Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Para oscurecer su propia lealtad a la ultra-elite, Bush y Cheney seguirán tratando de mostrar a Kerry y Edwards como instrumentos de acaudalados abogados y esnobs de Hollywood.
Ahora que han terminado los debates presidenciales, la lucha por la Casa Blanca se inclinará aún más hacia batallas descentralizadas en los medios por los votos electorales. Entre ahora y el día de la elección, se invertirán vastos recursos para influir en la cobertura noticiosa local en los estados cruciales en la balanza mientras se emiten anuncios comerciales cuidadosamente orientados en la radio y la televisión.
Para la campaña Bush y sus aliados, las jugadas finales en los medios incluirán los siguientes componentes:
* Calumniar a John Kerry
Desde hace meses, anuncios pagados y entrevistas con agentes pro-Bush han retratado a Kerry como un traidor a las tropas estadounidenses en Vietnam. El presidente Bush obtuvo una ventaja temporal en los sondeos gracias en gran parte a spots publicitarios orientados a desacreditar el valor de Kerry bajo fuego. Luego vino un feroz ataque propagandístico contra las acciones más laudables de su vida – sus esfuerzos contra la guerra como veterano de Vietnam.
En 1971, Kerry se destacó en todo el país como un elocuente dirigente de los Veteranos de Vietnam Contra la Guerra porque expresó los pensamientos y los sentimientos de tantos veteranos. Hoy en día, los ataques en los medios contra su activismo constituyen esfuerzos por lograr un viraje de los electores mediante una reescritura de la historia, como si la Guerra de Vietnam hubiera sido algo como una noble empresa en lugar del crimen ilegal e inmoral contra la humanidad que fue en realidad.
La cadena de televisión que posee más estaciones que ninguna otra en el país, Sinclair Broadcast Group, aliada de los republicanos, ha ordenado a sus estaciones que adelanten su programación usual para presentar una película de 42 minutos, «Stolen Honor: Wounds That Never Heal» [Honor robado, heridas que nunca cicatrizan], a fines de octubre. La cinta se dedica a atacar a Kerry por su activismo contra la guerra. Convenientemente, más de una docena de emisoras de Sinclair se encuentran en estados cruciales – Florida, Ohio, Pensilvania y Wisconsin. Especialmente en estados donde es difícil pronosticar el resultado, es probable que una tal difamación de Kerry se intensifique hasta que se depositen los últimos votos el 2 de noviembre.
* Explotar los prejuicios anti-gay
Se ha convertido en una perogrullada mediática que las medidas electorales contra los matrimonios homosexuales en algunos estados aumentará la participación de votantes a favor de Bush. La campaña Bush-Cheney de 2004 ha multiplicado los guiños de ojo y los gestos de complicidad hacia la más violenta intolerancia anti-gay en el terreno.
Forma parte de una doble estrategia – Mientras las candidaturas republicanas evitan comentarios contra los gays, y Dick Cheney utiliza ocasiones mediáticas de alto perfil para expresar su apoyo personal a su hija lesbiana, la campaña del partido republicano trabaja ávidamente por obtener votos concentrándose en los prejuicios contra los homosexuales.
* Invirtiendo las realidades de la lucha de clases
Todos los cuatro principales candidatos son ricos. Pero las posiciones adoptadas – y los electorados representados – por Bush-Cheney y Kerry-Edwards no son los mismos. Típicamente, Bush ha denunciado el llamado de los demócratas a elevar los impuestos para los estadounidenses que ganan más de 200.000 dólares por año.
Para distraer de sus propias lealtades con la ultra-elite, Bush y Cheney continuarán tratando de mostrar a Kerry y Edwards como instrumentos de acaudalados abogados y esnobs de Hollywood. En realidad, sin embargo, como lo reflejan los delegados a las convenciones nacionales republicana y demócrata, la base del partido republicano es más rica, corporativa y no-sindicalista.
* Aprovechar la campaña de Ralph Nader en 2004.
En una maniobra poco apercibida del partido republicano durante los últimos días de la campaña de 2000, las fuerzas republicanas invirtieron dinero en spots publicitarios reforzando a Nader en algunos estados más disputados. Esta vez, podemos esperar que las fuerzas favorables a Bush hagan lo mismo – pero en una escala mucho más amplia.
«En un desarrollo pre-electoral», informó Associated Press el 27 de octubre de 2000, «los republicanos están comprando anuncios en la televisión que muestran a Ralph Nader en estados donde los votos del candidato del Partido Verde podrían inclinar el resultado a favor de George W. Bush… Los republicanos esperan que los anuncios ayuden a Bush al persuadir a electores potenciales de Gore a votar en su lugar por Nader». Un grupo republicano se concentró en tres estados fuertemente disputados en 2000 – Oregon, Washington y Wisconsin – con spots que mostraban secuencias de Nader atacando a Al Gore, el candidato presidencial demócrata. AP informó que el Consejo de Dirección Republicano destinó por lo menos 100.000 dólares para esos spots, emitidos sólo días antes de la elección.
La campaña oficial de Bush del 2000 delegó con mucho gusto semejantes esfuerzos de publicidad por Nader a aliados extraoficiales de los republicanos. Associated Press informó hace cuatro años (el 4 de noviembre) que el Consejo de Dirección Republicano «presentó anuncios la semana pasada para ayudar al candidato presidencial republicano George W. Bush. Los anuncios estaban hechos para inducir a demócratas a desertar hacia el candidato del Partido Verde Ralph Nader». El director ejecutivo del Consejo de Dirección Republicano, Mark Miller, dijo: «No creo que él [Bush] se podría haber salido con la suya como lo hicimos nosotros».
Este año, Nader no pudo obtener el apoyo del Partido Verde. Pero estará en las papeletas de voto en la mayoría de los estados – incluyendo algunos estados donde el resultado es dudoso. Y sería sorprendente si los republicanos no repletaran las ondas en muchos de esos estados con anuncios a favor de Nader en los últimos días de esta campaña electoral.