Desde los “neohistoriadores” que han descubierto, o verificado, que las hostilidades entre sionistas y palestinos no judíos se han desencadenado el 7 de octubre de 2023, hasta quienes barajan factores históricos de manera ahistórica –como quienes describen el origen del Estado de Israel como respuesta piadosa a la persecución atroz de judíos a manos de nazis−, el último año ha dado lugar a más dislates y falsedades que a las que ya nos tenían acostumbrados los medios de incomunicación de masas del llamado “mundo occidental” que sigue siendo, aunque cada vez menos, los dueños mediáticos del mundo.
Incursionemos en algunos datos del imaginario “occidental y democrático”, de un pasado no tan remoto, que constituye “nuestro pan cotidiano” para acercarnos a las atrocidades del último año.
Un lugar común de la historia que nos han contado: la aviación alemana (nazi) bombardeaba ciudades inglesas; las V2 germanas castigando Londres, Coventry, etcétera. Hechos históricos: en los comienzos de la IIGM fue la aviación inglesa la que estuvo bombardeando ciudades alemanas (con nazis incluidos), reiteradamente, durante muchos meses… hasta que finalmente Hitler ordena, como respuesta, el bombardeo a ciudades inglesas.1
Otro lugar común de la historia que nos cuentan: que la Alemania nazi, antidemocrática, una vez vencedora de las elecciones nacionales, acaba con toda la oposición al régimen instaurado en 1933. El error aquí es el “toda”. Los nazis ponen fuera de la ley, progresivamente, a comunistas, socialdemócratas, anarcosindicalistas, cristianos más o menos democráticos, judíos, pero con una excepción: a mediados de la década del ’30 quedan ya sólo dos organizaciones políticas activas en el Tercer Reich: los nazis y los sionistas: las dos pueden seguir sus prédicas.
El sionismo y su intención de llevar a Palestina, al soñado Estado bíblico, a judíos, coincidía con la estrategia nazi que era entonces: separar ambos pueblos. Y como el territorio alemán correspondía para los nazis a Alemania, veían con buenos ojos que los judíos, al menos los sionistas, quisieran abandonar Alemania.2
Afirma Franco Berardi, filósofo italiano: “Antes del 7 de octubre los israelíes vivían, en el más cínico alejamiento, en una zona de interés similar a la descrita por Jonathan Glazer en su película sobre el barrio frente al campo de Auschwitz, habitado por los jerarcas nazis y sus familias.”3 La descripción es precisa, y particularmente adecuada la invocación de Berardi, pero no ya referida a jerarcas sionistas sino a la sociedad israelí en general (con sus excepciones). Una sociedad, la israelí, que vive ajena al genocidio de lo palestino en cámara lenta (del 2006 al 2023). Desde el 7 de octubre de 2023, “todo el mundo” recibe el impacto de la acción guerrillera de Hamás y el cúmulo de información consiguiente, con el trastorno de la invencibilidad a que los militares israelíes se habían acostumbrado (por el peso incomparable de medios, instrucciones, preparación, armamento, que tenían las fuerzas de la seguridad israelí respecto de la resistencia armada palestina, clandestina y escasa).
La conmoción del 7 de octubre de 2023 parece haber trastornado aquella confianza material, militar, muy consolidada. Y ha despertado dentro de la sociedad israelí, ya no solo dentro de su ámbito de seguridad, un disgusto, una conmoción, una reafirmación fatídica de la falibilidad, la debilidad, la mortalidad de los cuerpos y redes de sostén…
Han aparecido dos teorías o interpretaciones distintas y opuestas sobre lo acontecido en la madrugada del 7 de octubre de 2023: si la molicie de un cuerpo armado absolutamente excedido de funciones y altamente tecnologizado fue decisiva para ser sorprendido por un golpe de mano de la guerrilla palestina, valida de escasa tecnología de última generación o si, por el contrario, en el estilo de las celadas que tantas veces presenta a un bando cediendo sólo para poder reaccionar con más fuerza y “mejor derecho” invocando la condición de agredido. Abonando esta segunda opción, llamó la atención que las fuerzas represivas israelíes, tan a punto en todas sus conflagraciones, haya tardado o demorado seis horas en responder al golpe de mano de Hamás. En distancias tan, pero tan cortas.
