
Cualquiera que vea, oiga o lea los medios de comunicación occidentales, tendrá la certeza de que Hamás es un grupo terrorista y que como tal debiera ser tratado. No obstante, y a pesar de que lo crean o no, la mayoría de la población mundial condena el genocidio de Israel en Gaza. Por muchas razones. Desde luego, porque matar muy mayoritariamente niños, mujeres y ancianos, periodistas y médicos, no parece que sea la manera de acabar con un grupo terrorista. De hecho, no tiene ningún sentido.