Miles de personas protestaron en la ciudad de Washington contra la discriminación racial y exigiendo justicia para todos por igual, luego de que dos policías quedaran recientemente absueltos de cargos por la muerte de dos personas de color. La marcha, convocada a metros del Capitolio bajo el lema «Justicia para todos», reunió a miles de […]
Miles de personas protestaron en la ciudad de Washington contra la discriminación racial y exigiendo justicia para todos por igual, luego de que dos policías quedaran recientemente absueltos de cargos por la muerte de dos personas de color.
La marcha, convocada a metros del Capitolio bajo el lema «Justicia para todos», reunió a miles de manifestantes que llegaron desde diferentes puntos del país con el objetivo de impedir que vuelvan a ocurrir nuevos casos como el de Eric Garner, que murió en julio, luego de que un policía lo asfixiara al ejecutarle una llave de estrangulamiento, o el de Michael Brown, que murió bajo el arma de un policía que le disparó al joven indefenso.
Los policías involucrados en los hechos resultaron libres de cargos por parte de la Justicia de Long Island y de Ferguson, Missouri, respectivamente, lo que generó una tensión y protestas que se mantienen y crecen desde hace más de tres semanas, cuando un jurado absolvió al agente que mató a Brown, Darren Wilson.
«Estamos muriendo, las familias están rompiéndose por la muerte de sus seres queridos asesinados ilegalmente», dijo a Télam Hanan Hamilton, mientras sentada en un banco y bajo un gran abrigo que la protegía del frio, escuchaba las palabras de los familiares de personas de color fallecidas por incidentes con la policía, que participaron del evento organizado hoy por la Red de Acción Nacional.
La mujer, de 55 años, viajó desde Nueva York para estar hoy en la capital americana con el fin de ayudar a generar «impacto» y frenar de una vez los casos de discriminación racial que están ocurriendo en el país «desproporcionadamente con los estadounidenses negros, y con hombres estadounidenses negros especialmente».
Para Hamilton, lo sucedido en los casos de Eric Garner o de Michael Brown, es resultado de que se está «en el siglo XXI y la fuerza policial está funcionando aún bajo los mecanismos del siglo XVIII. Eso tiene que terminar», afirmó la oriunda de Harlem, Nueva York.
Hasta la gran Avenida Pensilvania que hoy estaba cortada al tránsito y colmada por manifestantes con cientos de carteles con la leyenda «Black Lives Matter» (las vidas de los negros importan), llegó también James «Cool Breeze» Gray, en uno de los tantos ómnibus que salieron desde distintas ciudades.
James Gray decidió emprender el viaje para formar parte del cambio, pero además para compartir su historia, en la que no sólo logró salvar su vida, sino que obtuvo algo que hoy todos reclamaban: Justicia e igualdad.
«Cool Breeze», como pidió que se lo nombrara, sobrevivió a una golpiza que la policía de Nueva York le propició en 2012, tras pararlo en la calle y acusarlo de beber cerveza en la vía pública.
«Yo no estaba bebiendo cerveza. No estaba bebiendo nada», relató a Télam el abogado afro americano, recordando que luego de un breve intercambio de palabras con los agentes, tres de ellos comenzaron a pegarle.
Gray demandó a sus atacantes y tras un año y medio de litigio, la justicia le dio la razón e hizo responsable a la Policía de Nueva York por el daño.
Su caso, confiesa con pesar el joven de 34 años, sabe que es uno entre pocos, porque él no tiene antecedentes penales. Por eso, ahora divide su tiempo entre la compañía de medios que preside y su firme activismo por educar a otros jóvenes sobre medidas de prevención para evitar incidentes con la policía.
Mientras en la capital estadounidense la gente resistió por más de cinco horas las bajas temperaturas, repitiendo una y otra vez el grito de «no hay justicia, no hay paz», en Nueva York otras miles de personas hicieron lo mismo en el Washington Square Park, cantando «queremos justicia para todos» y con la consigna compartida de marchar por «todas aquellas personas de color inocentes, muertas por el abuso de la fuerza policial».