Detroit acaba de declararse en quiebra, la mayor producida en un Ayuntamiento de EEUU con una deuda estimada en 18.000 millones de dólares ¿Dónde empezó todo y cuál es la situación actual? La huida ¿Qué ocurre cuando las personas huyen de una ciudad? De entrada, algo obvio. Hay menos ciudadanos pagando impuestos. Los ingresos fiscales […]
- Detroit acaba de declararse en quiebra, la mayor producida en un Ayuntamiento de EEUU con una deuda estimada en 18.000 millones de dólares
- ¿Dónde empezó todo y cuál es la situación actual?
La huida
¿Qué ocurre cuando las personas huyen de una ciudad? De entrada, algo obvio. Hay menos ciudadanos pagando impuestos. Los ingresos fiscales del Ayuntamiento se reducen y más tarde o más temprano hay que ajustarse a esa realidad. Si la tendencia continúa, el agujero puede ser muy profundo. En los años 50, Detroit tenía 1.800.000 habitantes y era la cuarta mayor ciudad del país. En 1970, millón y medio. En 1990, en torno a un millón. Actualmente, unos 700.000.
Hasta 1990, buena parte de esa emigración era de raza blanca, pero el deterioro de los servicios, la falta de oportunidades económicas y la inseguridad hicieron que continuara entre los profesionales negros de clase media.
El motor gripado
Detroit es uno de los ejemplos más citados de las consecuencias de la crisis de la industria tradicional de EEUU. Durante décadas, fue el gran símbolo de la industria automovilística norteamericana. Dado el papel que tiene el coche en la cultura y sociología del país, esa posición parecía incuestionable. Pero esos grandes coches voraces consumidores de combustible empezaron a tenerlo difícil cuando la clase media descubrió las virtudes de los vehículos Made in Japan, mientras los ricos apostaban por un buen coche europeo. General Motors y Chrysler se hundieron en la crisis, pero en los últimos años han ido remontando el vuelo tras una dura reestructuración.
No lo suficiente como para salvar a la economía de la ciudad, aunque al menos es un buen comienzo. No sólo Detroit ha perdido ciudadanos, sino también empleos. Su tasa de paro es del 16%, el doble que la media nacional.
Como explica Roger Senserrich, los ayuntamientos en EEUU asumen muchas competencias que por ejemplo en España son responsabilidad del Gobierno central o de las autonomías, como educación, orden público y las pensiones de los funcionarios locales. Todo eso supone un alto nivel de gasto que se convierte en deuda inasumible cuando los ingresos fiscales descienden en picado. «Las ciudades en Estados Unidos recaudan usando impuestos de propiedad, y gastan en educación. Cuando una ciudad pierde población, el precio de la vivienda baja. Si además lo que salen son las clases medias, esta caída es aún más acusada», escribe Senserrich.
Intervenidos
En marzo, el gobernador del Estado de Michigan, el republicano Rick Snyder, decidió nombrar a un experto en bancarrotas para que se hiciera cargo de las finanzas de la ciudad. Una especie de troika formada por un solo interventor con poderes absolutos. El Ayuntamiento recurrió el nombramiento ante los tribunales y perdió. El elegido fue Kevyn Orr, de raza negra, un detalle que nunca es menor en una ciudad cuyo alcalde, el demócrata Dave Bing, también es negro, como lo es el 82% de sus habitantes. Pero además Orr es un abogado experto en reestructurar empresas en dificultades financieras y tuvo un papel importante en la resolución de la crisis de Chrysler en 2009.
La declaración de bancarrota no era inevitable. Kevyn Orr procedió con los recortes e inició una negociación con los sindicatos y bonistas. Al no obtener un acuerdo, pidió a un juez federal la autorización correspondiente. El alcalde lamenta la decisión, pero no encabezará la protesta. De hecho, espera que el equipo de Orr tenga éxito y que la ciudad pueda resucitar.
¿Quiénes serán las víctimas?
Los sindicatos temen que los fondos de pensiones de los funcionarios locales sean los principales damnificados. La quita de la deuda también afectará a las entidades que hayan comprado bonos emitidos por la ciudad, pero muchos de ellos están garantizados por lo que legalmente no es posible que asuman pérdidas. Los planes de Orr incluían pagar 75 centavos por cada dólar invertido en la deuda de la ciudad por dos grandes bancos, Bank of America y UBS, mientras que los trabajadores municipales iban a recibir recortes mucho mayores en sus seguros sanitarios y planes de pensiones. Por eso, los sindicatos sospechan que Orr pretende conseguir con la bancarrota lo que ninguna negociación le habría dado. Otras ciudades en mala situación financiera examinarán este precedente.
Arte valioso
Una decisión del interventor Orr que provocó la alarma en Detroit antes de la declaración de bancarrota fue ordenar un inventario de los fondos del mayor museo de la ciudad (Detroit Institute of Arts). Cuenta con una de las mejores colecciones de arte en EEUU con obras de Van Gogh, Degas, Matisse, Bruegel el Viejo. En 2004 esos fondos fueron valorados en 1.000 millones de dólares.
¿Se atreverá Orr a vender todo ese patrimonio para reducir la deuda? El fiscal general del Estado dijo que eso no sería legalmente posible.
Mal sitio para llamar a la policía
La calidad de los servicios municipales se ha hundido a causa de sus problemas financieros. Los habitantes de Detroit tienen que esperar 58 minutos antes de la llegada de la policía después de una llamada por una emergencia. La media nacional es de 11 minutos.
En un contexto nacional de descenso del crimen en todas las grandes ciudades, Detroit es la excepción. Actualmente cuenta con la mayor tasa de homicidios entre las principales ciudades. En 2011 hubo 344 asesinatos, menos en cualquier caso que en la década anterior. Sólo se detuvo al autor en 39 de ellos. Ese año la ciudad perdió 200 agentes de policía por los recortes presupuestarios.
Según un ranking realizado por la revista Forbes, Detroit es la ciudad más violenta entre los grandes municipios del país por cuarto año consecutivo. En los delitos más violentos, supera en cinco veces la media nacional.
2012 fue aún peor que el año anterior: 411 homicidios.
Cayéndose a trozos
El estado de las viviendas en amplias zonas de la ciudad es terrible. Cuenta con 78.000 edificios abandonados, de los que 38.000 se encuentra en peligro de ruina.
Se calcula que un 40% de las farolas de la ciudad no funcionaban en el primer trimestre de este año.
Los bomberos tienen órdenes de no utilizar las escaleras de sus camiones a menos que sea imprescindible para salvar vidas. No se les ha hecho la inspección de seguridad desde hace años.
DETROPIA Trailer from Loki Films on Vimeo.
Nota de Rebelión: El documental «Detropia» (2012) presenta el panorama desolador de la crisis económico-social de la ciudad de Detroit. David Danby, crítico de cine de The New Yorker, dijo: «Detropia», un film lírico sobre la destrucción de una de las ciudades más importantes del país, es el documental más conmovedor que he visto en años».
Fuente: http://www.eldiario.es/rastreador/Detroit-autopsia-ciudad-arruinada_6_155444460.html