El tribunal militar contra Bradley Manning, iniciado hace siete semanas, está a punto de concluir. Recordemos que el joven soldado sufrió abusos físicos y psicológicos durante los primeros nueves meses de arresto, en total aislamiento. Dichos abusos fueron calificados como tortura por las principales organizaciones de derechos humanos internacionales (Amnistía Internacional, Human Rights Watch). Por […]
El tribunal militar contra Bradley Manning, iniciado hace siete semanas, está a punto de concluir. Recordemos que el joven soldado sufrió abusos físicos y psicológicos durante los primeros nueves meses de arresto, en total aislamiento. Dichos abusos fueron calificados como tortura por las principales organizaciones de derechos humanos internacionales (Amnistía Internacional, Human Rights Watch). Por su parte, el relator especial de la ONU sobre la tortura Juan Méndez dijo que el trato recibido por Manning había sido «cruel, inhumano y degradante».
El soldado Manning reveló crímenes de guerra cometidos por el gobierno de EE.UU. en el extranjero, especialmente en Irak y Afganistán. Dijo, al iniciarse el juicio, que su principal motivación para exponer los delitos era que los ciudadanos estadounidenses conocieran los abusos cometidos por su gobierno. Sintió que era su deber como ciudadano exponer los crímenes de guerra, como los registrados en el video «Asesinato colateral».
El tribunal militar contra Manning está presidido por la jueza Denise Lind, coronel del ejército. La jueza se ha alineado con la fiscalía en todas las decisiones tomadas hasta ahora, la más importante, fue la de negarse a retirar el cargo más grave contra Manning, que es «ayudar al enemigo». Aceptó el argumento de la fiscalía de que Manning debió hacer sabido que Al Qaeda podría acceder al material una vez que este fuera publicado por WikiLeaks. El joven soldado de 25 años podría ser condenado a cadena perpetua por haber pasado miles de cables diplomáticos y documentos militares a WikiLeaks -grupo que promueve la difusión libre de información.
Michael Ratner (reconocido abogado estadounidense y Presidente Emérito del Centro por los Derechos Constitucionales) dijo en Democracy Now!: «El cargo de «ayudar al enemigo» es el más grave porque conlleva cadena perpetua, incluso pena de muerte. Pero la teoría del gobierno es lo más horrible de todo. Es básicamente que publicar información en internet es espionaje, y que si el enemigo tiene acceso a internet, puedes ser acusado de ayudar al enemigo. Esto significa el fin de las denuncias de conciencia. ¿Quién denunciará delitos gubernamentales y dará información a la prensa si le pueden aplicar la pena de muerte? Esto también coloca a los periodistas en el medio, por ayudar al enemigo, según la teoría del gobierno.» [1]
De igual manera la jueza le negó a la defensa la posibilidad de argumentar que el soldado Manning según el derecho internacional tiene la obligación legal y moral de denunciar crímenes de guerra. También fueron prohibidos todos los documentos clasificados que detallan delitos, crímenes y tortura, como una manera de eliminar del juicio el tema crucial del crimen de guerra.
En la sesión del 26 de julio David Coombs, abogado defensor de Manning, dijo ante el tribunal que su defendido reveló información porque «quería generar un debate amplio sobre lo que él consideraba abusos del gobierno que no eran conocidos y quedaban impunes». Para probar su punto, el abogado mostró el video del operativo en Bagdad (2007) en el que los pilotos de un helicóptero Apache de EE.UU. disparan una y otra vez contra un grupo de civiles iraquíes, entre los que se cuentan niños, además de dos empleados de Reuters. El video titulado «Asesinato colateral» estremeció al mundo cuando fue difundido por WikiLeaks en abril de 2010. Los soldados se ríen y hacen bromas grotescas festejando los asesinatos de una decena de personas.
Otro de los aspectos polémicos fue el control ejercido por Lind sobre la información al público del juicio. Se negó a publicar las transcripciones del juicio. Esta negativa contradice las ideas manifestadas previamente por Lind: su tesis de abogacía se centró en el acceso de la prensa a los juicios militares. Sostenía que los juicios militares deberían estar abiertos al escrutinio público puesto que las restricciones a los procedimientos judiciales «son una violación de la Primera Enmienda que otorga el derecho de acceso». El Centro por los Derechos Constitucionales presentó un escrito demandando las transcripciones de los juicios pero Lind les denegó el pedido. Esto forma parte de la estrategia gubernamental de limitar el acceso público al juicio.
