Un homicidio político
El 4 de diciembre, a primera hora de la mañana en Nueva York, un hombre enmascarado asesinó a Brian Thompson, CEO (Director Ejecutivo) de UnitedHealthcare, la mayor aseguradora médica de Estados Unidos. No fue un delito común ni un intento de robo; fue un hecho político.
UnitedHealthcare tiene una tasa de denegación de reclamaciones casi el doble del promedio de la industria. Enfrenta múltiples demandas y críticas por el uso de algoritmos de inteligencia artificial para negar reclamaciones, especialmente en planes de Medicare Advantage. Numerosos pacientes y proveedores de salud han reportado frustración ante la burocracia y las dificultades para obtener aprobaciones de tratamientos necesarios, lo que ha provocado muertes por omisión.
Los casquillos de bala disparados por el asesino llevaban grabadas las palabras: “negar”, “defender” y “derrocar”. Estas están asociadas al lema “delay, deny, defend” (retrasar, negar, defender), utilizado por las aseguradoras para instruir a sus trabajadores con el objetivo de maximizar las ganancias, negando asistencia a decenas de miles de ciudadanos cada año.
El asesinato de Thompson es un hecho político y simbólico. Mientras familias enteras se destruyen endeudándose por la atención médica norteamericana, Brian Thompson cobraba 10 millones de dólares al año de todas las solicitudes de asistencia médica denegadas.
Thompson había construído su vida, en base a negarle la vida a otros. Una postura de la burguesía que con los “Estados de bienestar” se habían camuflado, pero poco a poco vuelven a aparecer. Así como los tratos inhumanos de Amazon, etc. No son excepciones, es una fórmula del sistema capitalista, que se da (quizá de forma más sutil) en todo el régimen de explotación asalariada.
El poder del más débil
El asesinato de Thompson no es simplemente un homicidio; es una crítica al sistema de salud norteamericano, que, en definitiva, es una expresión particular del sistema capitalista. Además, el hecho ilumina una idea filosófica y política que subyace en la construcción del Estado capitalista. Como señala un pasaje de El Leviatán de Hobbes:
“Aunque pueda haber un hombre más fuerte o de mente más aguda que otro, cuando todos están en igualdad de condiciones, incluso el más débil tiene la capacidad de matar al más fuerte, ya sea mediante engaño o conspiración con otros.”
El Estado capitalista, de carácter burgués, se ha constituido para aplacar la lucha de clases y proteger a los burgueses como clase dominante, haciéndose con el monopolio de la violencia. Es decir, arrebatándole al pueblo la capacidad de ejercer la violencia en defensa de sus propios intereses. Este Estado no solo utiliza la represión como método de persuasión para suprimir la violencia popular, sino que cuenta también con sus “profesionales de las ideas”, quienes producen teorías conciliadoras y pacifistas que son difundidas a través de las instituciones educativas y los medios de comunicación.
Sin embargo, incluso el miembro más marginado de la sociedad, aquel a quien se le ha denegado atención médica o ha visto a un familiar sufrir la misma injusticia, tiene la capacidad física de asesinar al millonario Director Ejecutivo de la aseguradora de salud más importante de Estados Unidos.
Pero… este hecho, más allá de llenar las tapas de los periódicos…
¿Cambió algo?
Aunque existe un Director Ejecutivo, UnitedHealthcare tiene una Junta de accionistas, que son en realidad los que definen el rumbo y las políticas de la empresa. Son los capitalistas, que con su dinero, pero sin su nombre, toman las decisiones que Thompson ejecutaba.
Probablemente el reemplazo, haga exactamente lo que Brian iba a hacer al día siguiente, porque el sistema capitalista es el que establece las reglas en la actualidad, es el que marca las condiciones de existencia. Es el capitalismo el que determina que las familias que se les denegaba la asistencia médica, inclusive luego del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, seguirán siendo denegadas. Y las aseguradoras de salud seguirán negando, para seguir obteniendo ganancias. Porque el los Directores de las empresas, así como las familias que mueren sin recibir atención médica, son expresión del sistema.
El asesinato de Thompson es síntoma de algo mucho más profundo que un crimen común, es síntoma de la contradicción fundamental del capitalismo. Mientras Thompson y los accionistas acumulan millones de dólares a través del lucro del seguro médico, las grandes mayorías de norteamericanos ni siquiera tienen para pagar la una atención médica.
Solamente cambiando el sistema económico, es posible solucionar toda la miseria que produce. ¿Asesinando a los Directores Ejecutivos se cambia el sistema económico? La experiencia histórica ha demostrado que no. Son reemplazados y luego viene una ola de represión reaccionaria.
El individuo aislado es capaz de ejercer la violencia, pero en el mejor de los casos a lo máximo que puede aspirar es a poner en alerta a la burguesía.
La cuestión táctica
Esta noticia vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre la tarea de los revolucionarios. ¿Qué postura debemos tener los marxistas-leninistas?
A la táctica del terror que, hoy vuelve ser novedad, pero, era muy común a inicios del siglo XX y dejó evidencias históricas de sus fracasos, Lenin contrapuso la táctica de masas, que se demostró auténticamente revolucionaria. Conjugó la propaganda teórica y la actividad práctica, con tres condiciones para la victoria:
“1) … esa lucha estuvo vinculada con una lucha despiadada contra el oportunismo que tendía a rechazar todo empleo de la fuerza por parte de las clases oprimidas contra sus opresores.
2) … establecimos un vínculo entre la lucha contra el terrorismo y la propaganda (iniciada incluso antes de 1905) de la insurrección armada.
3) .. cuatro años antes de la revolución, hemos apoyado el empleo de la fuerza por parte de las masas contra sus opresores, especialmente en la época de las manifestaciones.
*Reflexionábamos cada vez más en la organización de una resistencia sistemática y sostenida de las masas a la policía y el ejército, en cómo incorporar, por medio de esa resistencia, la mayor parte posible del ejército a la lucha entre el proletariado y el gobierno, en cómo atraer al campesinado y a las tropas hacia una participación consciente en esa lucha.” *(Lenin)
Los bolcheviques no negaban el uso de la violencia, pero como síntesis de una lucha política de masas, y no un evento espontáneo e individual. La noticia que abordamos en este artículo ilustra la desesperación de los oprimidos, pero también la ineficacia de las acciones individuales para desafiar un sistema que se sustenta en estructuras sólidas de poder.
El asesinato de Thompson es un síntoma de las contradicciones inherentes al capitalismo, pero no un camino para su transformación. Si queremos cambiar el sistema, debemos abandonar las respuestas individuales y centrarnos en construir una organización de masas capaz de desafiar el poder en todas sus formas. La organización, más que nunca, es la clave para un futuro sin injusticias o desigualdades.
Fuente: congresodelpueblo.uy
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