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Lo que hay detrás de la abdicación del rey es un golpe de estado de la casta

Fuentes: Rebelión

Este periodista lo adelanto en marzo del 2013. Escribimos en esos días que el Rey Juan Carlos tenía los días contados. (Aquí van un par de enlaces donde hablamos del tema: http://www.alertadigital.com/2013/03/06/sofia-y-el-club-bilderberg-presionan-al-rey-para-que-abdique/, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=164483, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165807). ¿Pero, porqué abdica el Rey justamente ahora? Muy sencillo, después del terremoto electoral del 25M el miedo cambio de bando. El […]

Este periodista lo adelanto en marzo del 2013. Escribimos en esos días que el Rey Juan Carlos tenía los días contados. (Aquí van un par de enlaces donde hablamos del tema: http://www.alertadigital.com/2013/03/06/sofia-y-el-club-bilderberg-presionan-al-rey-para-que-abdique/, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=164483, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165807).

¿Pero, porqué abdica el Rey justamente ahora? Muy sencillo, después del terremoto electoral del 25M el miedo cambio de bando.

El sismo ha sido muy fuerte. Ha estremecido los cimientos del régimen bipartidista, arrinconando a la casta y lo más importante ha obligado a tomar urgentes decisiones a los poderes fácticos que son los que de verdad gobiernan España.

El 25M ha puesto sobre la cuerdas a los dos partidos que han mantenido la monarquía por más de 35 años. Juntos reúnen menos del 50 por ciento del electorado, esto significa, ni mas ni menos, que en las próximas elecciones se puede advertir una mayoría republicana.

En resumen, más vale prevenir que curar. Lo que acaba de hacer la casta política es iniciar un golpe de estado blando. Decimos esto porque un golpe de estado no más ni menos que la maniobra que permite hurtar al pueblo su derecho soberano a elegir a sus gobernantes y en primer lugar al jefe del estado.

Los comandantes civiles del golpe están en el PP y el PSOE. Además de Rafael Spotorno Díaz-Caro de la Casa Real son Rajoy, Rubalcaba, Bono, Duran i Lleida y Felipe González los principales conspiradores.

Pero no hay que equivocarse, esta novísima forma de golpe de estado recién está dando sus primeros pasos. La maniobra de «trilero cutre» de la casta pretende pasar a la ofensiva en todos los frentes. Han constatado que la «gran coalición», entre el PP y el PSOE, se ha tornado insuficiente, por tanto los próximos pasos serán el acuerdo con CIU y el PNV con el objetivo de instaurar una Monarquía Federal.

Como era de esperar acompañan la maniobra golpista la mayoría de los medios de comunicación . Son imprescindibles para legitimar la siguiente etapa del régimen Borbónico. Ya escuchamos sus fuegos de artificio. En un lugar destacado de este complot esta Juan Luis Cebrián y el grupo Prisa. (Hoy a la cadena SER se le vio la pluma. Tenían listo, desde hace tiempo, la pieza radial con el «obituario de la abdicación» con los elogios de rigor al monarca de la corrupción).

Están asustados. Le tienen miedo al pueblo. Quieren finiquitar rápidamente el primer paso aprobando la ley orgánica que permita la coronación de Felipe lo más pronto posible. Es tal la crisis del régimen que necesitan simular que viene un tiempo nuevo.

La siguiente etapa de este aparente nuevo tiempo es la «monarquía federal para integrar en el poder a las burguesías nacionalistas de Cataluña y del País Vasco. En la conjura actúan en silencio los operadores de la embajada norteamericana que ya pilotearon en los 70 la transición de la segunda restauración borbónica.

La gran maniobra de las elites se venía venir. Lo anunció la semana pasada el Presidente de la CEOE. Sin remilgos de ningún tipo Joan Rosell señalo la hoja de ruta del putsch; «si fuimos capaces de reformar la Constitución prácticamente en 24 horas ¿porque no ahora?».  

¿Cual es el significado de esta afirmación? Esta claro. Lo más probable es que una noche de Agosto (al igual que lo hizo Zapatero hace tres años) se apruebe a espaldas del pueblo una reforma constitucional que asegure un nuevo «consenso» con el objeto de perpetuar en el poder a los mismo que nos han llevado a este desastre. Lógicamente será todo al margen del soberano en una democracia, es decir el pueblo.

Esta es la madre del cordero . Allí esta la clave del golpe de estado blando. Lo que pretende la casta es conjurar, antes que sea demasiado tarde la apertura de un proceso constituyente. Se trata de impedir que el pueblo, único titular de la soberanía , se exprese democráticamente.

Más allá de sus gastados discursos la casta es profundamente antidemocrática. Sus desesperadas maniobras están destinadas a hurtar al pueblo la posibilidad de construir una autentica democracia participativa.

A partir de hoy el escenario político ha cambiado radicalmente . El primer daño colateral lo sufrirán los independentistas Catalanes que verán como sus deseos de soberanía se negocian al margen de la voluntad popular. El segundo impacto lo sufrirá el PSOE, su corrupta cúpula traicionará una vez más a sus militantes de base, que son republicanos de corazón.

Lo que viene ahora es una intensa campaña mediática para edulcorar el golpe. Sin embargo el putsch de la casta no ha terminado. Está en pleno desarrollo. Todavía necesita de un tiempo para consolidarse e imponerse en su totalidad.

Esto significa que la pelota está en nuestro tejado. Tenemos que recuperar la ofensiva. Se deben acabar las medias tintas que nos hará llorar en el futuro lo que no defendimos hoy. Hay que cruzarse en el camino de los golpistas. De partida, debemos salir con toda la fuerza posible al paso de la coronación Felipe. Será un rey impuesto por parlamentarios que hoy representan una minoría de la población.

La movilización social unitaria es más urgente que nunca. Si no actuamos con la contundencia suficiente las reformas que ha impuesto el PP y el PSOE serán apenas el comienzo de una verdadera dictadura neoliberal.

Los poderes fácticos han declarado la guerra a la soberanía popular. Es hora de plantearse con toda seriedad una estrategia rupturista que mande al basurero de la historia a la casta y a todos los de su calaña.

Las consignas son claras; Fuera la Casta y la monarquía, No nos representan, Democracia real Ya.

Emilio Pizocaro es periodista

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.