Pero la primera interpretación es la que ha asumido la propia dirección de Hamás. Me permito una larga transcripción de un artículo esclarecedor de Kevin Barrett,4 porque da la versión de Hamás (en la persona de uno de sus dirigentes, Saleh al-Aruri, ya asesinado) y porque explica una serie de fenómenos y “versiones” que algunas usinas mediáticas han emitido con total impunidad, socializando mentiras (como los 40 bebitos decapitados o los senos seccionados a cautivas y convertidos en festivos pasamanos entre los atacantes).
«Después del heroico ataque de Hamas, los genocidas sionistas se enfrentaron a una decisión difícil: admitir la verdad, negociar por los rehenes y aceptar una derrota simbólica que podría marcar el comienzo de la paz basada en la retirada sionista a las fronteras anteriores a 1967, según todas las resoluciones de la ONU que representan el consenso global; o mentir escandalosamente y desencadenar una guerra que los sionistas no pueden ganar. Por razones políticas, Netanyahu eligió la última opción, poniendo en marcha una cadena de acontecimientos que inevitablemente conducirán a la deslegitimación y aniquilación de “Israel”. Gracias al ego de Netanyahu, la victoria final de Sinwar está prácticamente asegurada.» (ibíd.)
Barrett, que acompaña la definición de Scott Ritter del operativo de Hamás del 7 de octubre como “el más exitoso raid militar del siglo” se permite a la vez, discrepar en otro aspecto: “Aunque Ritter hizo casi todo bien, cometió un error: hacerse eco de la mentira de la propaganda sionista de que Hamás tomó rehenes civiles (y no militares). No fue así. Grupos de palestinos enojados que aprovecharon la incursión de Hamás desde el campo de concentración fueron los que tomaron rehenes civiles, pero esos secuestradores no estaban afiliados a Hamás. Los verdaderos soldados de Hamás tenían órdenes estrictas de no dañar a los civiles ni tomar rehenes civiles, y obedecieron estrictamente esas órdenes. Esto ha sido tácitamente confirmado por las miles de horas de imágenes de cámaras frontales y corporales encontradas por Israel sobre combatientes de Hamás muertos o heridos. A pesar de poseer esas imágenes durante más de un año, los sionistas aún no han documentado a ningún combatiente de Hamás que haya cometido ni un solo crimen de guerra.”
No tomamos partido por una u otra interpretación. Con ambas, lo que nos parece más significativo es el comportamiento israelí posterior al 7 de octubre de 2023; la libertad con que los militares israelíes actúan; la suficiencia, la chutzpah5 según la cual se sienten liberados para actuar a su antojo. Como dioses. Proclamando la ruptura de todo límite: matar bebitos con balazos en la cabeza, sacarse fotos de autosatisfacción en medio de la ruina y la desolación (que precisamente acaban de llevar a cabo), festejar el tendal de heridos, yacentes, moribundos y muertos; hay innumerables fotos que ilustran semejante actitud; bloquear el acceso a las camiones con alimentos que Israel ha aceptado, de mala gana, poner al alcance de los habitantes de la Franja de Gaza, sitiados por aire, mar y tierra desde 2006, de modo tal que cuando los militares finalmente libran el acceso a regañadientes, son israelíes “espontáneos” los que se encargan de prolongar un poco más el bloqueo.6
Israel le ha cortado a los gazatíes el agua potable desde hace años y carecen de agua en general por lo menos desde el 7 de octubre de 2023; carecen de alimentos, de medicamentos, de sitios para descansar; son casi dos millones de seres humanos, mejor dicho, eran, que Israel ha decidido tratar de martirizar, a ir matando impunemente a cuenta no se sabe de qué expiación.
El ministro del Interior israelí, Itamar Ben-Gvir, ha proclamado, ante preguntas sobre los derechos alimentarios cada vez más exiguos de los presos (palestinos) que lo que merecen no son panes sino balazos y que va a tramitar esa solicitud (para hacer los asesinatos totalmente en regla, legales).7 Otra expresión de chutzpah.
Nos informa Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo), una comisión que ha sido acusada por Netanyahu y sus esbirros de ser cómplice de Hamás, que “los niños empiezan a sucumbir a la falta de alimentos, como se puede observar en un aumento de muertes entre el 1 y el 6 de marzo de 2024 en Rafah.”
”El número de niños muertos en Gaza desde el 7 de octubre supera al de niños muertos en las guerras que se han producido en todo el mundo durante los últimos 4 años.” 8
En su cuenta oficial de la plataforma X agrega Lazzarini: «Ésta es una guerra contra los niños. Es una guerra contra su infancia y su futuro.”
