Los demócratas, a pesar de tener casi 50 años para codificar Roe v. Wade en ley federal, no lo hicieron. ¿Por qué? Porque, al igual que el Partido Republicano, están en deuda con los capitalistas. Su incapacidad para actuar no es una cuestión de corrupción incidental; es un mecanismo fundamental dentro del capitalismo
Orgullo de Nueva York, contingente del Partido Mundo Obrero, 28 de junio de 2017.
¡Esta es una declaración del Caucus LGBTQ+ del Partido Mundo Obrero para los desfiles del orgullo, las marchas de lesbianas (dykes, en inglés) y las acciones de liberación trans en todo el país!
¡Un daño a uno es un daño a todos. Debemos unirnos y luchar juntos contra todos los ataques!
La violencia brutal de la guerra de clases es algo que la clase dominante ejerce contra nosotros a diario. Cuando una mujer no puede o elige no tener un hijo está forzado a dar a luz, cuando un hombre gay es desalojado y se le niega el acceso a los refugios para personas sin hogar debido a su sexualidad, y cuando a un niño negro se le prohíbe aprender su propia historia en el aula, extendiendo un legado de genocidio, estamos siendo testigos de la guerra de clases. La cuestión es cómo y cuándo empezaremos a luchar juntos como clase trabajadora.
Los reaccionarios, los racistas y los neofascistas de los Estados Unidos están lanzando ataques viciosos contra las personas más vulnerables. Este año se han presentado cientos de proyectos de ley anti-LGBTQ+. Los profesores se ven amenazados con enormes sanciones económicas por reconocer la existencia de personas LGBTQ+, mientras que los padres de jóvenes transgénero se enfrentan a cargos de maltrato infantil por proporcionarles la atención sanitaria necesaria.
Mientras tanto, se está dando un golpe crítico a los derechos reproductivos, ya que Roe v. Wade podría ser anulado pronto. Los jueces federales han dado su aprobación a leyes mortales que criminalizan el aborto, el control de la natalidad e incluso los abortos. Y al mismo tiempo, el derecho al voto de la comunidad negra, conquistado tras décadas de lucha, está siendo destruido por las legislaturas estatales intolerantes.
La batalla por los derechos LGBTQ+, la lucha contra el racismo y la campaña por los derechos reproductivos no están separadas. Son frentes superpuestos en una sola lucha entre la clase trabajadora y la clase capitalista.
Los demócratas, a pesar de tener casi 50 años para codificar Roe v. Wade en ley federal, no lo hicieron. ¿Por qué? Porque, al igual que el Partido Republicano, están en deuda con los capitalistas. Su incapacidad para actuar no es una cuestión de corrupción incidental; es un mecanismo fundamental dentro del capitalismo. Los ricos controlan la economía y, con ella, el poder político institucional. Es un ciclo monstruoso, y es la razón por la que muchas pólizas que son muy populares entre los votantes no tienen ninguna posibilidad de ser aprobadas en el Congreso.
Así es como el patriarcado y la supremacía blanca siguen floreciendo. Se nos hace creer que el capitalismo es un sistema justo en el que el trabajo duro se traduce en éxito, pero esto es falso. El capitalismo es un sistema de opresión.
Dado que las opresiones se combinan entre sí, cuando se elimina la autonomía reproductiva, las personas negras, latinas e indígenas, las personas LGBTQ+ y los discapacitados son los que más sufren. Por eso no debemos pensar en nosotros mismos como elementos no relacionados de la sociedad, sino como una sola clase cuyos problemas surgen de la misma raíz. Si seguimos abordando los problemas uno por uno, sólo estaremos cortando ramas de este gran árbol venenoso. Debemos derribarlo por completo.
El Caucus LGBTQ+ del Partido del Mundo Obrero DENUNCIA los ataques asesinos a nuestros cuerpos – los ataques racistas a la gente de color como la vil masacre en Buffalo, Nueva York, los ataques a las mujeres y a otras personas que pueden tener hijos negando la atención de salud vital, los ataques a las personas LBGTQ+ con armas legales que ponen en peligro nuestros cuerpos y mentes. RECHAZAMOS todos los ataques a los derechos reproductivos, de voto y de los homosexuales.
Pero las urnas por sí solas no pueden salvarnos ni lo harán. ¡Los derechos no se dan, se toman y se defienden!
Nos inspiramos en la heroica organización de los trabajadores que obtuvo victorias sin precedentes contra las gigantescas corporaciones Amazon y Starbucks. Una solidaridad de trabajadores multinacionales, multigénero, queer, jóvenes y mayores están afirmando “Nosotros somos el sindicato”, y están ganando.
¡Ahora es el momento de la militancia, de afilar nuestras hachas de batalla y de FORZAR a la clase dominante a aceptar la dignidad humana y el poder de la clase trabajadora!
Recordemos Stonewall y las rebeliones de la cafetería de Compton. Salid a la calle. Nos negamos a permitir que nos vuelvan a meter en el clóset con las perchas.