Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Las detenciones arbitrarias, la tortura y la violencia son acontecimientos frecuentes en la Palestina ocupada. Si bien Israel es responsable de la mayor parte de la violación de los derechos humanos palestinos, la AP es parte integrante de esa misma estrategia israelí.
Miembros de las fuerzas de seguridad palestinas usan máscaras afuera de un hotel en Belén, Cisjordania, 6 de marzo de 2020. Majdi Mohammed | AP
Apenas dos semanas después de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, declarase que la AP suspenderá toda “la coordinación de seguridad” con Israel, las fuerzas de seguridad palestinas en Cisjordania mataron al adolescente desarmado Salah Zakareneh.
Zakareneh no es el primero y lamentablemente no será el último palestino asesinado por las fuerzas de seguridad de la AP, que en los últimos años han aumentado drásticamente sus tácticas opresivas contra cualquier forma de disenso político en Palestina.
El niño de 17 años murió poco después de que la seguridad de la Autoridad Palestina fuera enviada a la aldea de Qabatiya, al sur de Jenin, y al norte de Cisjordania para enfrentar una «manifestación de estilo militar» que se estaba planeando.
La versión oficial del suceso fue que tan pronto como la fuerza de la Autoridad Palestina llegó a Qabatiya unos hombres de la aldea armados abrieron fuego mientras otros arrojaron piedras, lo que provocó que los oficiales de la Autoridad Palestina respondieran con balas vivas y gases lacrimógenos, lo que resultó en la muerte de Zakarenehy y manifestantes heridos. Ningún oficial de la AP resultó herido por disparos.
No se puede negar que ha crecido exponencialmente el sentimiento anti-AP en todos los territorios palestinos ocupados en los últimos meses. La Autoridad de Abbas está plagada de corrupción y continúa gobernando sobre los palestinos con la capacidad limitada permitida por Israel, sin ningún mandato democrático.
Además la AP se compone en gran parte de leales al partido Fatah de Abbas, que se divide entre varios núcleos de poder.
En el año 2016 la Autoridad Palestina creó un cuerpo conjunto de agencias de inteligencia palestinas en Jericó con el único propósito de tomar medidas enérgicas contra los partidarios del archienemigo de Abbas, Mohammed Dahlan, quien actualmente se encuentra en el exilio.
Desde su creación el nuevo cuerpo de inteligencia, que informa directamente al Presidente, ha ampliado su mandato y está tomando medidas enérgicas contra cualquier individuo, organización o entidad política que se atreva a cuestionar las políticas de Abbas y su partido.
Poco después de que Abbas afirmara en un discurso ante la Liga Árabe en El Cairo, el 1 de febrero, que la AP interrumpirá todos los contactos con Israel «incluidas las relaciones de seguridad», un alto funcionario de la AP informó a los medios israelíes de que la cooperación entre la AP e Israel aún está en marcha.
“Hasta ahora la coordinación está vigente, pero las relaciones son extremadamente tensas”, dijo el funcionario al Times de Israel.
La “coordinación de seguridad” es quizás la única razón por la que Israel permite que exista la Autoridad Palestina a pesar del hecho de que Israel, con el apoyo de Estados Unidos, ha incumplido por completo todos sus compromisos con los acuerdos de Oslo y todos los acuerdos posteriores.
Es bastante surrealista que el liderazgo palestino en Ramallah, que una vez prometió a los palestinos libertad y liberación en un Estado soberano e independiente, ahora exista principalmente para garantizar la seguridad del ejército israelí y la de los colonos judíos ilegales en la Palestina ocupada.
La AP y la ocupación israelí ahora coexisten en algún tipo de relación simbiótica. Para garantizar la continuación de esa relación de beneficio mutuo, ambas entidades están dedicadas a suprimir cualquier forma de resistencia o incluso una simple protesta en la Cisjordania ocupada.
En realidad si los manifestantes de Qabatiya estaban acompañados por pistoleros o no, no habría hecho mucha diferencia. La única forma de protesta o reunión masiva que actualmente está permitida en Cisjordania son las que llevan a cabo los propios leales de Abbas, cantando su nombre y castigando a sus enemigos.
El año pasado la Organización Árabe para los Derechos Humanos en el Reino Unido acusó a los servicios de seguridad de la AP de usar medidas represivas contra activistas palestinos y emplear tortura psicológica y física contra sus críticos. En otras palabras, duplica las políticas israelíes en el trato con los palestinos.
Los que a menudo son blancos del Servicio de Seguridad Preventiva (PSS) de la Autoridad Palestina y otras unidades de inteligencia incluyen estudiantes y prisioneros previamente liberados.
En su informe de 2020 sobre «Israel y Palestina» Human RightsWatch (HRW) dijo que cientos de palestinos han sido detenidos y torturados por las fuerzas de seguridad de la AP por los «delitos» más insignificantes.
«La Autoridad Palestina mantuvo a 1.134 personas detenidas hasta el 21 de abril (2019)», según cifras de HRW.
Los grupos de derechos también informaron que «entre enero de 2018 y marzo de 2019 (la AP) detuvo a 1.609 personas por insultar a “autoridades superiores” y crear “conflictos sectarios”, cargos que penalizan -en efecto- la disidencia pacífica y 752 por publicaciones en las redes sociales».
Si bien muchos prisioneros palestinos detenidos ilegalmente en Israel se someten a huelgas de hambre prolongadas que exigen su liberación inmediata o mejores condiciones de encarcelamiento, las noticias de prisioneros palestinos en huelgas de hambre en las cárceles de la AP a menudo no se denuncian.
Ahmad al-Awartani, de 25 años, fue uno de los miles de palestinos arrestados por cargos escandalosos, ya que el joven fue detenido bajo la llamada Ley de Delitos Cibernéticos. Fue arrestado por la policía de la AP por una sola publicación en Facebook en la que criticó a la Autoridad Palestina.
En abril de 2018 al-Awartani inició una huelga de hambre que pasó casi desapercibida para los medios de comunicación palestinos, árabes e internacionales.
Las detenciones arbitrarias, la tortura y la violencia son acontecimientos frecuentes en la Palestina ocupada. Si bien Israel es responsable de la mayor parte de la violación de los derechos humanos palestinos, la AP es parte integrante de esa misma estrategia israelí.
Si bien es cierto que las medidas represivas de Abbas están diseñadas para servir a sus intereses personales, la acción de la Autoridad Palestina ha servido en última instancia a los intereses de Israel, cuyo objetivo es mantener divididos a los palestinos y está utilizando las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina como una capa de protección adicional para sus soldados y colonos por igual.
Con este pensamiento, la muerte de Zakareneh no puede verse como un hecho marginal en la lucha palestina contra la ocupación israelí y el apartheid. De hecho la Autoridad Palestina ha dejado claro que su violencia contra los palestinos disidentes no es diferente a la violencia israelí contra cualquier forma de resistencia, en cualquier parte de Palestina.
Ramzy Baroud es periodista y editor de The Palestine Chronicle. Es autor de cinco libros. El último These Chains Will Be Broken: Palestinian Stories of Struggle and Defiance in Israeli Prison (Clarity Press, Atlanta). El doctor Baroud es investigador principal no residente en el Centro para el Islam y Asuntos Globales (CIGA), Universidad de Estambul Zaim (IZU). Su sitio web es www.ramzybaroud.net
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