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El consumo insostenible de agua de las élites seca las ciudades

Fuentes: La marea climática [Imagen: Piscinas privadas y el riego del césped en jardines consumen grandes cantidades de agua. Foto: Pixabay]

Llenar piscinas y regar jardines privados contribuye a las crisis de agua urbanas en mayor medida que el cambio climático, según un estudio publicado en ‘Nature Sustainability’

La gestión sostenible del abastecimiento urbano de agua constituye uno de los principales retos de nuestro tiempo. Solo durante las dos primeras décadas del siglo XXI, más de 80 grandes áreas metropolitanas han experimentado sequías extremas y escasez de agua. Y se prevé que las crisis de agua urbana sean más frecuentes a causa del cambio climático, lo que podría llevar a más de mil millones de residentes urbanos a experimentar escasez de agua en un futuro próximo.

Dentro de esta problemática, no todos las personas contribuyen de igual forma a estas crisis hídricas en las ciudades. Las élites urbanas consumen agua en exceso para su ocio personal, como llenar piscinas privadas, regar jardines o lavar sus coches. Así lo concluye de un estudio publicado en la revista Nature Sustainability, liderado por investigadores de Suecia, Países Bajos y Reino Unido. «Las élites ricas, con grandes piscinas y césped bien cuidado en sus casas, están dejando a las comunidades más pobres sin acceso básico al agua en ciudades de todo el mundo», aseguran.

La investigación, dirigida por Elisa Savelli, de la Universidad de Uppsala, rastrea los procesos hidroclimáticos y sociopolíticos que generan la creciente brecha entre la oferta y la demanda de agua. Para ello, han utilizado modelos matemáticos para analizar el uso doméstico del agua de los residentes urbanos de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) con el fin de comprender cómo consumen agua las distintas clases sociales. Quienes viven en casas espaciosas con jardines y piscinas llevan acabo un consumo insostenible de agua, mientras que los habitantes de viviendas informales «no cuentan con grifos ni sanitarios».

Los autores del estudio han establecido cinco grupos sociales, según el censo de 2020: solo el 1,4% de los habitantes de la ciudad pertenecen a la élite, el 12,3% lo hace al grupo de ingresos medios-altos, el 24,6% se clasifica como grupo de ingresos medios-bajos, alrededor del 40,5% de la población vive en zonas de bajos ingresos y el 21% habita en asentamientos informales. En promedio, el modelo estima que los hogares de élite pueden alcanzar un consumo de agua de 2.161 litros por hogar y día, mientras que los hogares de bajos ingresos e informales son se estima que consume alrededor de 178  y 41 litros, respectivamente.

Crisis urbanas de agua a nivel mundial

El estudio se centrado en analizar datos de consumo de agua en Ciudad del Cabo, ciudad que ha sufrido escasez de agua en los últimos años, pero también menciona ciudades que han experimentado sequías como Barcelona, Londres, Miami, El Cairo, Roma o Tokio. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo medio de agua de los hogares se sitúa en una media de 133 litros por habitante y día en España.

Las ciudades que han vivido algunas de las peores crisis urbanas de agua en las últimas dos décadas.

La publicación señala que, tanto en el hemisferio norte como en el sur, las áreas metropolitanas experimentan sequías extremas y niveles insostenibles de consumo de agua. Por eso, indican que satisfacer las crecientes demandas de agua urbana y encontrar un equilibrio sostenible entre la ciudad y el ámbito rural se está convirtiendo en un desafío cada vez mayor a nivel mundial.

Los investigadores concluyen que las desigualdades sociales tienen un papel determinante en las crisis hídricas urbanas, más que el cambio climático o el crecimiento de la población urbana. Además, destacan que en la actualidad los esfuerzos por gestionar el suministro de agua en las ciudades con escasez de agua se centran sobre todo en soluciones técnicas, como el desarrollo de infraestructuras hídricas más eficientes. Estas estrategias reactivas, centradas en mantener y aumentar el suministro de agua, aseguran que son «insuficientes y contraproducentes».

Por eso, apuntan a la necesidad de reducir el consumo innecesario y excesivo de agua por parte de la población con un mayor poder adquisitivo. «Todo el mundo sufrirá las consecuencias a menos que desarrollemos formas más justas de compartir el agua en las ciudades», afirma Hannah Cloke, profesora de hidrología de la Universidad de Reading y autora del estudio.

Fuente: https://www.climatica.lamarea.com/consumo-insostenible-de-agua-elites/