice el LA Times citando a NBC, que las «estrellas» y los Operativos de tipos duros participarán juntos en «misiones de contrainsurgencia que recuerden a otras que hayan tenido lugar en cualquier parte del mundo,» con «balas reales» y «peligro real.» Sólo en el primer episodio, dice el Post, «tienen que saltar de un helicóptero a un lago mientras van cargados de armas automáticas y toda la equipación; nadar hasta una lancha motorizada; llegar hasta la arena bajo fuego enemigo; destruir una torre de observación con una granada; disparar con fuego real a objetivos del enemigo; caminar a través de barro para apoderarse de la reserva de munición del enemigo y después, finalmente, hacerlo saltar todo por los aires.» En este episodio piloto, uno de los tipos duros del operativo, maravilla a Todd Palin con la habilidad al llevar a cabo una de estas tareas, y exclama: «¡(él) es un animal! ¡Por Dios!… ¡Es igualito a Rambo!» El tipo duro entonces añade: «La próxima vez que vaya a la guerra, quiero a Todd Palin a mi lado.» Otro tipo duro del operativo jura coger a «Nick Lachey, el tipo de la banda juvenil, y convertirlo en Nick Lachey, el tipo malo con una pistola.»
No hace falta decir que todo esto se está haciendo en honor a las tropas. El ganador recibirá 100.000$ para donar a la organización caritativa relacionada con lo militar de su elección. En referencia a las declaraciones de la NBC sobre el propósito del programa, el Post dice que todo se hace «para tomar conciencia sobre lo duro que nuestras fuerzas armadas trabajan, cuánto se sacrifican, y todo eso, hasta que empieza a sonar como unas alabanzas imprecisas.» Reflejando realidades culturales más amplias, los tipos duros del operativo del show son tratados como deidades (uno de ellos «empieza a sentirse cohibido cuando Cain, su compañero de equipo, no para de adularle»). Me pregunto qué sienten tropas de verdad que se enfrentan a peligros a su vida reales sobre que la NBC utilice al ejército y convierta a sus cargas de combate en un divertido reality con «peligro» simulado.» Y, por supuesto, el sustancial beneficio que la NBC espera hacer de vender anuncios no serán de ninguna manera donados a organizaciones de veteranos sino que serán contabilizados como beneficios corporativos, pero todo esto es sólo secundario al objetivo que motiva todo esto, el honor de las tropas.
Las razones por las que todo esto es tan ruin, repulsivo y propagandístico son tan evidentes en sí mismo que no requieren mucha más discusión. Sin embargo, hay un valor real: aquí tenemos una gran cadena televisiva siendo relativamente sincera sobre la manera que ven la guerra y el militarismo, primero y más importante, como una fuente de entretenimiento y beneficio. Recordar el increíble discurso dado en abril del 2003 por Ashleigh Banfield, el corresponsal de guerra estrella de la MSNBC con respecto a cómo la NBC y la MSNBC, entonces propiedad del suministrador armamentístico General Electric, beneficiario de la cobertura de guerra propagandística en Irak, un discurso que (como ella anticipó claramente cuando lo dio) causó su posterior descenso y desaparición de la MSNBC y las noticias:
Supongo que veis suficiente televisión para saber que el gran espectáculo televisivo se ha acabado y que la guerra está ahora prácticamente terminada – por lo menos las mayores operaciones de combate se han terminado, según el Pentágono y los oficiales de defensa – pero es mucho lo que se ha dejado atrás…
Dicho esto, ¿qué es lo que no viste? No viste dónde aterrizaron esas balas. No viste lo que pasaba cuando el mortero tocaba tierra. Una nube de humo no es lo que hace un mortero cuando explota, creedme. Hay horrores que fueron completamente dejados fuera de esta guerra. ¿Entonces fue aquello periodismo o fue cobertura informativa?
Hay una gran diferencia entre periodismo y cobertura, y tener acceso no quiere decir que estés consiguiendo la historia, sólo significa que estás consiguiendo un brazo o una pierna más de la historia. Y eso es lo que conseguimos, y fue una grandiosa y maravillosa imagen que tuvo a mucha gente observando y muchos publicistas contentos con los cables de noticias.
Pero no era periodismo, porque no estoy segura de que en EEUU vacilemos al hacerlo otra vez, luchar en otra guerra, porque parecía un esfuerzo glorioso, valiente y tan exitoso, y nos deshicimos de un horrible líder: nos deshicimos de un dictador, de un monstruo, pero no vimos lo que supuso hacerlo.
