Destrucción en Alepo por un misil SCUD. (Fotografía: Human Rights Watch). Amo Boston. Allí viví hace algunos años mientras trabajaba como investigador en BU y Harvard. Allí he dejado muchos amigos. Este invierno pasé unas semanas en Alepo, una ciudad siria desgarrada por la guerra. Hacia la medianoche del 18 de Febrero, un misil SCUD […]
Amo Boston. Allí viví hace algunos años mientras trabajaba como investigador en BU y Harvard. Allí he dejado muchos amigos.
Este invierno pasé unas semanas en Alepo, una ciudad siria desgarrada por la guerra. Hacia la medianoche del 18 de Febrero, un misil SCUD destruyó una manzana entera en el barrio de Jabal Badro. Murieron 47 personas, 23 eran niños.
Aquella tragedia apenas ocupó unos renglones en nuestros periódicos y no abrió ningún telediario.
¿Por qué algunos muertos son noticia y otros no? Siempre me ha parecido que esta era una pregunta sobre la que merece la pena reflexionar, pero sigo sin encontrar una respuesta que me convenza.
Por supuesto, no se trata de un debate Siria versus EEUU. Quien dice Alepo podría decir Badgad o Mogadiscio. Y quien habla de Boston también podría hablar del naufragio del Costa Concordia.
Quizás es una cuestión de empatía: a nosotros nos resulta «más sencillo» imaginarnos en una situación como la de Boston que como la de Alepo. Aunque, entonces, ¿es empatía o egoísmo?
Mis únicas certezas son estas:
- El mundo es un lugar mejor si somos capaces de sentir el sufrimiento de Boston.
- Mientras no consigamos acercarnos al dolor de los seres humanos que llevan vidas muy diferentes a las nuestras, el mundo seguirá siendo una mierda.
¿Cuál es vuestra opinión? ¿Os parece que la pregunta tiene sentido? ¿Tenéis alguna respuesta?