Traducido por Germán Leyens y revisado por Daniel Silberman ALICIA: «Si la administración Bush quiere mantener el control de la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo, Cuba, ¿por qué arguye ante la Corte Suprema que Cuba posee la soberanía?» HUMPTY-DUMPTY: «¡Ese es un acertijo fácil de resolver! Porque si Cuba es soberana, la ley de […]
Traducido por Germán Leyens y revisado por Daniel Silberman
ALICIA: «Si la administración Bush quiere mantener el control de la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo, Cuba, ¿por qué arguye ante la Corte Suprema que Cuba posee la soberanía?»
HUMPTY-DUMPTY: «¡Ese es un acertijo fácil de resolver! Porque si Cuba es soberana, la ley de EE.UU. no se aplica allí y por lo tanto los 600 hombres y muchachos calificados de «combatientes enemigos» por la administración Bush no gozan de ninguno de los derechos legales garantizados por las leyes de EE.UU.»
Este es el argumento presentado por el abogado de la administración Bush ante la Corte Suprema el 20 de abril. En realidad, Cuba no ha ejercido nunca su soberanía sobre esa parte de su territorio desde que el imperio español se apoderó de la isla, llamada posteriormente Cuba, a fines del siglo XV.
Cuatro siglos más tarde, en 1898, el Congreso de EE.UU. declaró la guerra a España. Aunque Estados Unidos la llama La Guerra Española-Estadounidense, para Cuba es La Intervención de EE.UU. en su Segunda Guerra de Independencia. Con el argumento de lanzarse a la guerra para liberar a Cuba de España, la verdad es que Washington se apoderó de las colonias españolas Guam y Las Filipinas, en el Pacífico, y Puerto Rico y Cuba, en el Atlántico.
Arrebatándole la victoria de las manos a los rebeldes cubanos que prácticamente habían derrotado a los colonialistas españoles, las tropas de EE.UU. ocuparon la isla, y el puerto en la Bahía de Guantánamo, durante cuatro años. A cambio de la remoción de esas tropas, el gobierno cubano, que había sido instalado por Washington, incorporó en la nueva constitución cubana la Enmienda Platt, que ya era ley en Estados Unidos (compárese con la ley Helms-Burton de un siglo más tarde, en 1996). La Enmienda Platt entregó el control virtual de Cuba a Washington y permitió que la isla pasara de colonia de España a neo-colonia de Estados Unidos.
La Enmienda Platt permitía, entre otros tipos de saqueos legalizados, el saqueo del usufructo del área de 72 Km2 a ambos lados de la Bahía de Guantánamo. La Base Naval de Guantánamo, ubicada cerca de la punta oriental de Cuba fue instalada allí, en una posición estratégica en el Caribe. Se trata de un puerto de aguas profundas que tendría un valor inestimable para Cuba si estuviera bajo su control.
Firmado por el gobierno cubano de 1903, un gobierno que debía su creación a Washington, el arrendamiento de Guantánamo estipulaba que no expiraría hasta que ambos países acordaran su terminación. El actual gobierno cubano exigió el 5 de marzo de 1959 que Washington terminara su ocupación en la provincia de Guantánamo. Pero Washington la ha continuado «arrendando». Originalmente el pago era de 2.000 dólares anuales en oro pero más tarde pasó a realizarse en forma de un cheque anual por 4.085 dólares, que La Habana, desde 1959, se ha negado a cobrar.
El contrato de arrendamiento especificaba que el área era «para el uso exclusivo como estación carbonera o naval». Pero Washington ha utilizado permanentemente Guantánamo para cualquier propósito que conviniera a sus intereses. Cuando la administración Bush lanzó la guerra en Afganistán, el Departamento de Defensa convirtió la base naval en un campo de concentración para más de 600 cautivos de Afganistán y de, por lo menos, otros 43 países. Clasificados como «combatientes enemigos», no tienen derecho a poner en tela de juicio su detención ante ningún tribunal en parte alguna. No se han presentado acusaciones en su contra. No tienen acceso a abogados. No existen fechas en los tribunales para audiencias o juicios. En breve, no gozan del derecho de habeas corpus.
El cuestionamiento de este limbo indefinido está ahora en manos de la Corte Suprema [de EE.UU.] que escuchó los argumentos del abogado John Gibbons en representación de los demandantes retenidos en Guantánamo, y del Subsecretario de Justicia de EE.UU., Theodore Olson, en representación del presidente George Bush, et al. La administración Bush sostiene que Cuba posee «la soberanía en última instancia» en la Base Naval de Guantánamo y que por ello, los tribunales de EE.UU. no tienen jurisdicción sobre lo que sucede allí. Pero, como lo indicó el abogado Gibbons, si la Corte convalidara la argumentación de la presidencia «se estaría creando un enclave en el cual no regiría la ley [de EE.UU.] y con ello el poder ejecutivo estaría a salvo de cualquier investigación judicial ahora o en el futuro».
Desde que las fuerzas armadas de EE.UU. arrebataron la isla a España, jamás han abandonado la base naval en Guantánamo. Es como si una potencia extranjera se apoderara de un área a ambos lados del río Hudson en Nueva York y Nueva Jersey o a ambos lados de la Bahía de San Francisco.
Cuba ha protestado repetidamente contra la ocupación ilegal de su territorio por una potencia extranjera. El 15 de abril, Cuba propuso una resolución a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas que habría condenado la violación de derechos humanos en el campo de concentración sobre territorio cubano. Aunque Cuba retiró temporalmente la resolución, que enfrentaba una moción de ‘no-acción’, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, subraya que la resolución solamente ha sido postergada y que será presentada en cualquier foro que Cuba considere adecuado.
Sea cual sea la decisión de la Corte Suprema de EE.UU., si Cuba realmente tuviera la soberanía sobre la Base Naval de Guantánamo, el campo de concentración no existiría. En el pasado, Cuba ha ofrecido convertir toda el área en un centro regional de salud para todo el Caribe.
Jane Franklin, autora de «Cuba And The United States: A Chronological History» (Melbourne/Nueva York: Ocean Press, 1997).