La Administración de Biden fomenta una disputa falsa sobre las cifras de hambruna en Gaza para ocultar la realidad del genocidio
Categoría: Mentiras y medios
El escándalo actual sobre el sesgo sistemático proisraelí de la BBC coloca en el centro a un editor senior que de hecho es un ex miembro de un equipo de propaganda de la CIA, según pudo revelar MintPress News. Raffi Berg, un inglés que dirige la sección de Oriente Medio de la BBC, trabajó anteriormente para el Servicio de Información de Transmisiones Extranjeras del Departamento de Estado de EE.UU., una unidad que, según él mismo admitió, era un grupo fantasma de la CIA.
La cobertura del fallecimiento de Mahmoud Bakhoun, ahogado en el Guadalquivir mientras era perseguido por dos agentes, demuestra que los medios difunden acríticamente las versiones policiales
El presidente electo ha presentado una demanda contra el periódico ‘Des Moines Register’ por publicar una encuesta antes de las elecciones en la que Kamala Harris lo aventajaba
Siria, Siria, Siria. No hay nadie que no haya escrito sobre la caída de Siria en manos de los salafistas, esos mal ponderados en Afganistán y tan buenos chicos ahora en Siria. Por cierto, ¿habéis notado lo rápido que se está moviendo todo el mundo, ONU incluida, con Siria y cómo llevan dos años sin hacerlo con Afganistán? ¿Por qué será? Quien no hable de Siria no está en la onda. No está a la moda. De nuevo hacemos lo que la burguesía quiere que hagamos. Y nosotros, tan contentos. Es el triunfo que necesitaba Occidente para aparentar que está ganando, que su hegemonía se mantiene y que todo seguirá igual.
De repente, tras años tergiversando a Hamás, políticos y medios de comunicación occidentales se han vuelto frenéticos para aclarar la diferencia entre yihadistas y nacionalistas islámicos.
Tras la invasión terrorista de la ciudad siria de Alepo, organizada por Israel la semana pasada, los medios occidentales, árabes e israelíes se subieron una vez más al carro para socavar el gobierno democráticamente elegido de Bashar al-Assad en Damasco
Un nuevo estudio muestra que los usuarios están más dispuestos a compartir información errónea sin leerla cuando les indigna, lo que contribuye a su difusión y explica por qué mitigar las ‘fake news’ con información veraz no tiene éxito