El 25 de julio de 2013, el Comité de Apoyo a Bradley Manning publicó una solicitada en The New York Times [2] . La carta titulada «Nosotros somos Bradley Manning» dice:
Estamos junto al denunciante de WikiLeaks, el soldado estadounidense Bradley Manning. Somos veteranos de guerra, artistas, periodistas, educadores, amas de casa, abogados y ciudadanos de EE.UU. Vivimos en estados que votan por los demócratas y en estados que votan por los republicanos. Les pedimos que consideren los hechos, y que se unan a nosotros declarando:
Ya es suficiente. Libertad inmediata para Bradley Manning.
En esta época de guerra sin fin y de crisis económica, una nube de secreto gubernamental ha eclipsado nuestra república… Sabemos que los secretos también ocultan crímenes: tortura, vigilancia ilegal y corrupción -delitos cometidos en nuestro nombre.
En un momento en que necesitábamos conocer la verdad, un joven soldado se convirtió en un ejemplo de transparencia y responsabilidad. El analista de inteligencia, Bradley Manning tuvo acceso a algunos de los secretos más sucios, como el apoyo de EE.UU. a la tortura en Irak y un video que muestra a tropas militares estadounidenses disparando contra niños, civiles y periodistas desde un helicóptero Apache sobre Bagdad. Manning actuó de manera conciente, valiente, generosa y fiel a sus convicciones al revelarnos esos secretos al público de EE.UU.
«Creí que si el público conociera la información [contenida en los documentos de las guerras de Irak y Afganistán] se generaría un debate interno sobre el rol de los militares y de nuestra política en el extranjero en general y en particular en lo relacionado a Irak y Afganistán», dijo Manning antes de ser arrestado en Irak en mayo de 2010. Quería que el pueblo estadounidense supiera que no todos en Irak y Afganistán son blancos de ataque que deben ser eliminados sino personas que luchan para sobrevivir en el ambiente de muchísima presión que llamamos campo de batalla desigual», agregó Manning.
Periodistas usaron estos documentos para revelar muchas verdades sorprendentes. Supimos que….
· Donald Rumsfeld y el General Petraeus hicieron carrera apoyando la tortura en Irak.
· Las fuerzas militares de EE.UU. mataron deliberadamente civiles y que sus crímenes quedaron impunes, y que las muertes colaterales nunca fueron reconocidas.
· La mayoría de los detenidos en Guantánamo son inocentes.
Por prestar este servicio a la democracia, Bradley Manning enfrenta la posibilidad de pasar el resto de su vida en la cárcel. Los fiscales lo acusan de «ayudar al enemigo» por proveer información a WikiLeaks pero reconocen que hubiera sido igual si la información hubiera sido entregada a The New York Times.
Nominado por tercera vez consecutiva al Premio Nobel de la Paz, Manning es un denunciante de conciencia en el sentido completo de la palabra. Expuso crímenes y delitos para beneficio del bien público sin obtener absolutamente nada a cambio.»
La solicitada menciona más adelante a Edward Snowden, el denunciante de conciencia que reveló el programa masivo de espionaje de la NSA. Afirma que Snowden, dada la terrible persecución contra Manning, no tuvo otra opción que huir.
Manifiestan la esperanza de que la carta sirva para estimular el debate público por la transparencia y la responsabilidad del gobierno como debería ocurrir en una democracia real, como lo propuso Manning.
Solicitan específicamente que los tres años que Manning pasó encarcelado, nueve meses de los cuales estuvo sometido a condiciones brutales en la Base de la Marina en Quantico, Virginia, sean su condena. Y que si la jueza militar Denise Lind da una sentencia mayor, que el General Jeffery Buchanan, como autoridad competente en un tribunal militar, reduzca la sentencia para que Manning sea liberado de inmediato.
Finaliza con una exhortación a Obama: Bradley Manning creyó en usted, Sr. Presidente, cuando asumió el cargo y prometió que su gobierno sería el más transparente de la historia, y que protegería a los denunciantes de conciencia. Ahora es el momento para cumplir con lo prometido.
No daremos un paso atrás hasta que este héroe de EE.UU. sea liberado.
En pocas horas podremos confirmar o rebatir si el juicio fue en realidad un linchamiento judicial, que Manning estuvo condenado desde el principio porque el gobierno de EE.UU. no tolerará que sus crímenes de guerra sean revelados ni mucho menos juzgados. El periodista investigativo estadounidense Chris Hedges dijo: «El orden moral está invertido. Los criminales están en el poder. En una sociedad justa, Manning sería testigo en un juicio contra criminales de guerra. Aquellos que cometieron los crímenes deberían estar presos. Pero no vivimos en una sociedad justa». [3]
Notas
[1] http://www.democracynow.org/2013/7/29/bradley_manning_awaits_verdict_after_trial
[2] http://www.bradleymanning.org/featured/nyt-ad
[3] http://www.truthdig.com/report/page2/the_judicial_lynching_of_bradley_manning_20130609/
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