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Belén 2005 Años Después

Fuentes: MIFTAH

Traducido del inglés para Rebelión por Carlos Sanchis

Debido a la continuada e ilegal construcción del Muro de la Anexión y Segregación de Israel, los palestinos, así como todos cuantos desean entrar en la Palestina Ocupada, tendrán que cruzar una de las cuatro nuevas llamadas «terminales» que Israel está construyendo actualmente. Las cuatro terminales se sitúan en Zaatara, Howara, Qalandiya y la más reciente es la que se agrega frente a la ciudad bíblica de Belén.

Aunque todas esas terminales son igualmente ilegales bajo la ley internacional (puesto que están construidas por la potencia ocupante en tierra ocupada que las Convenciones de Ginebra prohíben), la de Belén necesita ser resaltada sobre todo porque obstruye las visitas de miles de peregrinos cristianos que normalmente se reúnen a Belén en tiempo de Navidad para el nacimiento de Jesús.

A propósito, las autoridades israelíes escogieron inaugurar la terminal de Belén el 15 de noviembre, en el aniversario del día en que el fallecido presidente Arafat declaró la independencia del estado de Palestina en 1988. Lo que es más preocupa de esta terminal, sin embargo, es el efecto perjudicial que acarreará al turismo, a la economía palestina, y a la libertad de culto de millones de cristianos de todo el mundo.

Como el actual alcalde de Belén, Dr. Víctor Batarseh, ha dicho en una reciente entrevista » Ellos ( el Muro y la terminal) son los obstáculos principales a la recuperación del turismo en Belén». La razón para el declive del turismo es obvia: todos los visitantes tendrán que soportar un proceso tortuoso si desean entrar en Belén. El trayecto dentro de la terminal empieza con cinco puertas rotativas electrónicamente, que recuerdan a un matadero; después los visitantes tendrán que atravesar dos máquinas de la Rayos X que pueden causar riesgos graves a la salud; a continuación tendrán que pasar por un control de pasaportes a través de las autoridades israelíes. Esto hace que el trayecto de un extremo al otro de la terminal lleve entre una y cuatro o cinco horas.

En una carta de apelación remitida por la comunidad cristiana de Belén al Vaticano, los residentes de Belén dicen: «los cristianos de Belén están encerrados en una prisión al aire libre por un Muro de 8 metros de altura que les está robando la tierra esencial para su supervivencia». Además condenaron el cierre de la ruta tradicional para llegar a la Basílica de la Natividad y la apertura de una nueva terminal como una forma de «barbarie moderna» para «estrangular económicamente a un pueblo,» para imponer «la inseguridad diaria sobre la población,» y «para aumentar la discriminación religiosa.»

La política de cierres del Gobierno israelí también les impide a muchos líderes cristianos llegar a sus congregaciones. En años anteriores, varios clérigos informaron que fueron objeto de hostigamientos en los puntos de control militar, añade la apelación.

Estas términos situadas a lo largo de Cisjordania y no en la línea de armisticio de 1949, contrariamente a la creencia popular, han dado lugar a una preocupación palestina de que Israel está prejuzgando intencionada y rápidamente asuntos del estatus final, y que definitivamente cortará el estado palestino por la mitad de su área propuesta y la romperá en tres cantones sin contigüidad.

Antes de la apertura de estas terminales, muchos pensaron que estas serían más ‘humanas’ y harían la vida de los palestinos más soportable. Esta creencia fue sostenida de forma prominente por el Coordinador del Programa del Banco Mundial para Cisjordania y Gaza, cuando dijo, «estas terminales ayudan a reforzar la eficacia de los cruces fronterizos para beneficio de los palestinos… al menos mantienen si no incrementan las consideraciones de seguridad de los israelíes. Desde esa perspectiva será un beneficio doble». Uno sólo necesita intentar entrar en Belén ahora para ver cuan equivocadas estaban estas esperanzas.

2005 años después del nacimiento de Cristo, quien habría pensado que los ciudadanos ordinarios, peregrinos, clero y turistas tendrían que pasar por una terminal en la entrada norte de Belén para entrar en esta ciudad bíblica, histórica y muy simbólica.