Mister Arthur Brooks [AB] fue músico de la Orquestra Ciutat de Barcelona. Nada menos. Y, además, está casado con una ciudadana catalana. Pero no es esto lo decisivo en nuestro caso. AB es economista. De eso ejerce. No está afiliado a ningún partido. Pero los dirigentes republicanos norteamericanos suelen consultarle. Es católico, además de apostólico […]
Mister Arthur Brooks [AB] fue músico de la Orquestra Ciutat de Barcelona. Nada menos. Y, además, está casado con una ciudadana catalana.
Pero no es esto lo decisivo en nuestro caso.
AB es economista. De eso ejerce. No está afiliado a ningún partido. Pero los dirigentes republicanos norteamericanos suelen consultarle. Es católico, además de apostólico y romano. En el salón de su casa tiene una foto de Benedicto XVI (poco que ver con el Benedicto XV de la «matanza inútil»), no del Papa Francisco.
AB es, según diversas crónicas, uno de los intelectuales conservadores más influyentes en Estados Unidos. Entre sus últimas hazañas, cabe citar su oposición a «la deriva socialista» del presidente Obama. Como han leído. Pocos como él en la defensa del capitalismo y el cuento del libre mercado (es decir, del mercado sin regulación, a lo loco y a lo ancho). Su think tank (American Enterprise Institut) nutre de ideas (o entidades afines) al partido republicano. Muchas políticas usamericanas de los últimos años han salido de su cocina. ¡Podemos imaginar las coordenadas ideológicas esenciales de su arduo trabajo intelectual!!
Brooks quiere ahora redefinir lo que representa ser conservador en la USA del siglo XXI. La tara de su hora. «La fórmula del materialismo es venérate a ti mismo, ama las cosas y usa a las personas» señala con acritud y fuerte rechazo. La fórmula correcta para una vida feliz, es decir, una no materialista, es otra: «venera a Dios, ama a las personas y usa las cosas». ¡»Ama a las personas y no las cosas» como lema (en principio, no publicitario) del conservadurismo republicano norteamericano! ¡Vivir para ver!
A ver, a ver, con algo más de calma. ¿Brooks es un intelectual importante? ¿Una figura destacada del conservadurismo usamericano? ¿Su tanque belicista de pensamiento nutre o ayuda a nutrir la cosmovisión republicana? ¿Y un personaje de alto vuelo de estas características poliéticas y epistémicas define así el materialismo? ¿Cómo si fuera un alumno mal informado de primero de ESO? ¿El materialismo equivale al egoísmo, al economicismo, a los dogmas de la economía neoclásica, al utilitarismo más ramplón, a la pueril confusión entre economía y crematística? ¿Es eso el materialismo?
Por supuesto que no. Nada de nada. La duda que surge: ¿cómo es posible entonces que alguien que es una figura intelectual de renombre no tenga ni la más ligera idea de lo que es la filosofía de Spinoza, Lucrecio, Epicuro, Demócrito, Helvetius, Marx, Engels, Baron d’Holbach y de tantos otros filósofos y científicos destacados?
Pues es posible y la eterna confusión entre economicismo rastrero y antihumanista y el materialismo político-filosófico vuelve a hacer acto de presencia. Como si estuviera en una tertulia televisiva sin control ni concierto donde todo valiese.
PS: Algunas aproximaciones para no perdernos y comprobar la pérdida de sentido de las aproximaciones de este economista usmaericano amigo del Dalai Lama. Tomo pie en textos de un materialista, como Manuel Sacristán, que no veneraba a Dios pero amaba a las personas que merecían ser amadas, se arriesgó por ellas en mil ocasiones, y usaba las cosas, no de forma incontrolada, para seguir una vida digna y sin excesos estúpidos.