Cuando dije que la guerra había terminado en cierto modo quería decir que en el sentido de que se están sacando las cartas de la baraja de los 55 más buscados, y están en cierto modo cayéndose de la baraja a la misma velocidad de como caían las cifras de audiencia de las agencias de noticias. La semana pasada tocamos fondo. Pasamos de tener millones de televidentes a sólo unos pocos miles en tan sólo unos pocos días…
Creo que había muchas voces disidentes antes de esta guerra sobre los horrores de la guerra, pero estoy muy preocupada sobre este programa de televisión de 3 semanas y de cómo puede haber cambiado la opinión de la gente. Ya de por sí muy manipulada…
Este programa televisivo que te acabamos de dar fue extraordinariamente entretenido, y realmente espero que el legado que deja no es el de enseñar la guerra como algo glorioso, porque no hay nada más peligroso para una democracia que piensa que hacer esto es una cosa gloriosa.
La guerra es fea y peligrosa, y en este mundo la manera en que somos discutidos en las calles árabes, alimenta y echa más gasolina a su odio y a su deseo de matarse para llevarse por delante a algunos americanos. Difundir esto es algo peligroso…
Espero tener un futuro en las noticias por cable, pero no de la manera en la que lo hacen algunas agencias de noticias que se envuelven con la bandera estadounidense y de patriotismo y persiguen a un cierto objetivo demográfico, el cual es muy lucrativo. Ya puedes ver los efectos, ya puedes ver grandes contratos en otras compañías, contratos del ala derecha para perseguir este objetivo, y ya puedes ver la bandera ondeando en las esquinas de esas estaciones de noticias donde tienen animada música estadounidense acompañando a su cobertura de guerra.
Lo que esta despreciable chapuza de la NBC realmente revela es la manera en la que la reverencia por todo lo militar se ha convertido en la religión nacional estadounidense, integrada sin problemas en literalmente cada evento cultural. Llamo la atención de este correo electrónico que recibí de un amigo del sur de Florida en septiembre después de haber asistido a un partido de fútbol de la Liga de Fútbol Nacional (NFL por sus siglas en inglés) en Miami:
Permíteme describir la exhibición patriótica de la apertura del partido de anoche. Hombres con metralletas en todas las entradas, para asustar a los terroristas. Cacheos al entrar, para asegurarse de que mi esposa y yo no lleváramos explosivos plásticos. Un emocionante himno nacional con soldados en el campo deletreando U.S.A. Un tributo emotivo a los miles que perdieron la vida el 11 de septiembre y la valiente respuesta de nuestra nación a esa atrocidad (que fue, por supuesto, lo peor que ha sucedido nunca en la historia del mundo). Se gritaron consignas de USA, USA. Después, un avión bombardero «invisible» (o furtivo) sobrevoló el estadio, seguido de fuegos artificiales. Durante el descanso, un escuadrón de paracaidistas del Ejército estadounidense saltó de un avión y cayó en el campo. A lo mejor la semana que viene lancen algunos misiles desde aviones no tripulados (drones).
Venerar a los militares es algo tan común en los rituales de la cultura estadounidense que uno apenas ya no lo nota cuando pasa. Esta mañana, Jake Tapper en las noticias de ABC señaló un divertido vídeo de broma, de su colega de las noticias de ABC, Luís Martínez, corresponsal en el Pentágono, saltando de un avión militar con los Golden Knights, el equipo del ejército de los EEUU que salta frecuentemente a los estadios de fútbol durante el descanso mientras el aclamado público lo vitorea. En el minuto 4 del vídeo, Martínez hace el papel de payaso sin suerte, actuando como un bobo y nervioso con su guía militar varonil y estoico, el sargento Aaron Figel, al que Martínez abiertamente babosea y al que está simbólicamente atado mientras salta.
El que estos juegos alocados, divertidos y aduladores con los militares de los EEUU podría no ser la actividad más apropiada para alguien que se supone es un reportero antagonista cubriendo al Pentágono no se le habría ocurrido a ninguno de ellos porque, como la NBC, están practicando la religión nacional estadounidense (adoración militar) y ¿quién haría una objeción a esto? Martínez fue el reportero que dio anonimato a oficiales militares para calumniar a Michael Hasting sobre su artículo en Rolling Stone que terminó con la carrera del general Stanley McChrystal, permitiendo al oficial anónimo afirmar (falsamente) que las citas utilizadas por Hasting fueron hechas extraoficialmente. Martínez hizo lo mismo cuando dio anonimato a un oficial militar para atacar falsamente una historia de Jeremy Scahill que exponía la red de prisiones secretas en Somalia que efectivamente los EEUU tienen. Nadie practica esta adoración militar como los perros guardianes del Pentágono que trabajan en las televisiones más grandes de la nación.
