Donald Trump lo anunció en sus redes sociales. Y Joe Biden confirmó que ambas administraciones habían trabajado juntas: se ha llegado a un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas. ¿Supone un punto de inflexión en la estrategia estadounidense? ¿Qué consecuencias tiene para el pueblo palestino y para el conjunto de la región? Said Bouamama, autor de Manuel stratégique de la Palestine et du Moyen-Orient, responde a nuestras preguntas.
Estados Unidos ha estado apoyando incondicionalmente a Israel durante quince meses, ¿por qué impone ahora un acuerdo de alto el fuego?
Este acuerdo demuestra en primer lugar que, cuando quieren, las grandes potencias no son impotentes. Vemos claramente que, si le interesa, Estados Unidos es perfectamente capaz de presionar a Netanyahu lo suficiente como para que acepte un acuerdo que previamente había rechazado.
¿Y qué interés tiene Estados Unidos en imponer el alto el fuego? Estamos en un momento especial de traspaso de poder de Joe Biden a Donald Trump.
Donald Trump ha querido enviar un mensaje a varios actores internacionales. Por medio de la cuestión palestina Trump demuestra que puede detener o reiniciar los conflictos. Y anuncia sus nuevas estrategias de negociación respecto a otros lugares del mundo. Pienso sobre todo en Ucrania. Donald Trump confirma así que el principal conflicto de Estados Unidos concierne a China. Esto se constata también gracias a sus declaraciones sobre la posible anexión de Groenlandia y del Canal de Panamá. Ambas cuestiones tienen relación con China: en el caso de Groenlandia se trata de la producción de tierras raras y en el del Canal de Panamá, del comercio marítimo.
Por otra parte, Trump también debe tener en cuenta la evolución de la opinión pública mundial y en particular de la estadounidense. El genocidio ha desvelado el verdadero rostro de Israel a muchas fuerzas políticas que hasta ahora se habían mostrado prudentes. La movilización de las y los estudiantes en los campus estadounidenses y las manifestaciones de las comunidades judías no son fuegos fatuos que van a desaparecer de repente. Trump también debe lidiar con ello.
¿Qué indica este acuerdo acerca de la relación entre Trump y Netanyahu? Muchas personas pensaban que estaban en la misma línea ideológica y que el primer ministro israelí tendría más libertad de movimientos que nunca una vez que Donald Trump volviera a la Casa Blanca.
No hay que personalizarlo demasiado. De hecho, parte del gobierno estadounidense considera que Netanyahu y la corriente que representa se han convertido hoy en un obstáculo para el fortalecimiento del propio Israel, un país creado y apoyado para controlar Asia Occidental. El interés estratégico de Estados Unidos es tener un Israel estable y capaz de pacificar a zona. Los Acuerdos de Abraham negociados durante el primer mandato de Donald Trum se inscribían en esta lógica, cuyo objetivo era la normalización de las relaciones de los países árabes con Israel, pero el genocidio vino a deslegitimizar la capacidad de Israel para estabilizar la zona. Por tanto, para sacar a Israel de su aislamiento Netanyahu resulta un obstáculo en la estrategia de Donald Trump.
Otra parte del gobierno estadounidense considera, por el contrario, que la violencia es la única solución para controlar Asia Occidental y que hay que desestabilizar a varios países árabes, incluidos los aliados de Washington.
Es la estrategia del caos de los neoconservadores. Desde Afganistán a Siria pasando por Irak o Yemen esta estrategia ha llevado a conflictos cuyo objetivo era remodelar el llamado Gran Oriente Medio. Netanyahu apoya esta estrategia, pero Donald Trump la denunció recientemente de forma indirecta publicando un vídeo en sus redes. Se sabe que el presidente electo evalúa las estrategias en función de lo que cuestan y de lo que aportan. ¿Acaso para Trump no es un buen negocio la remodelación del «Gran Oriente Medio», que tanto agrada a Netanyahu?
Estados Unidos tuvo que garantizar a Israel una protección total en caso de que se reiniciara el conflicto, pero también tuvo que hacerle entender que las cosas no podían continuar así. Y es que en realidad este acuerdo supone un verdadero fracaso para Israel, lo mismo que el negociado en Líbano. No se han alcanzado los objetivos bélicos que se había fijado Netanyahu. Aunque se ha debilitado a la resistencia, sigue estando muy presente. No se ha producido el éxodo masivo de población palestina y los soldados israelíes empiezan a desmoronarse, cada vez son más quienes se niegan a volver al combate. Finalmente, las reacciones de una y otra parte ante el anuncio de este acuerdo de alto el fuego indican muy bien quién sale perdiendo: en Palestina vimos escenas de júbilo, pero en Israel el acuerdo ha sido muy cuestionado y la prueba es que hubo que imponérselo a Netanyahu.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, declaró que este acuerdo de alto el fuego podría abrir una nueva era en el conflicto palestino-israelí. ¿Se podría avanzar hacia soluciones más duraderas o bien se mantendrá el statu quo?