El ministro de Finanzas de Israel, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, ha insistido “en la necesidad de abandonar las negociaciones con Hamás y centrar los esfuerzos militares israelíes en atacar la ciudad de Rafah y después seguir con el resto de la Franja de Gaza” «Con Hamás, de ahora en adelante, sólo deberíamos hablar con proyectiles y bombas en Rafah lo más rápido y fuerte posible». En su perfil oficial de la red social X, ha señalado que «ha llegado el momento» de que el Mossad, haga aquello «para lo que fue entrenado», que es «eliminar a los jefes de Hamás en todo el mundo», y no dedicar su tiempo a negociaciones.9
Israel, la prensa adicta, Netanyahu nos quieren persuadir que luchan contra el fanatismo islámico, pero lo que vemos es la destrucción inmisericorde de vidas que a ojos sionistas valen muy poco, por no decir que son absolutamente despreciables: hermosas y bien alimentadas soldados femeninas israelíes se sacan instantáneas sonriendo sobre el fondo de barrios palestinos convertidos en escombros; jóvenes israelíes influencers describen cómo palestinos maquillan heridas (que no existen) en sus cuerpos para buscar conmiseración; colegas a su vez, se burlan de palestinos que están siendo masacrados, despedazadas por metralla. ¿Chutzpah?
Notas:
1 Adolf Hitler tuvo que abandonar su plan inicial de obtener una asociación entre herrefolk (anglosajones y germanos, para Hitler “razas superiores”), y se vio obligado a enfrentar al eje británico. Algo que será desastroso para su plan inicial (de acabar con el comunismo y/o con Rusia). Véase el significativo viaje extraoficial de Rudolf Hess (el nro. 2 de la plana mayor nazi) a Inglaterra en 1940. Jamás podrá hablar de igual a igual con la direccion inglesa y será en cambio tomado prisionero (luego del fin de la IIGM, será transferido como prisionero a Spandau, la cárcel que Los Aliados levantaron en Alemania para aprisionar a “los culpables” y allí morirá, nonagenario décadas después). Así comentaba Winston Churchill la pretendida alianza de herrefolk: “El orden mundial debe serle confiado a naciones satisfechas que no necesitan más de lo que tienen. Un orden mundial en manos de gente insatisfecha nunca otorgará protección, seguridad. Nosotros no tenemos razones para esforzarnos en tener más de lo que tenemos. La paz puede preservarse con gente que vive su vida sin pretender planes ambiciosos. Con nuestro poder actual ya estamos por encima de todos.” (“Second World War”, no. 5, 1952, ed. sueca, p. 391).
2 El plan nazi de separación de sangres era increíblemente tenue en comparación con los imaginarios creados sobre el nazismo. Con las leyes de Nurenberg, 1935, el nazismo busca separar germanos de judíos. Por ejemplo, en el ejército, en las universidades (y cada vez en más esferas del estado alemán). Pero “la mezcla de sangre” entre judíos no sionistas (incluso asimilacionistas) y alemanes “arios” o germanos era intensa. ¿Qué plantean las leyes de Nurenberg , entonces, como pasos para la ansiada separación (además de la consigna extendida por todo el Reich, “Juden Raus!” ¡Judíos afuera!)? En el ejército no se aceptarán quienes tengan 3 o 4 abuelos judíos. En cambio, quienes tienen 2 o 1 abuelo judío serán considerados alemanes. ¡Y esto se hizo efectivo a lo largo de toda la IIGM, con soldados y oficiales con 2 abuelos judíos!. El ejército contará con muchos oficiales de alta graduación con un abuelo judío. ¿No rompe esta política de separación o “divorcio”, nuestras representaciones previas sobre el trato de nazis a judíos?
3 “Genocidio: Amalec”, 5 junio 2024.
4 “Yahyah Sinwar: Anti-Terrorist Hero”, The Unz Review, 17 octubre. 2024.
5 Expresión de arrogancia, complejo de superioridad y cierto desenfado moral, con pizca de humor.
6 Las hambrunas así provocadas por Israel desde hace años, han dado lugar al horror, perfectamente orquestado por los militares que han podido así matar a discreción a decenas o centenares de palestinos hambreados y desesperados (véase, p. ej., “la masacre de la harina”).
7 La Vanguardia, 1 julio 2024.
8 Euronews, 13 marzo 2024.
9 “El ministro de Finanzas israelí insiste en la ‘completa destrucción’ de la Franja de Gaza”, Newsroom Infobae / 25 de abril de 2024.