Hoy la campaña de Bernie Sanders cuenta con la coalición más amplia, más diversa, con más mujeres, con más jóvenes. Ya que Bernie Sanders, acertadamente, cree que «nos fortalecemos más cuando los negros y los blancos, los latinos, los asiático-americanos, los nativo-americanos -todos nosotros- luchamos juntos. Nos fortalecemos cuando los hombres y las mujeres, los […]
Hoy la campaña de Bernie Sanders cuenta con la coalición más amplia, más diversa, con más mujeres, con más jóvenes. Ya que Bernie Sanders, acertadamente, cree que «nos fortalecemos más cuando los negros y los blancos, los latinos, los asiático-americanos, los nativo-americanos -todos nosotros- luchamos juntos. Nos fortalecemos cuando los hombres y las mujeres, los jóvenes y los viejos, los gays y los heterosexuales, los aquí nacidos y los inmigrantes luchan para crear el tipo de país que todos sabemos que queremos llegar a ser».
Bernie cuenta con la agenda más proinmigrantes. Dentro de su plataforma política está «poner fin a las desastrosas redadas de la migra, prohibir las cárceles privadas y los centros de detención». Bernie tiene claro que «una mayoría de estadounidenses quiere una reforma migratoria completa y una justicia criminal basada en la justicia no en el racismo o en el encarcelamiento masivo».
En el terreno internacional Bernie entiende la importancia de que Estados Unidos no sea farol de la calle y oscuridad de la casa. Cuando el Gobierno estadounidense busca «ilustrar» a otras naciones sobre justicia y democracia no menciona que dentro de su propia casa hay mucho «racismo, sexismo, xenofobia y homofobia». Tan hipócrita es la actual Administración que cuando han salido a marchar los neonazis a las calles de Estados Unidos el Gobierno no se ha atrevido a tocarlos ni con el pétalo de una condena pública.
Bernie no sólo es el candidato más viejo, más experimentado y más progresista del montón (de los demócratas que aún siguen en la carrera presidencial) sino que también, como ningún otro demócrata o republicano, es el que más entusiasmo ha despertado alrededor del mundo. Mucha gente en otros países se interesa por escuchar sus discursos, lo siguen en redes sociales y están al tanto de la revolución política que encabeza.
Algo a lo que Trump debería temer es a la juventud estadounidense. Y la juventud, de forma aplastante, parece estar volcándose del lado de Bernie Sanders. Así que cuidado.
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