Experimentar diversión y vibrante entretenimiento al enviar a nuestros militares a la guerra no es único de nuestro tiempo. Adam Smith lamentaba esta pervertida dinámica ya en 1776 en su libro La riqueza de las naciones:
En los grandes imperios la gente que vive en las capitales, y en las provincias lejanas del escenario de la acción, muchos de ellos, apenas sienten ningún inconveniente con la guerra; más bien disfrutan, fácilmente, del entretenimiento de leer en los periódicos las explosiones de sus propias flotas y ejércitos. Para ellos esta diversión compensa la pequeña diferencia entre las tasas que pagan a cuenta de la guerra, y aquellas a las que se acostumbraron a pagar en tiempos de paz. Típicamente no están satisfechos con la vuelta de la paz, que pone fin a su entretenimiento, y a mil esperanzas visionarias de conquista y gloria nacional si la guerra continuara por más tiempo.
De hecho es necesario que EEUU tenga un reality que empareje a grandes y musculosos soldados con adorados famosos de serie B (presentados por un ex-general del ejército junto con a uno que solía estar en Bailando con las Estrellas) jugando asépticos juegos de guerra para el entretenimiento de los espectadores, todo entre anuncios de las empresas más grandes de la nación. De alguna manera para nosotros este es un símbolo demasiado perfecto de la cultura y la política estadounidense para no tenerlo.
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Este fin de semana, en Con Chris Hayes de la MSNBC, Rachel Maddow denunció la campaña de Romney por usar un barco de guerra en desuso como apoyo para el anuncio de su vicepresidente, condenando tales actos como el utilizar a los militares para fines políticos como «ofensivo,» especialmente dado que Romney y Paul Ryan no hicieron el servicio militar. Poco después, literalmente, la presentadora del fin de semana de MSNBC Melissa Harris-Perry habló efusivamente sobre todas las políticas militares agresivas de Obama que le habían dado una ventaja política incondicional; explicaba que tiene «un record impresionante en la política exterior para los halcones,» incluyendo «continuar las guerras de persecución, los ataques con drones, la muerte de Osama bin Laden.» Guerras, drones, y el asesinato de un acusado de terrorismo desarmado y el lanzamiento de su cuerpo al océano: observad lo que es ahora alabado en la MSNBC como activos políticos impresionantes, todo en medio de la condena al uso de los militares para ventaja política por alguien que nunca ha servido.
ACTUALIZACIÓN : Nueve premiados con el Nobel de la paz han llamado a la NBC para que se cancele el programa, apuntando que la «guerra no es un entretenimiento» y que «gente (militares y civiles) mueren de manera que son todo menos entretenidos,» añadiendo: «Intentar de alguna manera maquillar la guerra equiparándola a una competición deportiva más bien llama a preguntarse la moralidad y la ética de equiparar lo militar en cualquier parte con la industria del entretenimiento son apenas escondidos esfuerzos para hacer la guerra y sus múltiples costos más agradables al público.» La lista de los laureados con el Nóbel de la paz que firman la carta incluye al ganador en 1984 arzobispo Desmond Tutu, al presidente Óscar Arias Sánchez ganador en 1987, al Dr. Shirin Ebadi ganador del 2003, a Barack Obama (el cual, según Harris-Perry de la MSNBC, tiene «un impresionante récord de políticas exteriores para los halcones»: un extraño atributo para un Nobel de la paz). Numerosos grupos contra la guerra también han hecho circular una petición contra el programa y la «guerra como entretenimiento», que puede ser firmado aquí.
ACTUALIZACIÓN II: Numerosos comentarios predicen lo que mostrarán futuros episodios, incluyendo este de 2millionlightyearstoandromeda:
El famoso con menos puntos hará girar una ruleta gigante y tendrá que soportar la «técnica de interrogación mejorada» (NT: eufemismo para tortura) que toque. (La NBC ha asegurado a sus socios que si la ruleta cae en «electroshocks en los genitales» todas las partes desnudas serán censuradas.)
Los famosos con más puntuación pasarán al episodio de la semana siguiente. En él atravesarán el centro de Hollywood liderando una caravana de Humvees (Vehículos de alta movilidad) disparando a cualquiera que parezca que alguna vez haya abierto un Corán.
El famoso que más «militantes» mate se bañará en una celebración de confeti de uranio empobrecido y recibirá 100.000$ que serán donados al contratista de defensa de su elección.
Los espectadores en casa que manden un mensaje de texto con la palabra BICHOESPACHURRADO (NT: Bugsplat es como se denomina a las víctimas de los drones) a la NBC entrarán en el sorteo para ¡ganar un día con un piloto de aviones no tripulados de la CIA!
¡Allí aprenderás cómo lanzar un misil con precisión desde un drone y matar a un militante (además de a su entera familia, amigos y a todos sus animales de granja)!
Nadie debería dar ideas a los ejecutivos de la competencia.
Este artículo apareció originalmente en Salon.com el 13 de agosto de 2012.
Nota de Editor (El Mundo no Puede Esperar)
Vea: Felicitaciones a todos por una victoria sobre el programa de juegos bélicos de la red NBC