Sin duda el statu quo se va a mantener durante un periodo que es difícil de evaluar. De hecho, hay muchos elementos que incluso van a llevar a Israel a violar el alto el fuego. El primer lugar, la población palestina que ha vivido el genocidio no va a abandonar la resistencia, todo lo contrario. A continuación, en Israel habrá una presión cada vez mayor de los colonos y de la extrema derecha, a quienes se había prometido que se iba a erradicar a Hamas y Hezbola. Por último, el contexto regional sigue siendo inestable, sobre todo en Siria, donde prosiguen los combates. Todos estos elementos hacen que el alto el fuego sea frágil.
Si estados Unidos quiere que Israel sea estable como gendarme de Asia Occidental, ¿la solución no sería apoyar la creación de un Estado palestino?
Todo depende de qué se entiende por «creación de un Estado palestino». Si se trata de una farsa de Estado que es totalmente dependiente de su vecino Israel, no será una solución viable. Además, es indudable que ha progresado la idea de un Estado palestino, pero los israelíes no están dispuestos a aceptarlo y todavía no se ha creado la relación de fuerzas para imponérselo.
Entonces, ¿qué puede esperar el pueblo palestino de este acuerdo de alto el fuego?
En primer lugar, vamos a asistir a un escenario que, por desgracia, conocemos demasiado bien, con un primer momento, que es bienvenido, para curar las heridas, hacer duelo y reconstruir. La población palestina va a demostrar una vez más que no tiene intención de ceder, porque reconstruir es también demostrar que se sigue viviendo.
A continuación vamos a ver que la resistencia no está vencida, por una razón muy sencilla: la única conclusión a la que pueden llegar quienes han vivido este genocidio es que necesitan una organización de resistencia. Esta es, además, una lección que se ha aprendido en todas las luchas de liberación nacional. Cuanto más fuerte es la represión más contribuye a reforzar las organizaciones de resistencia. Con todo, la resistencia palestina va a conocer un periodo difícil. Va a tener que reorganizarse teniendo en cuenta un contexto regional mucho más desfavorable ahora, sobre todo con la desaparición del aliado sirio.
¿Las monarquías del Golfo podrían tratar de aprovechar este contexto regional para tomar el control de la resistencia palestina y hacerla más inofensiva?
Desde luego. Por medio de la ayuda económica necesaria para la reconstrucción, sin duda las monarquías alineadas con los intereses occidentales va a tratar de negociar las inversiones a cambio de que se abandone la resistencia. Pero no es algo nuevo, el pueblo palestino ya lo ha vivido y la inmensa mayoría no cambiará en absoluto su relación con la resistencia.
Esta guerra se libra en múltiples frentes aparte de Gaza. ¿Qué consecuencias tendrá el alto el fuego en la zona?
Es evidente que no se ha abandonado la idea global de remodelar Asia Occidental. Irán sigue siendo un obstáculo, es el próximo objetivo. Su desestabilización cambiaría de forma estructural las relaciones de fuerza regionales y no dejaría muchas posibilidades a quienes se niegan a seguir el nuevo orden estadounidense.
Habrá que ver cómo aborda Trump la cuestión iraní en las próximas semanas. Como usted ha dicho antes, Trump es un comerciante, calcula en función de pérdidas y ganancias. Todo dependerá de si Estados Unidos se atreve a tratar de desestabilizar a Irán en la medida en que la relación de fuerza le sea favorable o si tratará de calmar las relaciones con Irán para aislar a China. No obstante, la dinámica multipolar está demasiado avanzada en países como Irán, Rusia y China para que dejen de ser solidarios. La solidez de esta dinámica es lo que determinará el nivel de agresividad de Estados Unidos.
¿La imposición de un acuerdo de alto el fuego a Israel muestra sin lugar a dudas los límites de una estrategia demasiado agresiva?
En cualquier caso, sean cuales sean las razones que han llevado a Trump a promover este acuerdo, el alto el fuego se ha impuesto sobre todo porque Israel no ha logrado sus objetivos. No se ha aniquilado a la resistencia y la población palestina no ha abandonado en masa su tierra. Como no se han cumplido estos dos objetivos, no cabe duda de que en los próximos meses o años veremos nuevas explosiones.
Texto original: https://investigaction.net/said-bouamama-le-cessez-le-feu-lui-est-impose-car-israel-na-pas-atteint-ses-objectifs/
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