En la ceremonia de la entrega de los premios Óscar realizada la semana pasada, la expresión más directa sobre la guerra de Israel contra los palestinos en Gaza y la complicidad estadounidense fue la del director de la película Zona de interés, Jonathan Glazer (en la imagen). Fue el único discurso desde el podio sobre el tema.
Los premios Oscar es el evento anual de gala y autoelogio supremo de la industria de cine de Hollywood y lo que sucede es noticia mundial. Por ello, las expresiones disidentes ahí a veces son tan importantes como los premios.
En la ceremonia de este año, realizada hace una semana, la expresión más directa sobre la guerra de Israel contra los palestinos en Gaza y la complicidad estadunidense fue la del director de la película Zona de interés, Jonathan Glazer, quien al ganar el Óscar por mejor película extranjera declaró en la ceremonia: ahora estamos aquí como hombres que refutan que su judaísmo y el Holocausto sean secuestrados por una ocupación que ha llevado al conflicto a tantas personas inocentes, sean las víctimas del 7 de octubre en Israel o el ataque continuo sobre Gaza, todas las víctimas, esta deshumanización, ¿como resistir?
Su película, que trata de la vida normal de un oficial nazi que vive con su familia literalmente al lado del campo de concentración Auschwitz, se hizo, declaró Glazer, con la intención de “confrontarnos en el presente. No es para decir: ‘vean lo que hacían en aquel entonces’, sino ‘vean lo que estamos haciendo hoy día… Nuestra película muestra adónde lleva ladeshumanización en el peor de los casos”.
Fue el único discurso desde el podio sobre ese tema. Pero el repudio de esa guerra se manifestó también por el botón de Artistas por un Alto el Fuego que llevaban abrochados sobre su ropa varias estrellas en los Óscar, entre ellos Mark Ruffalo, la cantautora Billie Eilish, la directora Ava DuVernay y el actor Maher-shala Ali. Casi 400 celebridades han firmado el llamado por el alto el fuego, incluidos Bradley Cooper, Cate Blanchett y America Ferrera (https://www.artists4ceasefire.org/).
Estas expresiones disidentes tienen una larga historia en los Óscar. Entre las más famosas está una sobre el mismo tema palestino, cuando en 1978 Vanessa Redgrave provocó controversia y fue abucheada al aceptar el Óscar a mejor actriz de reparto por Julia, cuando se atrevió a denunciar a un grupúsculo de vándalos sionistas que habían atacado un documental sobre palestinos.
Otro momento disidente famoso fue en 1973, cuando Marlon Brando envió a la actriz indígena estadunidense SacheenLittlefeather en su lugar para rechazar su Óscar a mejor actor por El Padrino. La enviada declaró en la ceremonia que Brando no podía aceptar la estatuilla como resultado del trato a los indígenas estadunidenses por la industria del cine y television hoy día, así como por la represión que habían sufrido recientemente en Wounded Knee.
En 2003, el documentalista Michael Moore aceptó un Óscar por Bowling for Columbine, y usó la ocasión para denunciar la invasión a Irak por Estados Unidos, que se había lanzado sólo cuatro días antes, declarando: estamos en contra de esta guerra, señor. Bush. Vergüenza.
Cuando Inside Job ganó mejor documental sobre la crisis financiera en 2011, el director Charles Ferguson recordó al público que tres años después de una crisis financiera horrorosa causada por fraude masivo, ni un solo ejecutivo financiero ha ido a la cárcel, y eso está mal.
Este año no podía faltar ese ex presidente que no aguanto no ser mencionado toda la noche de la ceremonia. Casi al final, Trump envió un mensaje en su red social declarando que nunca había visto un peor anfitrión de la ceremonia que Jimmy Kimmel, quien es conductor de un programa nocturno en ABC. Kimmel decidió responder burlándose del ex presidente y concluyó la noche expresando su sorpresa de que el ex mandatario estuviera aún despierto: ¿no ha pasado tu hora de encarcelamiento?
El mensaje más sintético brotó de la película más premiada de la noche, cuando Cillian Murphy aceptó su Óscar a mejor actor por Oppenheimer, sobre el físico que desarrolló la bomba atómica. Para bien o para mal, todos estamos viviendo en el mundo de Oppenheimer. Por eso, realmente me gustaría dedicar esto a los promotores de paz en todas partes.
The Kinks. Celluloid Heroeshttps://open.spotify.com/track/689h1883kFkHDYijJPMNz3?si=fb159ece43eb4f3e
De Casablanca. As Time Goes Byhttps://open.spotify.com/track/6LhW7vaO9rzVyRzHG1P1gx?si=36b393a04fa649aa
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2024/03/18/opinion/023o1mun